Educación: El “convenio” 2015 se está cumpliendo
- La Juventud Diario
- 23 jun 2018
- 3 Min. de lectura

Prof. Andrés Freire
Días pasados analizamos con claridad un punto clave con respecto al actual conflicto en la educación, nos referimos al reclamo del 6% del PBI para la ANEP y la UDELAR, reclamo que compartimos, pero que no avalamos la frase “lo prometido es deuda”. El Frente Amplio nunca se comprometió en su programa de gobierno a otra cosa que no fuera tender al 6% del modo que lo calculan actualmente en educación, y eso a un ritmo desesperadamente lento en todo caso pero lo está cumpliendo. Compartimos incluso fragmentos del programa de gobierno de la fuerza política en el gobierno y lo comparamos con el programa de gobierno de la Izquierda, la Unidad Popular y las diferencia son claras, en el primer documento un vago compromiso a tender, en el segundo documento una clara determinación de otorgar el 6% del PBI para la ANEP y la UDELAR como un piso mínimo y no una meta lejana al llegar. Hoy nos vemos en la obligación ética de plantear otra discrepancia con el discurso del sindicalismo mayoritario; por supuesto que compartimos el objetivo de lograr un aumento salarial en la educación, y en la medida de nuestras fuerzas y nuestras posibilidades acompañamos en función de nuestra estrategia. Lo que no compartimos es que se proclame a los cuatro vientos que el convenio salarial 2015 no se está cumpliendo. Los documentos hay que leerlos en su totalidad, no tomando en cuenta sólo lo que nos gusta o nos conviene. Así, en el articulo cuatro se garantiza un aumento salarial para el 2016 y 2017 que se cumplió y la intención de llegar a un salario equivalente a 25000 pesos de 2015 en el caso de los docentes, el documento es claro dice intención, lo que no es más que una expresión de buena voluntad. Por si esto no fuera poco la clausula 12 A dice textualmente “El Poder Ejecutivo deja expresado en este convenio de buena fe en relación a acompañar la continuidad de los aumentos salariales posteriores al presente convenio, sin perjuicio de que la posibilidad de seguir avanzando dependerá de la evolución de la situación macroeconómica”. He aquí entonces la clausula del gobierno, afirma que tiene voluntad pero no tiene el dinero, y asunto terminado. Por supuesto que podemos replicarle que en realidad plata hay, para la deuda externa, UPM o la casta gerencial que florece como hongos, o para el Plan Ceibal que se lleva muchísimo dinero y que es una de las vacas sagradas que casi nadie cuestiona, pero quien determina cuál es la situación macroeconómica son ellos. ¿No recuerdan los sindicalistas del PIT CNT lo que firmaron? Y ojo no los juzgamos por eso, se vieron entre la espada y la pared y firmaron. Entiéndase bien una cosa, nosotros no apoyamos al gobierno, el convenio 2015 es espurio de origen, se le impuso a los docentes con la condición de que era eso o nada, y esto fue avalado en el Parlamento por el infame artículo 654 de la Ley presupuestal, con el voto de TODA la bancada de gobierno, incluyendo la argumentación en contra (pero votó a favor) del diputado PUIG del PVP y la argumentación y voto a favor del entonces diputado Andrade del PCU. De hecho, cuando ATES no firmó no se le dio absolutamente nada, hasta que, cambio de dirección mediante, firmó y se le dieron las mismas tres monedas que al resto. Pero el convenio cumplirse se cumplió, el problema no es el convenio en sí y la discusión no debería ser tampoco si firmar o no, el problema es que NO EXISTE NEGOCIACIÓN COLECTIVA EN EL SECTOR PÚBLICO. Eso es lo que casi nadie denuncia, porque hacerlo implica chocar con la mitología que sostienen a la vez el gobierno, el PIT CNT y el Frente Amplio. Uno de los publicitados grandes logros del progresismo es el de la “negociación colectiva”. El problema es que nadie nos ha podido explicar cuál es la diferencia entre que no exista ley de negociación colectiva como en los 90; o que exista ley, se dialogue mucho y no se negocie nada. A las vacas sagradas nadie las toca, los dirigentes del PITCNT y la CSEU también podrían haber planteado reducir el Plan Ceibal y todos sus proyectos, su estructura gerencial y las tablets para alumnos y jubilados. Es una suma enorme de lo que supuestamente se gasta en “educación”, pero de esto tampoco como hemos dicho se habla. El conflicto 2015 saldó las cuestiones que se quieren replantear ahora, y es un candado cerrado con siete llaves, la salida es en gran medida que los trabajadores de la educación dejen de votar a los cerrajeros.
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