El recorte de Astori

En la sección referente a educación, el programa de gobierno elaborado por la Unidad Popular deja bien clara la postura y las propuestas de la izquierda para comenzar a solucionar la crisis que atraviesa el sistema educativo del país, y que claramente el gobierno frenteamplista no tiene la más mínima voluntad política de solucionar. Nuestro programa plantea claramente la asignación del presupuesto del 6% del PBI para la educación, que debe enfocarse en lo inmediato a dotar de las infraestructuras materiales básicas al sistema educativo: aumento salarial tendiente a una canasta (para 20 horas semanales con el actual sistema de trabajo); a romper todos los vínculos con los organismos financieros internacionales; suprimir las tercerizaciones, privatizaciones, concesiones, consultorías y asesorías; asegurar los contenidos significativos de la educación pública; terminar con los múltiples procesos que, explícita e implícitamente, rebajan los contenidos de la enseñanza en sus 3 niveles. Retomando así, y para empezar, la soberanía sobre la educación pública y comenzar a reconstruir la pedagogía crítica, humanista, y solidaria, desde las teorías y prácticas latinoamericana y nacionales, y desde el compromiso con el cambio social. Leyendo este breve punto de nuestro programa quedan claras dos cosas: primero que nada que la situación actual del sistema educativo es la propia de un país que ha apuntado al neoliberalismo como modelo de desarrollo, y además de esto, resulta muy evidente que las políticas educativas del Frente Amplio no tienen el menor ribete de una política educativa de izquierda. En año preelectoral, el gobierno volvió a plantear su supuesta voluntad de asignar a la educación un presupuesto equivalente al 6% del PIB, más el 1% para actividades de investigación. Más allá de esta supuesta voluntad, el accionar ha sido totalmente opuesto: Uruguay es uno de los países que menos invierte en investigación (cerca del 0.25% del PIB) y en educación (4.5% del PIB, bastante menos del 6% prometido). Muchas veces actores del gobierno han defendido la actual asignación presupuestal argumentando algo que parece totalmente cierto, y es que la importancia de la calidad del gasto en educación es casi tan grande como la de la cantidad de recursos asignados. Pero habría que preguntarse, ¿Por qué si la asignación presupuestal creció tanto los resultados del sistema educativo empeoraron? ¿En qué se gasta actualmente? La respuesta a estas preguntas se esconde en el fragmento del programa de la UP que citamos anteriormente: el Estado gasta millones y millones de pesos en financiar las ganancias de empresas contratadas para construir y refaccionar nuevos centros de estudio, terceriza y privatiza áreas como las cantinas de las facultades para dar mayores espacios de inversión al capital privado, se gastan millones en contratar servicios de asesoría y consultoría que podrían ser brindados perfectamente por técnicos de la ANEP y UDELAR, se exonera de impuestos a la educación privada en todos los niveles, renunciando a recaudar fondos que luego faltan en el sistema público, etc., etc. En paralelo a estos despilfarros de recursos puede observarse la otra cara de la moneda: recortes de horas docente en secundaria, recortes para las prácticas de magisterio (tema sobre la mesa en este momento), recortes en los centros de lenguas extranjeras, despido en los hechos de los docentes de Espacio Curricular Abierto (ECA), intento de desmantelamiento de la UTU Figari, etc. Por si esto fuera poco, ya están poniéndose sobre la mesa los primeros proyectos de Participación Público Privada (PPP) en educación. Volvamos a uno de los temas de mayor trascendencia de la última semana, el conflicto por las prácticas en magisterio. El 5 de febrero de 2018 el Consejo de Educación Inicial y Primaria emite una circular que bajo falsos, irreales e inaceptables argumentos modifica y vulnera tanto parte de la normativa vigente así como también los salarios de las maestras adscriptoras y directoras de escuelas de prácticas. A ello hay que sumarle el impacto negativo en la práctica de los estudiantes de magisterio. Pero si se lee bien y se quitan todas esas palabras formales y vacías, encontramos el verdadero problema “es necesario adoptar medidas para adecuarse al crédito asignado”, ésto es recorte presupuestal. Esta circular y sus resoluciones posteriores, no sólo desconocen la realidad en la que se encuentra la escuela pública sino una clara intencionalidad política de desinterés por la educación pública y los docentes que estamos formando para ella. Si tenemos en cuenta que quienes asisten a las instituciones de enseñanza privada eligen primero en materia de cupos para las prácticas y además hoy los estudiantes ni siquiera podemos luchar por nuevas conquistas, sino para que no nos quiten lo poco que hemos obtenido a partir de luchas de mucho tiempo, podemos afirmar sin vacilación alguna que hoy este gobierno del Frente Amplio, al igual que ayer blancos y colorados, nos sigue relegando en materia educativas y sigue habiendo, educación para ricos y educación para pobres. Ante ésta realidad debemos seguir luchando por la educación pública, por presupuesto digno, contra el recorte y las privatizaciones. ¡¡¡Sumate a la juventud del 26 de Marzo!!! Mail: jovenes26m@gmail.com FB: Juventud veintiséis de marzo