Columna: Cuando el engaño hace imposible cualquier acuerdo
- La Juventud Diario
- 8 jun 2018
- 2 Min. de lectura

Escribe: Prof. Andrés Freire
Días pasados un amigo frenteamplista, muy preocupado por una eventual derrota del Frente Amplio en un ballotage, algo que en el horizonte se ve como muy lejano pero no imposible, me preguntaba si no sería posible un eventual acuerdo entre la UP y el Frente Amplio para esa ocasión. En teoría no es algo fantasioso, de hecho en numerosas experiencias fuerzas de izquierda han pactado acordando ciertas condiciones con fuerzas a su derecha dándoles a ésta o gobernabilidad o permitiéndole ganar las elecciones para evitar la llegada de un gobernante reaccionario. Incluso se puede sostener a un gobierno así como la cuerda que sostiene al ahorcado. Pero el problema es que pedir que sea acorde a los votantes que depositan su confianza en nosotros. Por ejemplo hagamos ciencia ficción y en el escenario más favorable, la UP sacó 3% de votos y se visualiza un ballotage cabeza a cabeza donde un pronunciamiento de nuestros candidatos puede ser decisivo por la paridad enorme que hay. Entonces el progresismo nos pide el voto y nosotros a regañadientes se lo damos a cambio de algunas condiciones: Aprobación y Ejecución del Plan Nacional de Vivienda Popular, Aprobación y Ejecución de nuestras iniciativas en Deportes, Aumento sustancial del Salario Mínimo, Presupuesto significativamente mayor para la educación pública, aguinaldo para los jubilados. ¿Sin embargo, que garantía tendríamos que se cumpliera un acuerdo así? Absolutamente ninguna. Veamos la gravedad de lo sucedido con respecto al engaño y el autoengaño surgido en torno al 6%; olímpicamente el Ministro de Economía se desentiende del número diciendo que 5% y algo es “tender”, y cosa laudada, mientras la bancada aplaude y dice que es equilibrada. Una promesa que se abandona y se incumple impunemente, porque los compromisos con el pueblo para los sectores populares son papel mojado: ¿Qué valdría un compromiso firmado con nosotros? Uno no puede acordar nada con quien su palabra no vale nada, con quien se desentiende de cualquier compromiso, con quien tiene el sí señor pronto al gran capital nacional y trasnacional mientras se desentiende de los compromisos con los trabajadores del campo y la ciudad. ¿Qué se puede acordar con quienes no son capaces ni siquiera de cumplir con sus propios electores? ¿Qué se puede acordar con los que han confirmado en estas horas lo que decidieron el 24 de agosto del 2015 con la esencialidad, y le mintieron a la Nación?: Nada. Por eso yo en lo personal voy a votar en primera, segunda y tercera vuelta al maestro Gonzalo Abella y a Gustavo López, quizás algún día llegue el momento en que debamos optar en un ballotage por algún candidato en forma decisiva, y debamos o podamos acordar directa o indirectamente nuestro apoyo, pero ese momento está muy lejos. La elección que importa para nosotros es Octubre, donde necesitamos tener una poderosa bancada de izquierdas, después se verá quién es el administrador, nosotros no deseamos ni el triunfo ni la derrota de nadie, pero si el Frente Amplio pierde será consecuencia únicamente de sus sí y sus no, de sus engaños y autoengaños, y en definitiva de su gobierno de y para los malos extranjeros y peores americanos. Chartago delenda est. *
*Cartago destruido
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