Editorial: La “tipa” llegó a los sindicatos oficiales

En estos días los ámbitos de los trabajadores, se han visto conmovidos nuevamente por la sanción por 10 años a un trabajador del Hospital Español, que le impiden las actividades sindicales, así como toda su vinculación orgánica, por parte de la dirección de la Federación de Salud Pública, perteneciente al Pit Cnt. También es necesario, decir que otros militantes sindicales también han sido sancionados por años en dicho centro hospitalario. Sin duda que la dimensión de la sanción no tiene antecedentes, aunque sin duda ya han existido en los últimos tiempos una tendencia creciente en los ámbitos sindicales, a estigmatizar, aislar, y neutralizar desde los centros de poder sindical oficial a quienes han tenido diferencias con el poder, y han quedado enfrentados a actos de insolidaridad en el seno de la clase asalariada. Se puede decir, que la alianza concertada entre el gobierno, el estado, las grandes empresas y buena parte de la dirección sindical del oficialismo, es la base de esta actitud contra los que tienen una actitud que disienten con las políticas oficiales que se van convirtiendo en políticas de estado. El descontento entre los trabajadores crece por la aceptación creciente de la política económica de rebaja salarial, de desocupación y de privatizaciones crecientes en nuestro país en los últimos años hasta nuestros días. Lo que puede tenerse en cuenta que hoy el contubernio entre las direcciones sindicales oficiales, las empresas, patronales y el estado se han convertido en aliados objetivos en la actual situación, y a la que los dirigentes oficiales del sindicalismo no encuentran otra situación que tomar medidas represivas en sus sindicatos, que más que un quejido no son más que una constatación, en tiempos en que la crisis de la política de privatizaciones se expresa golpeando cada vez más la vida de los trabajadores y su familia. También es una realidad que la unidad tantas veces proclamada en la vida sindical empieza a tener grietas cada vez más grandes en la vida de las organizaciones sindicales, lo que impone a diario nuevas visiones sobre lo que pasa con los trabajadores en su propia construcción sindical. La marcha emprendida tras las privatizaciones abiertas o encubiertas que se han generado en la última década, y que una y otra vez se han apoyado desde los ámbitos del sindicalismo oficial son los que van generando esta situación. Estamos hablando de UPM, de todo el proceso de impulso directo a las llamadas PPP, que no son que nuevas formas de privatizaciones, que llevan invariablemente a restringir el salario, las condiciones de los trabajadores y el recorte generalizado que se vive en las áreas de la educación, la salud y la construcción de viviendas. Lo cierto es que levantar la voz desde ámbitos que no le agradan al oficialismo pone nerviosos a dirigentes que en los últimos tiempos al no tener una posición clara en defensa de los trabajadores se vuelve cada vez más sistemática la represión ahora desde los ámbitos sindicales a trabajadores del país. Es evidente que este no es el camino, sino que debería dar vergüenza por el tipo de medida que se desarrolla desde estos ámbitos sindicales, lo que muestra que la “tipa” utilizada en los cuarteles se va introduciendo en los ámbitos sindicales, lamentable.