Solo el Hospital de Rivera justifica la instalación de la Investigadora de ASSE: Instaban a los func

Al ser consultada por el miembro denunciante, el dip. Eduardo Rubio, La Lic. en Enfermería grado 3, Tamara Nasser confirmó que se le propuso “ser contratada por CEMOC para cobrar lo que se le adeudaba”. La entonces trabajadora del laboratorio le aseguró también que fue el administrador del Hospital “doctor Leonardo Cuña a hablar conmigo” para sugerir que aparecieran “como contratados por CEMOC (…) para cobrar lo que estaban reclamando”, pero quien lo “mandó” fue el Dr. Andrés Toriani, quien “estaba a corta distancia en esta maniobra”. También arrojó mucha información importante respecto gravísimas irregularidades a todo lo vinculado al sector de laboratorio, el área donde Nasser trabajaba, que involucran a Toriani, a Cuña y a Valeria Riera, quien continúa siendo la encargada designada directamente por los jerarcas, y que hoy sostiene una campaña de descalificación contra los legisladores que impulsan la Investigadora.

Revelaciones sobre CEMOC

CEMOC es la “cooperativa” por intermedio de la cual Toriani contrató a unos 60 médicos y funcionarios, con salarios en oportunidades 3 veces por encima de los establecidos por ASSE. Esta fue una de las irregularidades determinantes para la destitución del Dr. Toriani como director del Hospital de Rivera. Consultada de si “estaba al tanto de las contrataciones que el hospital realizaba a CEMOC”, Tamara Nasser, la presupuestada actualmente destituida injustamente no solo que lo confirmó, sino que reveló que “Tanto es así que recibimos una propuesta. Cuando no nos pagaban las guardias, nos bajaron el valor hora guardia alegando que no éramos licenciados. De hecho, desempeñábamos funciones de licenciado, porque teníamos que hacer mil y una tareas que no nos correspondían. Alegaron que trabajábamos menos horas y nos bajaron el valor hora de la guardia. Además, nos dijeron que para pagarnos lo atrasado teníamos que conseguir un médico que aportara a la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios, a quien por intermedio de Cemoc pondrían como prestador de servicio del hospital, a fin de que a través suyo pudiésemos cobrar”. Nasser aclaró que “nunca lo hice porque no me pareció correcto”. Al preguntarle quién le sugirió semejante operativa, Nasser no dudó en contestar que “El doctor Andrés Toriani mandó al doctor Leonardo Cuña a hablar conmigo. Fue Leonardo Cuña el que me habló, pero Toriani estaba a corta distancia”. Consultada luego si conocía a las autoridades de CEMOC, en particular de “Luis Cardoso es el vicepresidente de Cemoc”, Nasser reparó que “Digamos que CEMOC en este momento hizo una venta ficticia. Los funcionarios pasaron a comprar CEMOC sin haberla comprado. El dueño real de CEMOC es Ricardo Araújo, que estaba como encargado del bloc del Hospital de Rivera durante la gestión del doctor Andrés Toriani. Cuando se empezó a revolver todo esto, él renunció a su cargo en el bloc y puso a CEMOC como una cooperativa, en la que todos los funcionarios tienen una parte, pero el predio es de él y sigue siendo todo de él. Lo que hizo fue pasar una mano de pintura”, manifestó Nasser según consta en las versiones taquigráficas de la Investigadora.

Los que defienden a Toriani

La química farmacéutica Valeria Riera, funcionaria del Hospital de Rivera ha defendido a capa y espada la gestión de Toriani al frente del Hospital de Rivera y ha lanzado una agresiva campaña en redes sociales contra el miembro denunciante de la Investigadora de ASSE, Eduardo Rubio. Riera está al frente del laboratorio, y Nasser aseguró que “el cargo de Riera fue un llamado personal del administrador del hospital, Leonardo Cuña, que la llamó y le dijo que fuera a hacerse cargo del servicio”, según consta en las versiones taquigráficas de la sesión del pasado lunes, a las que tuvo acceso La Juventud. Riera, que se ha caracterizado por maltratar e insultar cotidianamente a los funcionarios a su cargo, destituyó de la función pública a la Lic. Nasser por denunciar su pésimo desempeño. Con el agravante que la desvinculación de Nasser se dio de forma completamente irregular sin cumplir los procedimientos básicos, en un contexto muy particular de una delicada situación personal de la funcionaria, de lo que la dirección del Hospital estaba en conocimiento. “No hay un telegrama colacionado, no hay una investigación administrativa y no tengo un sumario”, manifestó ante los legisladores. Cuando narró su situación personal con detalles, manifestó que “Era de conocimiento de Riera”, y en otro pasaje aseguró que hizo “una carta a la Dirección, pero nunca recibí respuesta”. La encargada del laboratorio no cumplía horario, trabajaba desde la casa, y validaba estudios a diestra y siniestra sin cotejar los datos. Una embarazada terminó en el CTI por ingresarse valores absurdos de un examen mal hecho en el sistema informático.

Designación de Valeria Riera

Durante la administración Toriani en el Hospital Rivera, entre 2013 y 2014 aparentemente se realizó un llamado para laboratorio, el cual “supuestamente no se presentó nadie”. La entonces trabajadora de dicha dependencia, Tamara Nasser, explicó el lunes en la Investigadora de ASSE que “Para hacerse cargo del laboratorio tendría que ser médico y tener un posgrado en laboratorio, o ser químico con especialización en bioquímica”. Quien quedó a cargo del sector laboratorio era la química farmacéutica Valeria Riera, que sigue desempeñando la tarea al día de hoy. “Ella misma lo toma como una broma haber abandonado en la parte de bioquímica por no saber hacer determinados estudios. O sea, no se capacitó en el sector”. “El cargo de Riera fue un llamado personal del administrador del hospital, Leonardo Cuña, que la llamó y le dijo que fuera a hacerse cargo del servicio”, reveló Nasser, quien agregó que “antes mismo de ejercer como jefe de servicio se tomó una licencia sin nunca haber trabajado”.

Encargada cuestionada

La encargatura de laboratorio por parte de Riera se caracterizó por el “Maltrato constante hacia los funcionarios, sacando funcionarios del servicio, poniendo a otros que a ella le convenía, no escuchando lo que nosotros le decíamos. Un vocabulario que no amerita repetir. Lo más sencillo era ‘manga de inútiles’. (…) Si le daban un manijazo, ella iba y maltrataba a quien fuera; también llamaba fuera del horario laboral”. Nasser denuncia irregularidades serias en el laboratorio. “Hubo hurtos en el servicio, desaparición de muestras, (…) desaparecía dinero (…); sucedieron demasiadas cosas en su gestión y ella nunca tomó medidas”. Por ejemplo, “Desapareció un monitor del servicio”, y recién “una medida fue tomada después de que fuéramos a parar a la comisaría” para denunciar el hecho. Nasser denunció que la actual encargada de laboratorio “validaba igual sin que yo hubiera ratificado el resultado” de datos que ingresaban automáticamente al sistema. “Después le tenía que pedir que lo desvalidara, porque no tenía acceso a desvalidar lo que ella hiciera, porque estaba mal. Muchas veces ocurrió eso, principalmente, cuando ella trabajaba desde su domicilio”, porque “El sistema del laboratorio la instalación de la computadora también estaba en la computadora de su casa”. En otro pasaje, manifestó que “Cuando ella tenía el Plexus en la casa, que es el sistema de laboratorio. Teníamos que llamarla y decirle: ‘Valeria: desvalidá tal cosa porque no es ese valor. Estás validando y yo pedí nueva muestra’, porque al estar todo automatizado el equipo lee el código de barras, te da el resultado y lo pasa inmediatamente a la computadora. Ella se ponía a revisar y validaba, validaba y validaba a diestra y siniestra, y después uno iba a revisar para pasar los valores reales para corregir y no tenía cómo hacerlo”. Respecto al cumplimiento del horario y el trabajo desde la casa, denunció que la encargada a veces lo cumplía y a veces no. “Después se cansó de tener el programa en la casa y pidió que se lo sacaran. No sé en qué período fue; no sé si realmente hizo que se lo retiraran de la casa, pero ella atiende dos farmacias. “Atiende”; o sea: dos farmacias, más los seguros, más… Entonces, ella misma decía que a veces no tenía tiempo de estar presente en el hospital. Después sí, en un determinado período, iba desde las dos de la tarde hasta las cinco, o desde las dos hasta las seis, o iba más tarde, o iba otro día”. Nasser aseguró que la Dirección estaba en conocimiento de todo.

Denuncias del Laboratorio

La trabajadora responsabilizó a la Riera, designada directamente por las autoridades de “Exámenes de laboratorio mal hechos, porque no hay otra palabra. Un ejemplo básico es el de una embarazada que fue a parar a CTI por un valor absurdo registrado por ella (…) Una eclampsia es algo muy delicado durante el embarazo y las proteínas en orina son algo muy importante y ella informó un valor casi cien”, mientras a Nasser le “dio 2 gramos”. “La paciente fue a parar a CTI”, explicó. “El médico de CTI me fue a cuestionar. Solicité nueva muestra e hice que el médico se sentara a mi lado para que procesara conmigo y viera todo el procedimiento para procesar la muestra y ratificar que el valor que me daba era real”. Con respecto a los proveedores, el laboratorio trabajaba con más de un proveedor, como es usual para garantizar siempre el acceso a los insumos. De ese modo, tenían en “un equipo para determinada tarea, de Bioerix, y un respaldo de Reacur”. Sin embargo, “en un determinado momento hubo un casamiento exclusivo con Bioerix y Reacur fue dejado de lado, o sea que si Bioerix no tiene algo, una pieza, o alguien que nos haga el mantenimiento de los equipos, tenemos que revolvernos como sea”. La trabajadora sostuvo que “Riera no tiene capacidad mental de manejar el servicio de laboratorio. Es una persona que no revisa ni ratifica los valores de los pacientes” y mostró las pruebas. Y agregó que “ella tomó como que al haber sido llamada exclusivamente era porque ella era una genia, y te lo dice. Entonces, lo que le restaba era demostrar su genialidad apoyando a Toriani constantemente”.

El vínculo con Toriani

“Conmigo tuvo varias discusiones. En realidad, discusiones no; yo soy cortita y al pié”, explicó Nasser. “Decidimos cerrar el laboratorio, creo que el 7 de julio de 2014, porque hacía meses que trabajábamos sin cobrar las guardias de retén. En ese momento, la doctora Valeria Riera hizo una carta apoyándonos, a otra compañera y a mí. Ese día no me tocaba la guardia, pero dijimos: ‘Si se van a hacer las cosas, que se hagan como corresponde; ni vos ni yo vamos a trabajar’. Previo al fin de semana me cruzo al doctor Andrés Toriani en el quiosco del Hospital. Irónicamente, como a mí me dicen Turca, me dijo: ‘¿Vas a estar de turquita rebelde, que no me vas a hacer la guardia?’. Le contesté: ‘Rebelde con causa y con razón y este no es lugar ni momento para hablar temas laborales; usted estará en el horario laboral, pero yo me estoy retirando’. Estábamos en el quiosco, no en la oficina ni el laboratorio, y no correspondía. Ese día me llamó quinientas veces. Él le afirmó al doctor Recchi que yo había dado mi palabra de que iba a cubrir la guardia, cuando jamás le dije eso, sino que no iba a hablar con él en un lugar que no correspondía. Después de eso, una vez le pregunté si nos iban a pagar y me esquivó. Me contestó que lo tenía que hablar con Leonardo, gritándome a una distancia de prácticamente una cuadra. Él distorsionó lo que dije porque yo no soy de utilizar diminutivos ni determinado vocabulario; él mencionó que yo había hablado de esa manera. Cuando se abrió el juicio por las guardias de retén, que decidí hacer, ya que llevábamos meses trabajando bajo coacción y sin cobrar, me daban y me sacaban guardias. Era como que me ponían en penitencia. En agosto de 2016 tuvimos una discusión con la doctora Valeria Riera. Ella bajó demasiado el nivel y yo le dije que se metiera las guardias… Me dijo que si yo no retiraba el juicio, me sacaba el servicio. Le dije: ‘¿Otra vez me van a querer sacar del servicio?’. Y me contestó: ‘Entonces, te saco las guardias’. Me sacó las guardias de retén en agosto de 2016. En diciembre de ese año se le ocurrió que una determinada persona tenía que cubrir las guardias, que no tenía ni el carné de salud al día. Ella levantó el cartoncito del carné de salud y Toriani lo firmó. Luego ella en el laboratorio llenó los datos de esa chiquilina. No se hizo exámenes ni nada. Nunca se dio un carné de salud tan rápido”.