Editorial: La lucha política para avanzar ahora

En estos días no es posible avanzar en las luchas populares si no se tiene un rumbo constante en la lucha contra las privatizaciones, el desarrollo indiscriminado de la inversión de capitales extranjeros, que han arrasado la economía nacional, al igual que en otras zonas de la región que muestran todos los días como van quedando las sociedades sin posibilidades de desarrollo. También es cierto que en ésta época nunca se ha visto tan claramente en nuestro país, como la política macroeconómica ha afectado a todas las áreas productivas nacionales y a toda la vida social. La sentencia sobre el efecto que produce el desarrollo del capital imperialista sobre las fuerzas productivas también en una formación económica dependiente hoy se puede apreciar muy nítidamente, independientemente de los gobiernos que la dirijan. Mientras muchos sociólogos y economistas liberales, susurran que vamos bien en los asuntos económicos se olvidan de las ya descubiertas leyes de la economía socialista sobre las fases de desarrollo del capital y de quienes son los más afectados por la crisis al tiempo que para ello apelan a nuevas anteojeras para observar la realidad de nuestro país. En estos días la Unidad Popular se prepara para un nuevo Encuentro Nacional para ahondar en los aspectos de su programa, y definir un plan de campaña que será llevado adelante por sus candidatos comunes que junto a un buen número de compañeros viene recorriendo las agrupaciones y dialogando sobre los distintos temas de la política nacional a encarar en los próximos meses. Lo nuevo es parte de la situación que vive el país, donde la política de privatizaciones y de estricto privilegio de lo financiero ha estado en marcha sin resolver los principales problemas del país en toda la vida social que ha sido en general desconocida en los efectos negativos que a diario genera en la vida nacional. Para la política de Harvard, y sus admiradores que los hay pertenecientes a buena parte de los partidos que han pasado por el poder político con distinta intensidad claro está por lo menos en las palabras, pues en los hechos en los últimos años nos han ido enterrando cada vez más en el pantano del capitalismo mundial y el mercado abierto, del sálvese quien pueda. Lo cierto es que en estos días ello provoca una enorme retracción en la economía nacional y efectos negativos en toda la sociedad que trae tendencias cada vez más preocupantes en toda la vida económica y social. La situación que se produce en la industria y el campo, así como en el medioambiente, y la privatización del agua, son hechos, por demás ilustrativos de lo que viene sucediendo en todo el país. No sólo no se resuelven a través del proceso productivo los rubros básicos de la económica como la alimentación, la vivienda, la salud y la educación sino que se han agravado, provocándose un enorme estancamiento que no lo resuelve el “libre mercado” o en su apuesta más concreta los empresarios privados nacionales o extranjeros, que es básicamente a quién ha apostado el gobierno nacional, impidiendo el desarrollo social y con un importante nivel de apuesta al futuro. Miles de pequeños y medianos productores se hunden entre las deudas, y son devorados por los grandes capitalistas que con la ayuda de los bancos se quedan con sus tierras y otro tanto sucede con la industria donde los trabajadores una y otra vez van directo a la desocupación o al paro. Esto es lo que hay que cambiar ya con medidas urgentes.