Editorial: El capital financiero dirige ¿Quién le hace el juego a la derecha?

Días atrás se debatió en diputados dos leyes que tuvieron cierto interés en la opinión pública y que lograron voto afirmativo, una de ellas trataba sobre la reforma de la caja militar. En esta ley el oficialismo logró consensuar el voto de toda su bancada luego de varios trancazos, que mostraron cómo a pesar de algún perfilismo interno, no hay voluntad política para ajustar las jubilaciones de la alta oficialidad al tope máximo que tiene la población civil. El secretario general de la OEA Luis Almagro expresa su alineamiento sin rubor a intereses globales de EEUU, pero días pasados fue abucheado en reunión de la ONU por delegaciones de países Latinoamericanos. No es sorpresa ni magia, solo es bueno recordar que el actual secretario general de la OEA, tuvo altas responsabilidades en gobiernos del FA como embajador y ministro de relaciones exteriores. Tampoco es casualidad, Almagro en la OEA no está solo en su cargo, se ha rodeado de altos ex dirigentes frenteamplistas que ejercen funciones en distintas responsabilidades; es causalidad. De la mano y la voz de Luis Almagro se verifican los pensamientos más crueles del imperio. Almagro se sumó al FA hace años, es parte del ejército de culebras que hoy por hoy en forma agresiva y despótica busca que el imperialismo se adueñe de todas las riquezas naturales de Latinoamérica. La realidad es la única verdad, lo que Almagro expresa hoy es una forma pensar indisimulada ya de la mayoría dirigentes del FA que anhelan la globalización, dirigida a cualquier costo por EEUU y el sistema financiero internacional. Estás con nosotros o contra nosotros dice el código imperial, así se orienta a la OEA y L. Almagro cumple a rajatabla. EEUU ha jugado un papel muy vital cuando se trata de derrocar gobiernos constitucionales, instalar dictaduras, promover la violación de derechos humanos, impulsar atentados y bloquear países. La realidad Latinoamericana, como la mundial, marca un avance del pensamiento de la derecha reaccionaria que divide pueblos, organizaciones sociales, destruye cultura, para imponer la regla del capital financiero. La social democracia, el eurocomunismo, hombres y mujeres del progresismo, se sumaron al anclaje y coro neoliberal, tras la caída del sistema socialista, arrastrando en su debacle ideológica y moral, lo que habían conquistado los trabajadores con lucha y organización. Basta analizar lo que ha pasado en el Frente Amplio en las últimas dos décadas para comprobar su giro a la derecha y su acople gustoso a las políticas fondomonetaristas. Las concesiones sin límite a las multinacionales es parte de una concepción política antinacional, antipopular que concentra riqueza y desparrama pueblo por veredas y aumenta la cantidad de asentamientos. Leyes que sirven al pueblo esperan hace años el beneplácito del oficialismo, como por ejemplo la ley de vivienda popular ya aprobada en diputados, ¿por qué? El diputado de la UP, E. Rubio presentó en el debate de la Rendición de Cuentas un proyecto de ley para gravar con el 1,5% a las actividades financieras donde el gobierno recaudaría más de 300 millones de dólares al año para cubrir necesidades sociales, esto no fue aprobado por la mayoría oficialista, ¿por qué? ¿Quién le hace el juego a la derecha, si los ricos son más ricos y los más necesitados no son los más privilegiados?