No es posible desarrollar el país sin los trabajadores Es necesaria otra política económica

En la vida social no tenemos ninguna duda que el trabajo es la actividad central, la más importante en la vida de las personas, ella genera toda la creación y también lazos importantes que van moldeando toda la vida de las generaciones que procesan la vida y la lucha de toda una época. Por ello es que cuando se instala en nuestro país una política que va en sus contenidos fundamentales contra los trabajadores, no es posible deslindar las decisiones que la hacen posible, para más tarde intentar en los ámbitos sindicales y sociales ponerse en contra. No es una novedad que en todo el proceso de las luchas reivindicativas, el movimiento de los trabajadores va quedando cada vez más enfrentado a las políticas de recorte, privatizadoras y de rebaja salarial constante impulsadas por el gobierno, que cada vez favorece más abiertamente a los grandes empresarios ante los cuales sus dirigentes han capitulado. Ello cada día que pasa se torna más evidente, pues en todo este tiempo las privatizaciones y la inversión extranjera han sido los grandes privilegiados por la política económica, que en estos tiempos se han desarrollado en forma amplia en toda la producción nacional, produciendo como no podía ser de otra manera un movimiento contractivo en la vida del país. No puede leerse de otra manera que en los últimos tiempos, ya el 50 % de la tierra productiva se encuentre en manos extranjeras, lo que debería hacernos reflexionar más a menudo sobre los problemas del país y como resolverlos en una perspectiva de lucha de los trabajadores en un capitalismo de estrecha dependencia con el capital financiero. Es evidente que la crisis que hoy tiene la economía nacional que hace cada vez más amplia la explotación de miles de trabajadores, aumentando la desocupación, y llevando a la ruina a miles de pequeños y medianos productores, no tiene ninguna contemplación por parte del gobierno nacional en las necesidades básicas de estas clases sociales que son una de las claves para el desarrollo nacional, en el marco de una nueva política agraria e industrial. Lo que hoy se torna evidente ante los trabajadores que la política de gobierno en contubernio con la política de los dirigentes sindicales oficialistas, no sólo no contempla a los trabajadores sino que mantiene privilegios concertados, mediante el constante intento de desmovilización popular. En estos días que la inflación afecta al salario, y que no existe un solo intento de movilización sostenida, sino que constantes esfuerzos de conciliación y concertación con el gobierno y las empresas, el tema del salario y el empleo pasa a tener una importancia principal en las luchas de los trabajadores del país. Ello tiene una trascendencia mayor cuando los procesos de privatización, de bancarización financiera obligatoria, de escasos rubros para la educación y de falta de viviendas que puedan alcanzarse con los ingresos actuales, imponiendo en los hechos, un nuevo giro a la vida nacional. Actualmente es más necesario que nunca desarrollar mayor organización popular, ampliar las miras y los horizontes pues nuevas contradicciones emergen y será necesario resolverlas en nuevas dinámicas de lucha y de unidad política para enfrentar la entrega de la soberanía nacional y las necesidades inmediatas de los trabajadores.