Los compañeros en nuestra memoria
- La Juventud Diario
- 28 may 2018
- 5 Min. de lectura
CHAVES SOSA, Ubagesner. Detenido-desaparecido el 28/5/76 en Uruguay. Nació el 15 de febrero de 1938 en Rivera, casado, tiene una hija, trabajaba como obrero metalúrgico y militaba en su gremio y en el Partido Comunista. Dice su esposa, Isidora Musco: "El 24 de febrero de 1976 a las 02:00 de la mañana varios hombres que se identificaron como de las Fuerzas Conjuntas se presentaron a buscar a mi esposo en el domicilio de Estanislao Vega. Como él no estaba, 2 de ellos se quedaron hasta el día siguiente y al ver que no llegaba también se retiraron. El 20 de mayo de 1976 las mismas personas fueron al domicilio de mis padres con igual propósito, amenazan con llevarme con ellos hasta que apareciera mi esposo, lo cual después no hicieron. El 28 de mayo de 1976 fue detenido en la calle Vaimaca, frente al Nº 1280 ante testigos, por personas que hablaron en clave por teléfono desde una casa particular. Allí pidieron una cuerda. Al rato llegó una camioneta cerrada de las FFAA. Antes de ser llevado mi esposo pidió a las personas que vivían en la casa frente a la cual fue detenido que dieran a nuestra hija un paquete que llevaba, pues era un regalo por su cumpleaños. Ellos nos localizaron y nos avisaron lo sucedido. A partir de entonces comencé a hacer averiguaciones, pero me contestaban que no estaba detenido. El 3 de junio de 1976, en horas del mediodía concurrí al ex museo del Prado, lugar donde se recibía ropa para los detenidos. Allí fui informada de que mi esposo no figuraba en la lista de detenidos y por ese motivo no podían recibirme la ropa que llevaba. De allí me dirigí a la casa de hermana, donde fui detenida por personas uniformadas que también detienen a mi cuñado y nos llevan en una camioneta cerrada color celeste al establecimiento militar de Boizo Lanza. Estando allí detenida ví a mi esposo que iba caminando encapuchado y seguido por un soldado. Su estado físico era débil, se le doblaban las piernas y se le caía la cabeza. Lo reconocí por su porte y la ropa que llevaba puesta. (...) Mi esposo fue visto a partir del momento de su detención por varias personas que se encontraban detenidas en ese momento y con los cuales fue sometido a careos. Todos coinciden en indicar el deterioro de su estado físico y psicológico a causa de las torturas y tratos apremiantes a que fue sometido. Posteriormente concurrí muchas veces a Boiso Lanza a averiguar sobre mi esposo. A pesar de que me negaban que él estuviera allí, por conversaciones que escuché y mantuve con el personal de tropa y oficiales, tuve el convencimiento de que seguía detenido allí por lo cual continué insistiendo. Siempre fui atendida por un cabo de apellido Pedroso, quien se identificaba como el secretario del Juez sumariante Cap. Spinatelli y un día me llevó a hablar con un oficial que me informó que mi esposo había estado detenido allí pero que lo sacaron en un operativo y se dio a la fuga. El 10 de Julio de 1976 volvieron a mi casa varios hombres armados de particular que registraron toda la casa y se llevaron 60 libros de literatura general y de ciencias políticas que teníamos en nuestro domicilio. El día 21 de julio de 1978 presenté recurso de Hábeas Corpus ante el Sr. Juez Militar de Instrucción de 1er. Turno, donde se me informa que no se tenía registrada la detención de mi esposo en ninguna de las tres armas. Dicha información se contradice con la del juez sumariante, quien afirmaba que había estado detenido pero al sacarlo en un operativo se había dado a la fuga. O.M.L. fue detenido el 3 de junio de 1976 y llevado a la base Boiso Lanza. Allí oyó la voz de Chaves que estaba siendo torturado. Al día siguiente los pusieron frente a frente, encapuchados y los interrogaban al mismo tiempo. Fue la única vez que estuvo con él. Reconoció su voz porque lo conocía bien, ya que al pasar a la clandestinidad compartieron un apartamento bastante tiempo. Por su parte Gerardo Barrios, que fuera detenido seis días después, relata que "en el entorno del 8 de junio de 1976, en una de las sesiones de tortura terminan conmigo, empiezan con él, lo dejan y se van a tomar una copa al casino. A los minutos Chaves empieza a respirar mal, (...) le pego el grito al guardia, vienen oficiales, llaman al médico de guardia, que viene y dice "es el bobo", refiriéndose al corazón de Chávez. El cuerpo no apareció nunca, y quien nos torturaba en ese momento era Enrique Ribero, conocido dentro de Boiso Lanza como el "Quique", que en aquel momento tenía el grado de teniente. El gobierno uruguayo informó el 21 de mayo de 1984 a la CIDH de la OEA: "Ubagesner Cháves fue detenido el 28 de mayo de 1976 por sabérsele vinculado a actividades subversivas, habiéndose dado a la fuga el 8 de junio del mismo año". El 26 de junio de 2004, se colocó una placa de bronce en su memoria, en la esquina de las calles Bayona y Trápani, realizada por el artista plástico Dumas Oroño. La Comisión para la Paz considera confirmada la denuncia sobre desaparición forzada del ciudadano uruguayo Ubagesner Chaves Sosa (C.I. Nº 1.150.711) porque ha recogido elementos de convicción coincidentes y relevantes que permiten concluir que: a) Fue detenido el día 28 de mayo de 1976 a las 17 horas, frente a la calle Vaimaca 1280. b) Fue trasladado a la Base Aérea de Boiso Lanza y recluido en la perrera de dicha unidad, sometiéndole a torturas. c) En la noche del 10 al 11 de junio de 1976, durante un intervalo de la tortura, comenzó a respirar con dificultad y falleció. Pocos minutos después, cuando arribó el médico, constató su deceso, al parecer a consecuencia de una falla cardíaca. d) Para ocultar su deceso, se fraguó la falsa versión de que se había fugado el 8 de junio de 1976. 2. Sus restos –según la información recibida- habrían sido primero enterrados en un lugar no especificado y después exhumados a fines del año 1984, incinerados y tirados al Río de la Plata. El 29 de noviembre de 2005 las excavaciones que se realizaban en la conocida como “Chacra de Pando” dieron como resultado el hallazgo de restos humanos que luego de efectuados los estudios correspondientes determinaron que se trataba de quien en vida había sido Ubagesner Cháves Sosa. Valentina Cháves Musco continúa esperando respuestas para ella y para su hijo. Porque quiere contarle la historia, pero con final. El día 14/3/06 luego de ser homenajeados en la Universidad de la República, sus restos acompañados por una multitud, recibieron sepultura. Faltaban apenas dos meses y 14 días para que se cumplieran 30 años de la desaparición de Ubagesner.
Comentários