Editorial: Vivienda, bajos salarios y poca luz…

En los últimos tiempos en lo que se llama una política de izquierda encarada por el gobierno, todos los problemas provienen de la ineptitud de los “trabajadores”, en general que no comprenden lo bien que viven, cuando se ejecutan las políticas de privatizaciones, de bajos salarios y de luz cara para los usuarios. A ello habría que agregarle algunos problemas viejos pero que se agravan con esta política en la medida que no se han construido soluciones habitacionales para los más necesitados y sin capacidad de ahorro. En estos días el diputado Rubio, ha llevado adelante una serie de propuestas posibles en relación a la obtención de recursos financieros a los efectos de dar razones sostenibles para llevar adelante el proyecto de ley de vivienda que será próximamente tratado en el parlamento, y que se produce además en el marco de enormes demandas populares en el momento que también se define la última etapa del presupuesto nacional. En estos días que la educación ocupa una preocupación importante en la agenda nacional, parece como que los temas se agolparan, al tiempo que el gobierno hasta el momento no hace más que atinar a medidas recaudatorias provocando opciones falsas en la vida social. Por ejemplo en momentos que el gobierno afirma que producimos una enorme cantidad de energía dirigida a la exportación y a satisfacer el crecimiento de las demandas del consumo nacional no se habla de los apagones de la red eléctrica que se vienen produciendo en estos días, así como del precio que tiene el consumo de luz para el hogar de los uruguayos que nos sigue ubicando entre los más caros de la región. Siempre se explica que la luz eléctrica es el futuro, que la inteligencia artificial es el futuro, o en otras épocas no muy lejanas que la producción de alcohol para Ancap resultado de procesos biotecnológicos era también el futuro, pero, hasta ahora, vamos quedando como país progresivamente en la vía…y de yapa hemos apreciado un proceso creciente de corrupción que ha hecho trastabillar al gobierno nacional en todo su andamiaje político. Por ello es que hoy el tema de la construcción de viviendas suena tan fuerte, y ha concitado un creciente interés popular y político en dirigentes nacionales y departamentales que a veces la soberbia que se instala en el poder no lo percibe, o lo percibe demasiado tarde, cuando el desencanto popular es grande y es necesario acomodar la política hacia nuevos tiempos electorales. Nuestro país se ha destacado en los últimos tiempos como una plaza segura para la inversión extranjera y las privatizaciones resultado de las políticas que ha aplicado el gobierno nacional, y se ha destacado por el crecimiento geométrico de la deuda externa afectando el desarrollo económico propio, así como también, el trabajo y el salario. Esta inversión extranjera no ha estado destinada al desarrollo nacional y mucho menos a aumentar el nivel de empleos y salarios, ha producido troncos y celulosa para vender en mercados internacionales, lo mismo ha sucedido con la soja, o la producción agropecuaria en general donde el agro negocio se ha beneficiado a costa de los pequeños y medianos productores en vías de extinción. Hoy construir viviendas es parte del problema pero para miles enterrados en el barro y la falta de techo es el problema más importante, es necesario resolverlo.