Columna Brasil en el corazón

Por Gonzalo Abella *

Sí, los medios pro imperialistas jugaron su papel, pero ¿acaso lo jugaron cuando Lula, pese a ellos, convocaba multitudes? El monstruo en Brasil creció porque se alimenta de los hedores podridos que emanan de Lula y Dilma. Ojalá me equivoque, pero creo que el lulismo petista ya cumplió con sus amos imperialistas: primero desmovilizando, poniéndose de rodillas ante las trasnacionales, aliándose con la corrupción, siendo la corrupción misma; después provocando en su contra la indignación ciudadana. La mirada demente de Bolsonaro se ilumina con avidez de ave de rapiña; es su hora, la hora del saqueo final de la Amazonía, de la Patria; y ya se ve a sí mismo como un nuevo Hitler mesiánico y pentecostal, encabezando la guerra relámpago contra Venezuela, Bolivia y (¿por qué no?) contra Cuba. La sonrisa de los presidentes de USA, Colombia y Chile, le dan su bendición. Nuestro Novick se pone de puntitas de pie para aplaudir también, pero no llega a la altura necesaria para ser visible. Por ahora. Pero en noviembre, al despertar a una nueva realidad de saqueo y despojo, la resistencia crecerá porque el pueblo brasileño recuperará, inevitablemente, una dirección soberana para orientar sus fuerzas de coloso popular. Esas fuerzas están intactas. Las cúpulas de sus organizaciones sociales los empujaron a apoyar al Lulismo, pero no pudieron desmantelar su propia base. La nueva situación en Argentina y Brasil no augura una postración popular; por el contrario, anuncia la agudización de la lucha de clases a niveles nunca vistos en el pasado. Repito: a niveles nunca vistos en el pasado. Nuestro Lula principal se muestra errático y ambiguo, pero no debemos subestimarlo. Por viejo, no pierde las mañas; y para contradecir el dicho popular (y para mi envidia personal), tampoco pierde el pelo. Abraza nuevamente a Sendic Rodríguez, relativiza la corrupción de sus socios regionales, se estira en frases comunes, y de pronto le salen esas observaciones que surgen de su oficio, de su astuta observación de la vida política, observaciones que deben hacernos reflexionar. Dijo que el nuevo Parlamento Federal de Brasil, con veinte partidos diferentes en su seno, “es más una Bolsa de Valores que un Parlamento”. Es cierto. Allí están los saqueadores de la Naturaleza, disfrazados de partido de empresarios agrarios; allí están los barones de la industria, allí está la corrupción especulativa ávida de seguir blanqueando capitales, allí están los ideólogos del racismo y del machismo fundamentalista, y allí andan, dispersos, voceros de diversas causas populares. Nuestra UP, en esta coyuntura, se proyecta con una importancia estratégica gigantesca. Nos temen. En las elecciones pasadas no existíamos para las encuestas. Ahora nos reconocen entre un uno y un tres por ciento… pero “sumados a otros partidos menores”. Bien mejor que se lo crean, que no alboroten el avispero. ¡¡Así sigamos siendo hoy el 1%, ya somos invencibles!! Sólo resistir, existir aferrados a un programa y a una ética (¡¡y a una ética!!) nos da la llave del futuro. Y la campaña recién empieza. ¿Cuál es nuestro techo? El que nos pongamos cada día que no nos organicemos mejor, que no entendamos la inmensa potencialidad que nos hace aterradores para el Sistema y odiosos para quienes abandonaron los principios revolcándose en el fango del soborno fácil. Y debemos prestar un oído muy atento a los movimientos subterráneos en Buenos Aires, en Entre Ríos, en Brasil. No hay revolución sin música, sin arte; y el arte brasileño tejió una red demasiado fuerte, desde el canto repentista nordestino a la protesta gaúcha, desde el chamamé pantaneiro hasta los sambas de enredo, una red que es clarinada ensordecedora. Ahora el pueblo mulato y mestizo de Brasil es esclavo de su grandeza. A la mierda la confusión electora de coyuntura; por abajo, en el profundo del pueblo, está claro quién es quién. La revolución triunfará con los ojos negros de una mulher rendeira, brotando desde los huesos de gente que amó ese suelo por los siglos de los siglos, agudizada siempre, desde la Inconfidencia mineira até hoje. * Maestro y escritor, dirigente político y candidato por la UP a la Presidencia de la República para las elecciones de 2019.