Opinión: Unificar las luchas obreras y marchar hacia un gobierno popular

Por Ricardo Cohen PCR-UP

Tranquilos los desocupados, los trabajadores que ganan salarios de miseria, los jubilados sumergidos, los pequeños y medianos productores del campo y la ciudad que se funden cada día, según el gobierno ¡Estamos Blindados! Según las cifras oficiales el PBI, producto bruto interno, creció apenas un 0,2% en el segundo trimestre en relación al primero y un 2,5% en relación al mismo trimestre del año anterior. Sobre esa frágil base el Ministro de Economía, Astori, salió a la opinión pública planteando, que el período abril-junio fue “muy difícil para Uruguay, no solo por la situación del vecindario en particular de Argentina, sino porque el país fue castigado por una importante sequía… No obstante estas circunstancias, el PBI creció”. Y que esto “revela que no corresponde hacer pronósticos de recesión”(en nota del semanario Búsqueda). Con estos argumentos Astori intentó salir al cruce de lo planteado por algunos economistas, que con bastante fundamento ven el desarrollo de la crisis económica regional y como ésta afecta cada día la economía de un país como es el nuestro, que gracias a Astori y a los 3 gobiernos seudoprogresistas del Frente Amplio, tiene un déficit fiscal del 3,9% (3,4% por pago de intereses de la deuda) y está cada día más endeudado, a pesar de la década de altos precios internacionales de las materias primas. 67% del PBI es la deuda pública, de capital, a la que si le sumamos los intereses anda por los 60.000 millones de dólares, cifra equivalente al PBI anual. Un país que viene perdiendo reservas para pagar la deuda y mantener el dólar atrasado para controlar la inflación. Hoy las reservas de libre disponibilidad no llegan a 7.000 millones de dólares. Según el semanario citado, la industria manufacturera, sin contar la refinación de ANCAP, que había parado por mantenimiento, “registró una contracción de 1,8%. Siguieron en recesión los sectores de electricidad, gas y agua (-4,4%), el agro (-2,1%) y la intermediación financiera (1,9%)…mientras que las exportaciones de mercaderías y servicios se contrajeron 6,7%”. Saltó el dólar un 15% y también la inflación, según el Instituto Nacional de Estadísticas, cayó el salario real un 1,43% a agosto, también se perdieron 55.000 puestos de trabajo en 3 años, y siguen cerrando empresas, pero el gobierno sigue con la cantinela: “estamos blindados”, “estamos desacoplados de la región”. El ministro Astori, al que casi todos los partidos del FA, incluidos el PCU revisionista y el MPP, le agradecen permanentemente “por lo que ha hecho por sus 3 gobiernos y el país” (aunque no lo quieran como candidato) dice lamentarse por el aumento de la desocupación de estos últimos años. Como si las decenas de miles de puestos de trabajo perdidos y los miles de campesinos y pequeños productores del campo y la ciudad arruinados no fueran consecuencia directa y prevista de su política económica. Política que se ajusta a rajatabla a la división internacional del trabajo que impone el imperialismo capitalista y que obligó a privilegiar las exportaciones de materias primas y las inversiones extranjeras con todo tipo de prebendas y a subsidiar, mediante el atraso cambiario, las importaciones de productos industriales y agropecuarios, que es imprescindible y posible producir en el país, como es el caso de las industrias del cuero y la textil, para mantener esos puestos de trabajo. Gracias a esta política cada día es mayor la dependencia, la extranjerización y concentración de la tierra, de la banca y de las principales industrias y cadenas comerciales. Gracias a esta política el país lejos de estar blindado, está más expuesto a la crisis económica y a la recesión, inevitables y cíclicas bajo el capitalismo. Con lo que significa de agravamiento de la situación que sufren ya la mayoría de la clase obrera, los jubilados y el pueblo con los magros salarios y jubilaciones y con lo que esto significa para los cuentapropistas que se inventan el trabajo y el pequeño comercio.

El papel del oportunismo en el movimiento obrero y popular

Sin duda esta política no se podía imponer sin la complicidad del oportunismo predominante en la dirección del movimiento sindical, que maniata, divide y desvía las luchas, como lo hizo recientemente posponiendo el paro general de 24 horas, del 25/7 para el 22/8, luego de que se aprobara la Rendición de Cuentas en diputados. Y ahora ante el estancamiento de los Consejos de Salarios, donde el gobierno topea a los sectores más dinámicos en un 8,5%, cuando la inflación anualizada ya está en eso, decretando prácticamente la rebaja salarial de todos los sectores, lo trata como parte del “bloque social de los cambios” y convierte las oratorias de sus actos, como el del 27/9, en el reciente paro general parcial del Pit-Cnt, en un llamamiento a votar al FA “para defender lo conquistado” y para que “no venga un Macri”.

Es necesario unificar las luchas

Hay que unificar lo más posible las luchas del movimiento obrero, y el papel del clasismo es fundamental para lograrlo, particularmente en esta ronda de Consejo de Salarios donde el gobierno, las cámaras empresariales y los dirigentes oportunistas del movimiento sindical gargantean, se dicen cosas fuertes pero trabajan en el mismo sentido, el de que la crisis la paguen los trabajadores y el pueblo con el ajuste, la rebaja salarial y la flexibilidad laboral. ¡Unificar en una plataforma las reivindicaciones por salarios y condiciones de trabajo, con la de los desocupados, contra las tercerizaciones y privatizaciones, y contra la Ley de Riego! ¡La lucha unida, la lucha clasista y combativa, es el único camino para pararle la mano al gobierno y las cámaras empresariales!

Hacia un gobierno obrero y popular - antiimperialista consecuente

Seguramente ha venido creciendo en la clase obrera la conciencia de que no se puede esperar nada de otro gobierno del FA y ni que hablar de un gobierno de los partidos tradicionales, y que es necesario un gobierno realmente popular, antiimperialista consecuente, que se atreva a llevar adelante con firmeza el programa histórico de la clase obrera y el pueblo. Para marchar hacia ese objetivo hay que reagrupar fuerzas y dar también la lucha política - electoral y parlamentaria, y en eso estamos en la Unidad Popular, forjando lo nuevo desde el viejo programa histórico de la clase obrera uruguaya. Programa que se plantea romper con la dependencia del imperialismo, la auditoría y moratoria de la deuda pública, la nacionalización y estatización de la banca y el comercio exterior, una reforma tributaria para gravar al gran capital, y una reforma agraria, con expropiación del gran latifundio y el reparto de las tierras a todos los que quieran trabajarla. La defensa y desarrollo de la industria nacional y la defensa intransigente del agua y los recursos naturales del país. Esto con aumento de salarios con un mínimo de media canasta familiar, jubilaciones dignas y acordes a la canasta, y presupuesto para la salud, educación (6% del PBI) y vivienda popular. Juicio y Castigo por los crímenes de la dictadura. El 9° Encuentro Nacional de Militantes de la UP - fijado para 24/11/18, actualizará el programa vigente desde noviembre del 2013 y que fuera presentado a la población en las elecciones pasadas. ¡Participá y ayudá a forjar esta herramienta unitaria y combativa!