Los elegidos del “señor” Brasil, un dolor de cabeza para Dios

No debe ser fácil para Dios resolver las complicaciones de Brasil. A él se le encomienda desde un partido de fútbol, la suerte de una favela, hasta el destino del país.

Por ML

El presidente electo, Jair Bolsonaro dice que es el elegido de Dios para gobernar y aunque “no sea el más apto para el cargo”, la elección divina le asegura el buen mandato. En los primeros días de setiembre otro brasileño, Adelio Bispo de Oliveira de 40 años, también habló con Dios; en este caso “recibió” el mandato divino de matar al entonces congresista y candidato a la Presidencia, y durante un acto político apuñaló a Bolsonaro que fue herido de gravedad, aunque se salvó. “Lo hice -dijo Adelio Bispo de Oliveira- porque era una misión de Dios”, declaró alto y fuerte ante las autoridades que lo aprendieron en pocos segundos. Evidentemente las decisiones de Dios, al igual que la de sus adeptos en Brasil, están sujetas a las complejidades de las luchas que conviven en el gigante latinoamericano y están divididas sin necesitad de pedir la concurrencia del diablo para actuar. Y no siempre su mandato llega a buen fin, o bien porque no resolvió sus contradicciones interiores o porque deja a la capacidad de su “elegido” para llevar a cabo la tarea. Pero todo esto viene a cuenta de las declaraciones que realizara en las últimas horas el presidente electo, ya que él admite que no es “el más capacitado” para gobernar en Brasil, pero… es un “elegido de Dios” y por eso se siente confiado de cara a su próxima Administración.

La capacitación de Dios a veces no es suficiente

El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró que no es “el más capacitado” para el cargo, pero no duda en sus resultados positivos dado que “Dios capacita a los elegidos”. “Tengo la certeza de que no soy el más capacitado, pero Dios capacita a los elegidos”, dijo a última hora del martes, informó Agencia Brasil, citado por Europa Press. Durante una ceremonia religiosa celebrada en la Asamblea de Deus Vitoria em Cristo, en Río de Janeiro (sureste), Bolsonaro admitió que se siente un “elegido de Dios”.

Especialmente –precisó- tras haber sobrevivido al intento de asesinato del 6 de setiembre pasado, cuando en plena campaña electoral recibió una puñalada en el abdomen en un mitin en Minas Gerais (sureste). Ahora, tras haber recibido el 55 por ciento de los votos en balotaje, Bolsonaro viajará la próxima semana a Brasilia (capital) para reunirse con el presidente no electo, Michel Temer, para iniciar el proceso de transición.

El diputado Ónix Lorenzoni, quien encabezará el Ministerio de la Presidencia, informó que Bolsonaro también visitará los poderes públicos. Para el 1° de enero está previsto inicie su mandato. En realidad Dios la tiene complicada y ni qué decir de los brasileños.