Hablemos de la violencia en las instituciones educativas. Pero en serio Presidencia y Sindicalismo P

Escribe prof. Andrés Freire

Preparando el terreno para intentar dulcificar la inminente noticia de que el presupuesto destinado a la educación será nuevamente insuficiente, y que a los reclamos de los trabajadores se les dirá la respuesta más o menos habitual, está en marcha la operación “Migaja y circo” desde el elenco gubernamental, con la colaboración por supuesto de parte de la dirección del sindicalismo pro-gubernamental. En este contexto es que se han sucedido una serie de reuniones entre la FUM-TEP y Presidencia de la República destinadas a abordar el grave problema de la violencia que entra como todo a los centros educativos. Nosotros no cuestionamos a las reuniones en sí, ni a quienes las han pedido; nos parecen sinceros los planteamientos de ADEMU Montevideo. El problema es que ese espacio está siendo usado desde las máximas autoridades políticas y también desde la dirección de la FUM TEP para montar un escenario donde el gobierno aparece como preocupado por los problemas de la educación, pero sin resolver nada. ¿Se ha establecido por ejemplo que se va a cumplir con el 6% del PBI para la educación? ¿Que no van a concurrir gurises con hambre a la escuela y a los liceos de tiempo completo, o a los CEA, porque no hay comedor los fines de semana? ¿Que se va a reforzar las partidas de comedor, y se van a establecer recursos para dar una merienda o desayuno en las instituciones que no lo hacen? ¿Que a los maestros y profesores se les va a pagar todas las deudas salariales, con las multas respectivas a su favor que marca la ley? ¿Que va a caer la circular que como parte del recorte educativo está determinando que lleve más de 20 días de ocupación del Instituto Normal y tenga paralizadas las prácticas docentes de Magisterio en Montevideo y Canelones? ¿Que cuando existan en el aula chiquilines con necesidades especiales como un alumno TEA, éste será incluido en grupos normales de escuela o liceo, pero con 15 alumnos, no con más de 30? ¿Que se van a respetar los derechos adquiridos históricamente respecto a la atención de salud de los trabajadores de la educación, afectados por el cambio en el sistema de licencias médicas? ¿Que no van a existir más escuelas, liceos, y escuelas técnicas sin cerco perimetral? ¿Que todas las instituciones educativas van a tener equipos multidisciplinarios? No, lo único que se ha establecido es que nuestro primer magistrado va a concurrir a visitar algunas escuelas y que una comisión va a empezar, actuar, unos talleres para ver el tema de la drogadicción, y poco más. La violencia tiene muchas manifestaciones entre nosotros; violencia es el hambre, la desigualdad social, la corrupción, la destrucción del aparato productivo y la cultura del trabajo, la pérdida de los derechos adquiridos y el no cumplir con la palabra empeñada. Violencia es el imperio de la droga y la ausencia de políticas públicas eficaces para combatirlo. Un compromiso real con el enfrentamiento a la violencia creciente no en las instituciones educativas, sino en toda la sociedad, arranca con el otorgamiento del 6% del PBI para la ANEP y la UDELAR, y continúa con políticas reales de distribución de la renta, con cambios profundos como la nacionalización de la banca, el comercio exterior y la industria frigorífica; ese es nuestro programa. “Migajas y circo” es en cambio el programa del progresismo en retirada y sus fieles aliados del PIT-CNT.