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Opinión El Rancho Ragú

  • Foto del escritor: La Juventud Diario
    La Juventud Diario
  • 9 jul 2018
  • 4 Min. de lectura

por Yanko Silva

El rancho desde que llegaron los españoles a estas tierras de América fue una denominación en busca de lugares donde pudieran establecer campamentos. Por lo general este nombre se le daba a las viviendas hechas con métodos precarios, donde por lo general al avance de las tropas quedaban restos de estas construcciones a lo largo de los campos donde se habían construido. Se buscaban sitios propicios donde hubiera agua y árboles preferentemente medianos de fácil tala para acelerar el proceso. Se dice, según las malas lenguas, que con el tiempo de tantos viajes hacia estas tierras los marinos que venían en condiciones muchas veces extremas de supervivencia y en algunos casos hasta cumpliendo condenas por malos actos tratando de sobrevivir con el premio de su libertad si tocaban puerto seguro, comenzaron a burlarse en cierta forma de aquellas precarias viviendas, que por cierto no hacían más que cubrir los cuerpos del frío de la noche, y comenzaron a decirle rancho a los ensopados de mala calidad alimenticia. Aquí como en algunas partes del cono sur refiriéndose a rancho como lugar donde vivir, sigue siendo una palabra que denomina específicamente a los lugares de concentración para poblaciones de bajo nivel cultural y/o económicos. Si bien los techos ya no son de paja y son de chapa, en el mejor de los casos -sobre todo en las capitales- las paredes fueron cambiadas del barro a lo que conocemos como bloques. Estas realidades se trasladan en la actualidad a casi toda América como intento quizás de demostrar la supremacía poblacional y reflejar la precariedad para que crezcan los acaudalados, usándolos como excusa con la intención de conseguir ayudas humanitarias o préstamos millonarios usando como escudo a los más marginados con el pretexto y las promesas de sacar al mundo de la pobreza, lo cual es la historia repetida una y mil veces teniendo siempre con los mismos resultados. Aunque en muchas partes se les reubique mejorando un poco quizá con materiales un poco mas fuertes llegando a una calidad media, cosa que el lobo tenga que hacer más fuerza en su soplido para poder derribarlas, el sentido de rancho sigue siendo parte de la esencia; pues no hay muchas posibilidades de sustentar y fortificar el conocimiento con herramientas dignas de desarrollo para los cerdos que viven en estos establecimiento semi regulares y de apariencia igualitaria. Y podemos decir quizás como se distingue a los reclusos, poniéndoles el mismo mameluco y del mismo color. Por estos lares -y no sé si pasa en otras partes del mundo-, la cantidad de habitantes de las cárceles determina de igual manera a esas poblaciones que viven en los rancheríos aglomeradas entre el fango y la paja. Los presos le dicen rancho a la comida que se desplaza en una olla enorme por la cuadra donde en algún recipiente dejan caer el cucharón con lo que traiga. Podríamos compararlos con los marineros de aquellos barcos donde el vaivén del mar se asemeja al mismo de éstos, teniendo en cuenta que deben pagar sus errores sí, aunque muchas veces tenga que ver de qué lado está la marea de la ley. Entonces me vuelvo en retrospectiva a mi niñez cuando mi abuelo de origen italiano me contaba de estas diferencias similares cuando se refería al rancho, cambiándolo por la palabra guiso, que por cierto era una comida muy común en la casa pequeña donde vivíamos 13 personas y que además rara vez consumíamos una porción y media. Cabe aclarar que esa otra mitad, cuando la cosa estaba más difícil pasaba a ser la cena. Quizás el padre de mi abuelo fuera uno de esos marineros y por ello conocía esa palabra, pero de lo que estoy casi seguro es que mi abuelo era un avanzado de su época y para no hacernos tan pobres, en mi cabeza de niño, él tenía la capacidad de inventar nuevos dichos que ampliaran mi conocimiento. No obstante, con el tiempo me fui dando cuenta que el guiso además de ser una palabra común, reflejaba directamente a un sector de la población enmarcándola dentro de un puesto de pobreza; los más adinerados siempre decían que el guiso es para pobres, partiendo de la base que pasando por el sancocho o el ensopado, el guiso estaba en el primer lugar porque se hacía con verduras baratas, con huesos sin carne para darle un poco de gusto, un poco de arroz o fideos sueltos y en ocasiones volviéndose casi un festín se le ponía carne molida. Pero eso sí, de la más económica, de esa que se reduce a la mitad por el gran contenido de grasa que trae. En la actualidad hacer un guiso para 4 personas cuesta bastante más caro, lo cual hace del guiso una comida de ricos que siguen comiendo los pobres. Pero el pasado es tenaz, persistente y no quiere (como en tantas cosas que han ocurrido a lo largo de la historia) correr el riesgo a ser olvidado. Por ello en las cárceles se deja bien claro que el rancho es el rancho y que en casi la totalidad de los casos el que come rancho seguro nació en uno. Tengo algunos conocidos que han viajado por algunas partes de Europa y me han contado que por esas tierras se come guiso pero ellos, sobre todo en Francia, le dicen Ragú. El Ragoût o Ragú es un guiso de carne cortada en trozos pequeños, rehogada y cocida en un recipiente bien tapado, al que se le añaden diversos ingredientes, especialmente papas y verduras. También me contaron que es un plato donde en los mejores restaurantes te puede salir bastante caro, pero que sin importar esas menudencias siempre vale la pena probar esta comida bastante típica de esas tierras. Aclaro que muchos de ellos acá les nombrás la palabra guiso y ponen una cara de asco, como si les hubieras dicho algo malo. Aquí en todo caso, más allá que su costo sea muy elevado, debo admitir que hemos perfeccionado su elaboración o al menos a lo que yo recuerdo de mi niñez; sabemos de la lenteja, la arveja, los porotos y alguna otra cosita que nuestro presupuesto pueda costear, pero claro de seguro que el ragú sabe mucho más apetecible para los turistas... y sí... más si andás por aquellas alturas donde de seguro para darle un toque de distinción te lo sirven con una hojita de perejil, albahaca o apio a modo de adornar el plato...


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