Planta de Portland en Minas ANCAP suspendió trabajo de la cementera y amenaza con desmantelar el se

En un comunicado de prensa fechado el martes 24 de abril, el Directorio de ANCAP informa que “el horno de Minas tuvo que ser apagado” y permanecerá así hasta nuevo aviso. El organismo responsabiliza de esta situación a los trabajadores, ya que considera que el domingo en el marco de los “paros parciales del sector gremial, que no concedió una guardia operativa que permitiera mantenerlo prendido en condiciones seguras”. El ente petrolero resolvió “no volver a arrancar hasta que se pueda asegurar una producción continua en forma segura”. Consultadas las autoridades del sindicato, dijeron no estar en conocimiento de la detención de las actividades y negaron haber recibido ninguna comunicación oficial de ANCAP en ese sentido.

En el comunicado, ANCAP hace referencia a su “Plan de Sustentabilidad de Portland”, el que tiene “como objetivo equilibrar los resultados del negocio a fines del 2018”. Esto “requiere un ajuste importante de los costos”, reduciendo “contrataciones y tercerizaciones” en lo que destacan haber logrado “acuerdos con SUNCA”. También remarcan que “FANCAP apoyó este proceso bajo la consigna ‘el portland se defiende trabajando’”. ANCAP informó recientemente en su balance anual de 2017 haber logrado reducir las pérdidas a la mitad en el sector cementero, reivindicando el rumbo acertado de su Plan de Sustentabilidad. Esta iniciativa de un directorio que en su afán privatizador, ha atropellado sistemáticamente a los trabajadores, y en particular al sindicato. En el último año, se dieron 4 conflictos, entre los cuales se decretó la esencialidad y la quita del servicio médico, conquista histórica de los ancapianos. Y este año, el desmantelamiento del transporte marítimo del combustible y la entrega a manos de multinacionales está en el centro de la cuestión. El directorio está presidido por la Ingeniera Marta Jara, quien fuera gerente de la multinacional SHELL para todos sus negocios en América Latina, y posteriormente de Gas Sayago, empresa propiedad de ANCAP y UTE pero que se rige bajo el derecho privado para montar una planta regasificadora, un meganegocio vaya a saber para quién, porque hasta el momento ha ocasionado pérdidas millonarias para los uruguayos, y no tiene perspectivas claras de viabilidad. Esto quizá explica que durante el comunicado se hable de “optimizar los procesos de producción”, “tener menores costos fijos y variables”, de un plan que “está hoy en peligro (…) por conflictos gremiales”, “lograr los cambios necesarios”, “rango de benchmarking internacional”, “dotaciones de personal menores a las actuales”, “mejoras en los equipos que permitan su uso en forma más eficiente”, “gravísimo perjuicio para la empresa, tanto en lo inmediato como en el mediano plazo”, “ingreso de personal externo en ciertas áreas operativas”, “cambiar el rol operativo mínimo por turno”, “no aprobar ningún pasaje a funcionario público (permanente) (…) hasta que este negocio haya superado sus dificultades estructurales”. Los trabajadores rechazan las políticas del Directorio, ya que consideran paradójico que un negocio que es rentable para todos los privados, esté en situación deficitaria crónica bajo una administración que maneja al ente estatal justamente bajo una lógica privada. Una semana atrás, justamente el sector Minas emitió un comunicado donde manejaba 3 ejes centrales: denunciaban la privatización del transporte de combustible fluvial y el desmantelamiento de la flota marítima; denunciaban los negocios macabros de las actuales autoridades de ANCAP en relación a Gas Sayago pidiendo investigarlos a fondo; y el cuestionamiento a la política de cara el negocio del portland, denunciando la falta de personal y la creación de cargos gerenciales innecesarios y ocupados por gente sin preparación. Días después, las autoridades responden. Frente a esta situación, la amenaza con fecha hacia los trabajadores es muy clara al final del comunicado. Textualmente, “ANCAP reitera su voluntad de mantener operativas las plantas, pero en un escenario de mayor competencia en el mercado por el ingreso de nuevos productores se redobla la necesidad de producir en forma eficiente. El compromiso con el plan de sustentabilidad es una responsabilidad de todos y, en el caso de que éste no se concrete en 2018, exigiría un replanteo estratégico”. El sindicato tendrá hoy un Encuentro Nacional de Trabajadores de la Industria del Cemento Portland, en la sede sindical de FANCAP.