Columna “Arriba la educación que va a vencer, que va a vencer”

Escrito por Prof. Andres Freire

Aunque muchas veces las luchas son las mismas, cada generación elabora su poesía, y así hay cánticos que se repiten una y otra vez, otros que se resignifican, y surgen canticos nuevos que se levantan desafiantes, como el de las estudiantes de Magisterio que finaliza con el título de esta nota, ya pasando los días de ocupación en una lucha que es en esencia contra el recorte en educación, las maestras del mañana nos traen el aire fresco de quien una mañana se levanta y descubre al opresor. Durante todos estos años, en particular desde el infame paro pro gobierno de septiembre del 2014, donde algunos sindicatos de la educación pararon en apoyo al candidato del Frente Amplio, hemos realizado toda una serie de críticas algunas muy duras y hemos recibido también réplicas, algunas respetuosas y otras insultantes a los sindicatos mayoritarios de la educación. No tenemos nada de qué arrepentirnos en lo escrito y en lo actuado, es la práctica el terreno de la verdad, pero sí decir que de momento nuestras críticas las dejamos a un lado ante la perspectiva de una situación singularmente grave que se avecina para los trabajadores de la educación, el enorme poder que van acumulando quienes aspiran a imponer un nuevo contrato laboral por vía legal, sin negociarlo ex profeso porque saben que lo que van a proponer es inaceptable es señal suficiente de alarma. Llegada esa instancia que se anuncia desde la prensa y las redes sociales cada uno sabrá individual y colectivamente que hará y de qué forma actuará para hacerle frente, de la misma forma con que se está procesando un nuevo conflicto en ciernes. El 2017 terminó con mesas de negociaciones que no condujeron a casi ningún lugar, y varios sucesos relevantes, ocupaciones de liceos en Montevideo, un acto contra el recorte en Salinas un domingo con una importante asistencia de la comunidad, y una marcha por el mismo motivo en la ciudad de Pando. 2018 comienza de forma similar, promesas incumplidas, liceos de Montevideo que se ocupan, también el Liceo Brause de Pando y un conflicto realmente muy grave en torno a la práctica docente en Magisterio, con un papel destacado de las estudiantes de Magisterio y el apoyo creciente de las maestras de Montevideo y parte de Canelones. La caída de la Consejera Puente de la forma en que se produce y por los motivos reales que están detrás es otra señal más de alarma, reivindicó la autonomía de Secundaria frente a otras autoridades y a los tecnócratas de Eduy 21 y fue cesada en forma fulminante, perdiendo todos los apoyos políticos de los que gozaba, clara señal de para donde sopla el viento, épocas de mayor centralización y control. Eduy 21 tiene como uno de sus objetivos claros destruir la autonomía de los consejos y darle más control directo al Ministerio de Educación y Cultura del que ahora no tiene, a su vez quiere darle autonomía a los liceos, escuelas técnicas y escuelas, las que serán dirigidas por directores gerentes que podrán contratar o despedir el personal, incluyendo los docentes, este es su programa máximo. Se vienen tiempos complejos en lo inmediato el tema salarial y el presupuesto educativo en general, según se salga de esta situación se estará en mejores o peores condiciones para esperar el 2020, el panorama no luce alentador, sin embargo los cánticos, sin insultos, sin sexismo, con contundencia y con mucha esperanza de las jóvenes estudiantes de Magisterio nos devuelven la atención al punto central de la contradicción. En 1996, una formidable lucha de los adolescentes y los jóvenes, de los estudiantes y los trabajadores de la educación, intentó detener la Reforma Educativa de Germán Rama, ésta finalmente se impuso, pero impugnada desde los comienzos mismos por un poderoso movimiento social nació agonizando para morir en el 2006 sin pena ni gloria. Habrá que cantar de vuelta, lo haremos, empezamos hoy, gracias muchachas…