Editorial: El nuevo muro de USA primero México ahora Canadá

Mientras en nuestro país, ahora hay partidos políticos, que en estos días no han encontrado nada mejor que hacer propaganda por el color de la camiseta uruguaya, expresando una importante ausencia sobre las consideraciones que deben de tenerse en cuenta a la hora de orientar e país, que hoy se debate en una crisis por demás importante. En estos días que tantas cosas pasan en el mundo, hay algunas de ellas que vale la pena reparar aunque sea por un instante, pues mientras en nuestro país se ha intentado sugerir un debate de nuevos TLC, ha pasado hace pocos días una nueva reunión del grupo de los 7 en Canadá, donde por primera vez en la historia en forma patente, ha existido una nueva relación de fuerzas entre los países capitalistas más importantes, incluyendo la soledad de Trump, ante la UE, Japón, que ante el viraje proteccionista que su política a abandonado en forma brusca a sus principales aliados dejando las principales industrias principalmente la metalúrgica sin el arancel del 25% con que contaban, para llegar al mercado norteamericano. Es notorio que los reveses en Siria, a los países de la OTAN les ha significado una nueva situación ahora negativa para sus intereses, pues los obliga a enfrentar también la antigua alianza militar de otra forma, pues el gasto es muy alto y Estados Unidos no parece dispuesto a respaldar como antes las finanzas europeas, cuando se le presentan nuevos desafíos en Asia y Medio Oriente. Lo cierto es que en las últimas décadas el mundo se ha escandalizado con los muros, pero lo cierto es que en la medida que pasa el tiempo nuevas situaciones abren nuevas contradicciones que no parecen resolverse en forma tan rápida como algunos auguraban hace solo algunas décadas atrás. El imperialismo necesita marchar contra nuevos enemigos externos de distinto tipo social, y de prácticamente todas las razas, pues la razón principal por la cual ofende en forma constante, son sus necesidades de control del desarrollo económico y técnico a los efectos de poseer las mayores riquezas del planeta. Claro que esta motivación que parecía tan sencilla de alcanzar se ha ido complejizando, por la irracionalidad sin límites de la política imperial y de la falta de resoluciones globales a los grandes problemas de la humanidad. En Quebec, Trump ha quedado enfrentado a los principales jefes del G7, que desde hace ya un buen tiempo tienen problemas insolubles, en los grandes nudos que ha tejido la política de los países de occidente tras el compás del FMI, el Banco Mundial y la OTAN, con todos sus derivados, que se presentan como un verdadero espejismo en el que deben mirarse los habitantes del planeta en nuestros días. Estados Unidos empantano su política de guerra en Siria, sufriendo una derrota evidente y perdiendo aliados, se retira unilateralmente del acuerdo nuclear con Irán, deja a los principales países aliados de la UE abandonados a su suerte, e intenta un acuerdo con la República Popular Democrática de Corea por primera vez en la historia entre ambos países pero con alcances universales, que aún no se conoce, en toda su magnitud. Lo que es cierto es que nuevamente con Trump, en medio de problemas muy importantes, Estados Unidos vive sobresaltos importantes que también alcanzan a sus aliados. Lo que sí es cierto es que ahora el mandatario norteamericano ha levantado un nuevo muro hacia Canadá, y sus viejos aliados de Europa. Es obvio que el mundo no es sólo celeste, los uruguayos, en estos días parece difícil que nos demos cuenta.