Sindicalismo del siglo XXI: FUS en lucha: Lanzan petición de change.org para profundizar el Sistema
- La Juventud Diario
- 25 ago 2018
- 5 Min. de lectura

La lucha y la democracia imperante en el PitCnt, la plata de los privados y la de los trabajadores, el género y lo que genera el modelo sindical progresista.
Integrados al negocio
Como tantas banderas del programa histórico de la izquierda y el campo popular, el sistema único estatal público y gratuito de salud se lavó con la llegada del progresismo al gobierno; resulta que un sistema único, estatal, público y gratuito de salud sólo sería posible con la implementación de un Sistema Nacional Integrado de Salud que oficiara de transición para realizar las transformaciones necesarias para conducir al primero. No era necesario esperar trece años y que se conforme una Comisión Investigadora a nivel parlamentario para darnos cuenta que la Reforma de la Salud del Frente Amplio ha sido un salvataje a las grandes empresas para perpetuarlas en el despreciable negocio de lucrar con la salud de la población trabajadora, asegurándoles a través del Fondo Nacional de Salud (FONASA) la transferencia de cuantiosas sumas de los dineros públicos a las arcas de estos prestadores de salud privados. El Estado vuelca unos 3 mil millones de dólares año a año a la salud, donde las 2/3 partes van a las mutualistas. Además el Sistema Integrado habla de complementación de servicios, pero no practica la complementariedad: los privados se enriquecen con más de la quinta parte de los recursos que le quedan a los Servicios de Salud del Estado por medio de contrataciones, compras directas y tercerizaciones, muchas veces viciados de conjunción del interés público con el privado, irregularidades e ilegalidades. Es un hecho, que en este marco de discutible beneficio a los empresarios por parte del Estado y aun con la reinstalación de los Consejos de Salarios donde intercede directamente el gobierno, estos niveles de ganancias no han sido acompañados por los de los trabajadores de la salud. Como también lo es, que ni la reforma de la salud ni esta negociación colectiva hubiese sido posible sin la colaboración incondicional de los dirigentes sindicales de los trabajadores; la FFSP, la FUS y el propio PitCnt. Trece años después, la plataforma de lucha de ambas federaciones reclaman avances para los trabajadores dentro de un Sistema Nacional Integrado de Salud que está estancado, y lo que se precisa es profundizarlo y no contraponerlo con el único estatal y público.
¿En qué lucha?
La Federación Uruguaya de la Salud llega a esta ronda de Consejos de Salarios cuyos acuerdos quedarán vigentes con cláusulas de paz y protocolos de prevención de conflictos hasta 2020, bajo la consigna “FUS en lucha”. El gobierno marcó la cancha antes de comenzar con pautas salariales que garantizan ajustes por debajo de la inflación que ya vienen arrastrando los trabajadores, y menores aún en los sectores que no sean considerados dinámicos en la economía nacional; 1% menos para el escalón intermedio y 2% para sectores en problemas. Con estas pautas avaladas por el PitCnt comenzó la negociación colectiva del nuevo convenio, donde el propio Poder Ejecutivo ubicó a la salud privada en el nivel intermedio a pesar de la enorme transferencia de recursos que le hace, y de las aspiraciones de los trabajadores. Es así que la FUS, quien defiende y pretende mejorar el Sistema Nacional Integrado de Salud y no combatirlo, promueve en el marco de su conflicto con las patronales una “Auditoría Pública sobre la Salud Privada en Uruguay”, preguntándose “¿Dónde está el dinero que el gobierno aporta al FONASA?”.
Auditorías y democracia
Sin embargo los pedidos de auditorías no son nuevos en la FUS; la corriente minoritaria en el seno de la FUS, que no pretende destruirla sino mejorarla (al igual que la FUS con el SNIS) reclama desde hace meses una auditoría en la Federación, pero la cúpula mayoritaria no ha dado lugar. Esto se origina cuando este año, el informe financiero al Congreso de la FUS da cuenta de unos 33.000 afiliados, y a la hora de enviar los delegados al Congreso del PitCnt un mes después, la cantidad se corresponden a 21.000 cotizantes. Los sindicatos más grandes que integran la FUS (APMU y AFCASMU) pero que están liderados por la corriente minoritaria, reclaman una Auditoría para conocer el destino de los aportes de sus afiliados, que justamente fueron además sumamente perjudicados en el reparto de los congresales al PitCnt, cuando han aportado religiosamente parte de su salario a las arcas de la Federación.
¿Cuánto cuesta luchar?
La negativa de los conductores de la FUS a someterse a una auditoría, ha llevado a que APMU y AFCASMU suspendan la transferencia de los dineros de sus trabajadores hasta que se aclare la situación. Por lo que la FUS una vez más censuró a la minoría, quitándole el voto en los órganos de dirección. Con esta excusa, la FUS pidió un aporte extra de $15 por afiliado (incluso a los de APMU y AFCASMU) para costear su conflicto mientras duren los Consejos de Salarios, para gastos de volantes, escenario y amplificación. Sin embargo, esta cruzada de exigir una auditoría al FONASA, lo que entendemos quizá el tiro más alto de la FUS en este conflicto… ¡es promovida por intermedio de una petición de change.org! Se trata de una página de internet para manifestar virtualmente la adhesión a una causa.
Debiendo cuotas
El Congreso del PitCnt y el conflicto interno con la minoría de la FUS presentan algunas sorpresas en cuanto a la lucha de género que se ha impuesto en la agenda, pero que el progresismo no parece haberlo recogido de forma loable. En el Congreso del PitCnt se destacó el cumplimiento luego de 15 años de una resolución de cuota femenina en el Secretariado Ejecutivo, ubicando a 5 sindicalistas en dicho órgano de dirección. Pero además, se utilizó esta bandera para crear la vicepresidencia de la central oficialista, que es ocupada justamente por una representante de la FUS: Soraya Larrosa. Larrosa, que integra la corriente mayoritaria dentro de la FUS pero que su lista no es respaldada siquiera en su sindicato de base por sus compañeros de trabajo (AFCASMU) es promovida en la dirección de todo movimiento sindical; mientras que la presidenta de ese sindicato, al igual que la presidenta de APMU, siendo los 2 sindicatos más grandes, como ya señalamos son censuradas en la dirección de su propia Federación. El tercer sindicato en tamaño es AFAE (La Española), cuya dirección sí está alineada con la línea mayoritaria. Allí, no se dudó en expulsar a 3 dirigentes electas democráticamente por la lista minoritaria, que tras obtener el 40% de respaldo de los afiliados fueron desbancadas de forma antiestatutaria por defender las posturas para las que los trabajadores las votaron. Una de ellas fue oponerse a la venta a la FUS en acuerdo con las patronales de un local del SETS (entidad de seguro de enfermedad de los trabajadores de la salud, patrimonio que pertenece a todos los trabajadores que lo integran), por la mitad de su valor. El saldo de la FUS parece deficitario en cuanto a la democracia obrera y las cuestiones de género, con los congresales de la minoría y la Auditoría que pide; pero positivo con las patronales que dice enfrentar. Quienes reivindican estar dentro del PitCnt porque solo allí inciden en los Consejos de Salarios, deben recordar que el acuerdo que terminarán firmando estos dirigentes con la patronal, estará vigente hasta que asuma el próximo gobierno, con paz social garantida.
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