San José: El país productivo necesita políticas estatales de fondo
- La Juventud Diario
- 28 jul 2018
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Por: Darío Camilo Perdomo Departamental 26M San José
A pesar de estos períodos de lluvia que siempre complican, por esta época a nivel nacional se están completando los cultivos de invierno, donde el trigo y la cebada encabezan las estadísticas. Según datos de la DIEA, el primero sobrepasa las 200,000 hectáreas de siembra, mientras que para la cebada el área de cultivo sobrepasa apenas las 170.000, más lejos, apenas por encima de las 50.000 hectáreas, se encuentra la canola, oleaginosa que irrumpe desde hace menos tiempo en la agricultura nacional. El clima justamente afectó la cosecha de la soja en su etapa final registrándose este año el peor rendimiento histórico por hectárea, lo que hizo que también en algunos casos, como contemplamos por aquí, algunos predios ni siquiera llegaron a trillarse.
En el sector lácteo, además del complejo panorama que se vive desde hace largo tiempo, se sumó que los trabajadores de la industria decidieron entrar en conflicto ante la falta de avances en los Consejos de Salarios y establecieron el trabajo a reglamento, es decir sin horas extras y sin cobertura de quienes falten por enfermedad u otras causas. En un principio se temió por las dificultades que podrían darse en la recepción, distribución y abastecimiento al público. Desde las gremiales lecheras en general se reaccionó con rechazo a las mismas por entender que al presente es muy delicada la situación de la industria y estas medidas harían colapsar a aquellas industrias lácteas con mayor grado de dificultad. Las medidas que comenzaron en Conaprole se extendieron luego a toda la industria láctea y finalmente a principios de esta semana fueron levantadas, a nivel departamental afectaron distintas plantas como Bomprole de Libertad, Lactosan de Puntas de Valdés, Ecomel de Ecilda Paullier a lo que hay que se sumarle la planta de Conaprole N° 8 de Rodríguez y la N° 11 de Rincón del Pino, además de Cerealín, planta de envasado en San José de Mayo.
El “Fondo de Garantía” que es la mini-solución que se instrumentó por parte de los acólitos gubernamentales, (que ya se sabe que es un engaña pichanga), se formó a partir de tomar $1,30 de la última suba del litro de leche vendido en el mostrador y piensa utilizarse para “contemplar” la deuda de los productores sólo con los bancos, todavía no ha comenzado a instrumentarse y se dice que recién posiblemente en el correr del mes de agosto estaría operativo.
Lo que está haciendo falta en forma urgente son políticas de fondo serias, de largo aliento, con respaldo y compromiso estatal, con seguimiento de los organismos que correspondan, si verdaderamente queremos y apuntamos un país productivo y solidario; solidario con los productores y con su gente, porque los paliativos mínimos, temporales y alguna mini-solución que en muchos casos llegan tarde, en definitiva terminan inexorablemente siendo parte de la cronología de una muerte anunciada.
Por su parte, los apicultores también están viviendo la peor zafra de su historia y hoy por el hecho de contar con presencia de Glifosato aproximadamente el 70% de la producción de miel no se está comercializando. Además de la pérdida en calidad, es la peor zafra en relación a kilos producidos y si a eso se le suma que los actuales precios de venta se encuentran por debajo de lo que se calcula el costo de producción el panorama a futuro es desalentador. Las distintas dificultades para este rubro han marcado un drástico descenso en la cantidad de productores, hace diez años en el país habían 4.200 apicultores, hoy sólo subsisten 2.800 pero se estima que el año próximo el abandono será mucho mayor, dado el desestimulo imperante por la falta de apoyo del MGAP y del gobierno para cambiar esta situación y promover un modelo productivo que los respalde.
Por la vía de los hechos se constata que la fuerza política de gobierno que alguna vez habló de un “Uruguay productivo y solidario” en realidad ha continuado transitando por la senda de un modelo económico neoliberal, dedicado a esperar con alfombra roja a la “inversión extranjera directa”: dícese de capitales que invierten en el país para generar ganancias exponenciales que están aseguradas de antemano por las facilidades dadas por el propio gobierno, que trata a su vez de mantener el “grado inversor” en lo cual el equipo económico pone su mayor esmero, pagando puntualmente los intereses de una cada vez más grande deuda externa.
Como resultado final se da la entrega de la tierra y los recursos naturales al capital extranjero, se afecta la productividad en la ciudad y en el campo, se promueve la rebaja salarial acentuada por las privatizaciones y las tercerizaciones, la falta de rubros para vivienda, educación, salud y para generar puestos de trabajo con salario digno, se siguen dando en las sucesivas Rendiciones de Cuentas, por lo tanto evidentemente estas políticas no pueden desarrollar a la sociedad en todo su conjunto.
Certificando este rumbo económico que nos lleva al acantilado, el Senado nacional aprobó recientemente un TLC con Chile, lo que significará, de votarse favorable en Diputados, más dependencia y recesión y más entrega de soberanía. En vez de promoverse acuerdos bilaterales de mutua conveniencia lo que históricamente ha sido lo más provechoso para nuestro país, este TLC con Chile por la vía de los hechos nos llevará a abandonar acuerdos regionales más recientes y nos dejará atados a una gran zona de libre comercio con países del Pacífico.
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