Editorial: Rendición de cuentas en el área… Mucho “libro gordo”, números y salarios miserables

En los últimos años cada vez que entra la rendición de cuentas a los efectos de definir el presupuesto nacional al parlamento los trabajadores tiemblan de emoción por el fútbol y también por la lógica implacable de la clase dominante en la política económica de privatizaciones, endeudamiento externo y todo el proceso que impone la inflación, la desocupación crónica, y la devaluación constante de la moneda nacional frente al dólar. No constituye una novedad lo que está sucediendo en nuestro país en materia de política económica, sin embargo ante el enorme desatino que los orientales vivimos todos los días, en las diversas aristas que tiene la vida social de los trabajadores, existen cuestiones comunes que están lejos de resolverse en estos días en forma definitiva. En estos días que la dimensión de toda la política económica que se ha llevado adelante durante estos años, está sobre la mesa con la aparición de grandes negociados para empresarios particulares, que han realizado más que significativos negocios obteniendo grandes beneficios a costa de los trabajadores que no han recibido salarios, ni inversión en servicios públicos que beneficien sus condiciones de vida, para enfrentar condiciones de vida que a diario los llevan al paro y a la marginación. En estos días va quedando claro que el presupuesto en su versión final, no llegará a contemplar ni las necesidades de la educación, ni del salario, la salud, y la vivienda, por más que se han hecho propuestas más que importantes que han demostrado que se puede mejorar lo hecho para beneficiar a los que hasta ahora no han tenido condiciones salariales dignas y vivienda que satisfaga las necesidades de las familias de las personas que no tienen capacidad de ahorro, porque tienen bajos ingresos. En estos días se han conocido nuevos lugares con trabajadores que marchan en forma constante a la desocupación pues las grandes empresas que se han instalado en los últimos tiempos también achican sus presupuestos por la evidente recesión que se vive en el proceso productivo nacional, que presenta los signos ya largamente conocidos en la economía nacional. Ello una vez más pone en evidencia que el rumbo económico y social debe ser otro, pues esta situación que tanto ha difundido como diferente el gobierno nacional, es evidente que es en esta esfera más de lo mismo, y al no resolverse termina siendo mucho peor pues se agrava la situación en los hogares más humildes. La política de endeudamiento por la que ha transitado el gobierno lleva a un espejismo primero, pues todo parece que va bien, pero más tarde nos enfrentamos al verdadero problema insoluble, como es la deuda en crecimiento, la marginación social y junto a ello la violencia social en ascenso en ascenso en todo el país. Por ello es que el presupuesto que ha entrado para la discusión parlamentaria final presenta recortes de todo tipo, que dejan por tierra a las promesas electorales de años atrás. Es necesario una vez más demostrar que el contenido de esta política merece ser cambiado con un sólido programa popular que contenga propuestas en las necesidades fundamentales, de los trabajadores nacionales y de amplios sectores que se vienen empobreciendo en forma abrupta. Ahora hay que movilizarse, y construir otra política nacional popular e independiente del gobierno fondomonetarista.