Lucha presupuestal Estudiantes ocuparon el Liceo “Dámaso”

El centro de estudiantes del Liceo 3 Dámaso Antonio Larrrañaga ocupó el pasado lunes en el marco de la lucha por presupuesto para la educación. Esperaban una respuesta de las autoridades hasta la hora 22 para evaluarla y de considerarla satisfactoria levantar la medida ese mismo día. Ante la falta de respuestas, prolongaron la ocupación durante todo el día de ayer y a última hora volverían a realizar asamblea para rever el estado de situación, sin descartar continuar con la medida en el edificio ubicado en Jaime Cibils y Centenario, hasta no lograr soluciones a sus reclamos. El centro de enseñanza de segundo ciclo precisaría 8 funcionarios por turno para trabajar adecuadamente, y los alumnos denuncian que tienen apenas 11 a lo largo de todo el día, así como más horas docentes para atender la superpoblación en las aulas. A los problemas edilicios se suma la falta de insumos y material de trabajo mínimos. Los problemas sociales que padece el estudiantado han llegado al límite de la autoeliminación de 2 jóvenes en el último tiempo, y ni los compañeros ni la Dirección están preparados para manejarlo, por lo que reclaman además un equipo multidisciplinario para atender a la población del Liceo. La medida es llevada adelante exclusivamente por los estudiantes respaldados en los funcionarios de mantenimiento y administrativos. Los profesores aclararon que apoyan la lucha de los estudiantes pero que desde el sindicato no llevan adelante ninguna medida. Victoria, vocera del gremio estudiantil dijo a Diego Martínez, periodista de CX36 y colaborador de La Juventud que “la medida de ocupación se tomó en una asamblea estudiantil con participación de todos los turnos” en el marco de la discusión en torno a la lucha presupuestal y la necesidad del 6%, a raíz de lo cual comprendieron las consecuencias directas “que traía a esta institución; los problemas edilicios, la falta de funcionarios, la falta del equipo multidisciplinario, la superpoblación y hasta falta de equipo de trabajo”. La gremialista denunció que tienen “dos computadoras que sirven” y “una sola impresora”, que incluso estos días no tienen hojas siquiera.