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A 200 años del natalicio de Carlos Marx EL FUEGO QUE NO SE EXTINGUE

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    La Juventud Diario
  • 4 may 2018
  • 11 Min. de lectura

“Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto bajo la maleza idológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo. Pero no es esto sólo. Marx descubrió también la ley específica que mueve el actual modo de producción capitalista y la sociedad burguesa creada por él . El descubrimiento de la plusvalía iluminó de pronto estos problemas, mientras que todas las investigaciones anteriores, tanto las de los economistas burgueses como las de los críticos socialistas, habían vagado en las tinieblas. “ Federico Engels

Por Gustavo López:

Su vasta e influyente obra abarca diversos campos como la filosofía, la historia, la ciencia política, la sociología, la economía, el periodismo y la literatura. Karl Marx nació en Tréveris, Reino de Prusia el 5 de mayo de 1818. Poco se sabe sobre la infancia de Karl Marx. Se educó en casa hasta que en 1830 entró en el Instituto de Tréveris. Estudió en la Universidad de Bonn y en la Universidad Humboldt de Berlín, a donde se interesó en las ideas filosóficas de los jóvenes hegelianos. En 1842 se trasladó a Colonia para dedicarse al periodismo. En 1843 se mudó a París y colaboró con periódicos radicales, como los Anales Franco-Alemanes , así como una serie de libros, algunos de ellos coescritos con Engels. En 1845 fue exiliado a Bruselas, Bélgica, lugar en el que se convirtió en una figura importante de la Liga de los Comunistas. En 1848 retornó a Colonia con la esperanza de ver la revolución extenderse a Alemania. En 1849 se trasladó a Londres, a pesar de la pobreza, siguió convirtiéndose en una figura destacada. Testigo y víctima de la primera gran crisis del capitalismo (década de 1830) y de las revoluciones de 1848, Marx se propuso desarrollar una teoría económica capaz de aportar explicaciones a la crisis, pero a la vez de interpelar al proletariado a participar en ella activamente para producir un cambio revolucionario. Las teorías de Marx sobre la sociedad, la economía y la política, que se conocen colectivamente como el marxismo, sostienen que todas las sociedades avanzan a través de la dialéctica de la lucha de clases. Fue muy crítico de la forma socioeconómica vigente de la sociedad, el capitalismo, al que llamó la “dictadura de la burguesía”, afirmando que se llevaba a cabo por las acaudaladas clases dueñas de los medios de producción, para su propio beneficio. Sostuvo que la sociedad bajo el socialismo, sería regida por la clase obrera en lo que llamó la “dictadura del proletariado”, el “Estado obrero” o “democracia obrera”. Entre su prolífica y voluminosa obra podemos contar:

◦ Escorpión y Félix (1837) Novela humorística es la única historia cómica de ficción que ha sido escrita por Karl Marx. Redactada en 1837, cuando Marx tenía 19 años, no fue publicada hasta muchos años más tarde.

◦ Diferencia entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la de Epicuro (1841) Tesis doctoral de Karl Marx. En ella se analiza en detalle la diferencia y sus consecuencias entre la física de Demócrito y Epicuro.

◦ Crítica de la filosofía del derecho de Hegel (1843) Crítica a algunos párrafos de la obra de Hegel relacionados a su filosofía del derecho.

◦ Sobre la cuestión judía (1843) Ensayo considerado como uno de los trabajos clásicos más importantes de filosofía política.

◦ Notas sobre James Mill (1844) Crítica e piezas los elementos de economía política de James Mill.

◦ Manuscritos económicos y filosóficos de 1844 Primer esbozo de la teoría crítica de Karl Marx.

◦ Tesis sobre Feuerbach (1845) Once breves notas filosóficas que resumen una crítica de las ideas del joven filósofo post-hegeliano Ludwig Feuerbach.

◦ La ideología alemana (1845) Obra escrita por Karl Marx y Friedrich Engels. En este texto se encuentran muchas de las tesis principales del materialismo histórico por primera vez en el pensamiento marxista.

◦ La sagrada familia (1845) Libro escrito por Karl Marx y Friedrich Engels. Es una crítica hacia los jóvenes hegelianos y su corriente de pensamiento, muy popular entre los círculos académicos de la época.

◦ La miseria de la filosofía (1847) Polémico libro en respuesta al escrito “La filosofía de la miseria” de M. Prouhdon.

◦ Trabajo asalariado y capital (1847) ◦ Manifiesto Comunista (1848) También conocido como El Manifiesto del Partido Comunistaes uno de los tratados políticos más influyentes de la historia, fue una proclama encargada por la Liga de los Comunistas a Karl Marx y Friedrich Engels

◦ El 18 Brumario de Luis Bonaparte (1852) En esta obra Marx intenta exponer cómo el golpe de Estado del 2 de diciembre de 1851 en París, dado por Luis Bonaparte, fue propiciado como resultado de la lucha de clases y las condiciones materiales que cada una de ellas defendía dada la escena política del momento.

◦ Grundrisse (1857) También conocido como Elementos fundamentales para la crítica de la economía política son una recopilación de anotaciones que pueden considerarse borradores de su obra cumbre, El Capital.

◦ Teorías sobre la plusvalía (1862) Contribución a la crítica de la economía política

◦ El Capital (1867) Tratado de crítica de la economía política; al mismo tiempo, ha sido también leído como una obra de filosofía, como un tratado de economía, o como un tratado político sobre las relaciones de dominación entre las clases, de un lado los proletarios y de otro los burgueses.

◦ La guerra civil en Francia (1871) ◦ Crítica del programa de Gotha (1875)

Obra clave de Karl Marx con motivo del proyecto de programa que se iba a aprobar en el Congreso de Gotha en el que iban a fusionarse la lassalleana Asociación General de Trabajadores de Alemania y el marxista Partido Socialdemócrata Obrero de Alemania, para dar nacimiento a un nuevo partido, el Partido Socialista Obrero de Alemania. Marx es el pensador más influyente en la historia de las ideas, su brillantez intelectual y su compromiso revolucionario lo convierten en una referencia insoslayable para quienes pretendemos transformar el mundo.

Odiado, calumniado y vilipendiado por las clases dominantes de todas las épocas y respetado y admirado por los trabajadores y oprimidos del mundo. Nunca en la historia una teoría produjo semejante transformación en las esperanzas y aspiraciones , en la cultura y los valores de tanta gente. Millones de personas han puesto su vida en juego apropiándose en su lucha de la concepción del mundo de Marx y sus continuadores. En justa articulación entre el rigor científico y la pasión militante Marx diagnostica la sociedad capitalista y ofrece un condensado programa para su superación. Colocando a la clase obrera en el centro de la escena como portadora de un proyecto histórico y social propio. Los apologistas del orden burgués y toda su caterva de intelectuales domesticados no escatiman esfuerzos en declarar la obsolencia y hasta la muerte del legado marxista, no obstante, la porfiada realidad se encarga de demostrar con meridiana claridad que el núcleo duro de la obra de Marx sigue constituyendo una guía irremplazable par quienes pretendan enviar al capitalismo al museo de la peor historia del género humano sobre este planeta. En efecto, todas las rebeliones populares, todas las insurrecciones contra el capital, todas las revoluciones, encuentran fuente de inspiración en la luminosidad y el espíritu de combate de la obra Marxista. Con el propósito de acercar a las nuevas generaciones de militantes a la obra del padre del socialismo científico, considero útil aproximarnos al Manifiesto Comunista, texto de cardinal en la perspectiva de la emancipación de la clase obrera.

Antecedentes históricos del Manifiesto Comunista.

En la primera semana del mes de Junio del año 1847 se reúne en Londres el Congreso de una pequeña organización hasta entonces secreta integrada por trabajadores y artesanos denominada “liga de los Justos”. Esta organización estaba constituida por ex integrantes de la “Liga de los Proscriptos” organización creada en la década anterior. De forma independiente uno de otro, los jóvenes Friedrich Engels y Karl Marx establecen contactos con los miembros de la “liga de los Justos” y comienzan a cooperar con ellos. Bajo una fuerte influencia del socialismo utópico los militantes de esta organización se orientaban por la consigna “Todos los hombres son Hermanos”. En el primer Congreso Engels tuvo una activa participación al tiempo que Marx no pudo asistir por ausencia de dinero para viajar a Londres. Un conjunto de acontecimientos políticos y sociales convulsionan el corazón de la vieja Europa. Particular destaque merece la notable experiencia del Movimiento Cartista y sus influyentes acciones de masas. Luego de un intenso proceso de revisión de su accionar, acompañado de un análisis sólido de la realidad del movimiento obrero y de la coyuntura política internacional, “La Liga” comienza a abandonar el utopismo y el secretismo, redefiniendo sus referencias ideológicas y promoviendo una discusión programática. En este periodo el Comité Central de la “Liga de los Justos” se traslada de Paris a Londres, recordemos que era Inglaterra el epicentro industrial del mundo y en consecuencia el lugar en donde el movimiento obrero había alcanzado mayor desarrollo tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo. “La Liga” culmina su primer congreso el 9 de junio de 1847 emergiendo del mismo una nueva organización revitalizada en su estructura y principios. A partir de entonces la organización pasa a llamarse “Liga de los Comunistas” y se desarrolla en se seno un intenso debate programático que culminara con la convocatoria al segundo Congresos que tendrá lugar en Londres entre el 29 de Noviembre y el 8 de Diciembre del mismo año (1847). Marx y Engels participan con pasión de los debates de este congreso ambos como delegados electos y con plenos derechos, el primero electo delegado por la sección de Bruxelas y el segundo por la de Paris. En el encuentro se hicieron presentes los más destacados e influyentes líderes obreros de la época, el congreso fue presidido por Karl Schapper y le correspondió a Friedrich Engels ejercer la secretaria del evento. Al término de las deliberaciones el Congreso encomienda a Marx y Engels la redacción del documento final o manifiesto programático de la “Liga de los Comunistas”. Ya de regreso a Bruselas, Marx comienza la redacción del manifiesto. Durante el proceso de elaboración del Manifiesto los autores se demoran en entregar el trabajo, situación esta que preocupa a los demás miembros de la organización quienes llegan a intimar en duros términos a los responsables del trabajo, tal es así que en carta fechada en Londres el 24 de Enero de 1848 se dice: “El Comité Central, por la presente, encarga al Comité Regional de Bruselas que comunique al ciudadano Marx que, si el Manifiesto del Partido Comunista, del cual asumió la redacción en el último congreso, no ha llegado a Londres el 1 de Febrero del año actual (1848), se tomaran las medidas pertinentes contra él. En el caso de que el ciudadano Marx no cumpliera su trabajo, el Comité Central solicitará la inmediata devolución de los documentos puestos a disposición de Marx”. Finalmente, el 24 de Febrero de 1848, sale de una pequeña empresa tipográfica londinense perteneciente a la Asociación Educacional de los Trabajadores, la primera edición de tres mil ejemplares del Manifiesto Comunista.

El núcleo de la obra

Refiriéndose al Manifiesto del Partido Comunista, Lenin afirmó: “esta obra expone con una claridad y un vigor genial, la nueva concepción del mundo, el materialismo consecuente aplicado también al dominio de la vida social, la dialéctica como la teoría más amplia y profunda del desarrollo, la teoría de la lucha de clases y del papel revolucionario histórico universal del proletariado, creador de una sociedad nueva, la sociedad comunista”. En efecto, antes del Manifiesto lo oprimidos resistían a la injusticia y delineaban proyectos de reformas sociales bajo los estrechos límites del socialismo utópico. Creyendo en la hermandad entre los hombres e inspirados en modelos idílicos y románticos a la hora de pensar la superación del capitalismo. Los exponentes teóricos más destacados del socialismo utópico fueron, Saint Simon, Robert Owen y Charles Fourier. Aunque corresponda reconocer que poseían nobles aspiraciones y gran sensibilidad social, es preciso señalar que estos pensadores no pudieron comprender la dinámica real de las relaciones de producción capitalistas y su base material. Saint Simon emprende su crítica contra los ociosos nobles y defiende el trabajo fabril. Levanta como consigna la siguiente idea “todos los hombres deben trabajar”. Fue impulsor de un movimiento práctico que en Francia recluto a numerosos adeptos. Robert Owen era un joven industrial de Manchester que se indigno con el sufrimiento de los trabajadores. Impulso la alfabetización de los hijos de los obreros, promovió la unidad sindical y el cooperativismo. Critico con dureza a la propiedad privada, la religión y el matrimonio. Intento desarrollar experiencias de “colonias comunistas” en América para los obreros Irlandeses. Por su parte, Charles Fourier fue un comerciante francés que criticaba la sociedad burguesa e imaginaba como solución los Falansterios, una suerte de colectividad de productores y consumidores de no más de dos mil personas en donde sus integrantes comparten la totalidad de las tareas. Caracterizando a los socialistas anteriores al Manifiesto, Engels señala: “ El socialismo es, para todos ellos, la expresión de la verdad absoluta, de la razón y de la justicia, y basta con descubrirlo para que su propia virtud conquiste el mundo”. La concepción materialista de la historia que el marxismo pone en escena supone un salto cualitativo en el terreno de la praxis social y posibilita el pasaje del socialismo utópico al socialismo científico. Marx desarrolla su labor teórica procesando una superación critica del pensamiento más avanzado de su época histórica. En este sentido se bate en duelo de ideas y se nutre de el socialismo utópico francés, de la filosofía clásica alemana y de la economía política inglesa, estas son la “tres fuentes del marxismo” para utilizar la feliz expresión de Lenin. Con el Manifiesto aparece en escena a nivel histórico universal una clase que en la propia lucha accede a la conciencia de sus intereses específicos. Es decir se propicio la auto percepción clasista y se viabilizó un proyecto político explícitamente integrado a una perspectiva de clase. Es a partir del Manifiesto que el proletariado se posiciona como sujeto histórico revolucionario y en tanto tal la lucha de clases adquiere centralidad. Con contundencia expositiva y brillantez literaria los autores hunden el bisturí en la propia medula del sistema capitalista condensando en apenas cincuenta páginas, una teoría general de la historia, un análisis político de la sociedad y un programa de acción para su transformación revolucionaria. Con precisión didáctica el texto explica la contradicción fundamental de la sociedad burguesa, define la historia de la humanidad como la historia de la lucha de clases y le asigna a la clase obrera el rol histórico de convertirse en la sepulturera del capitalismo. Es decir, análisis teórico y propuesta política constituyen el núcleo central de la obra que analizamos. Desde las primeras páginas nuestros autores rompen con el idealismo filosófico y voluntarista , es decir se propone desentrañar en el propio seno de la sociedad capitalista las razones y causas que habilitan su superación. El proyecto de sociedad comunista no es simplemente una noble aspiración sino que encuentra sustento y potencialidades de realización en las contradicciones del propio orden burgués. Estas contradicciones solo pueden tener su resolución positiva con el pasaje del proletariado a clase dominante lo que significa en palabras de Marx “la conquista de la democracia por la lucha”. La conquista del poder político por el proletariado no es el resultado de ningún tipo de fatalismo histórico desde esta perspectiva y según la pertinente apreciación del marxista brasileño José Paulo Netto un elemento central que distingue y separa a los comunistas del resto de los reformadores sociales es “la determinación de que la sociedad emancipada implica la superación de la propiedad privada de los medios fundamentales de producción”. Sin exageraciones de ninguna naturaleza podemos afirmar que el Manifiesto Comunista constituye la más brillante síntesis del pensamiento revolucionario y oficia como una insustituible guía para la acción de los oprimidos de la tierra. En el párrafo final de la obra que analizamos Marx y Engels condensan con prístina nitidez. “Los Comunistas no tienen porque guardar encubiertas sus ideas e intenciones. Abiertamente declaran que sus objetivos solo pueden alcanzarse derrocando por la violencia todo el orden social existente. Las clases dominantes pueden temblar ante la perspectiva de una revolución comunista. Los proletarios no tienen nada que perder en ella, excepto sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo entero por ganar”. ¡Proletarios de todos los países, uníos!. Si en el siglo 19 no leer a Marx podía ser un error, hoy en el siglo 21 no leerlo es una verdadera irresponsabilidad. El mundo de hoy confirma la pertinencia de la teoría marxista como la herramienta de mayor utilidad para transformar el mundo. La historia de la humanidad sigue siendo la historia de la lucha de clases. Y la clase obrera organizada sigue siendo la clase social históricamente destinada a convertirse en la sepulturera del capitalismo.

::Gustavo López, es dirigente político y social, integrante junto a Gonzalo Abella de la fórmula presidencial por la Unidad Popular para las elecciones nacionales de 2019


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