Editorial: De la “mano en la lata” a la tarjeta corporativas
- La Juventud Diario
- 13 abr 2018
- 3 Min. de lectura
Siempre se ha dicho que es importante en la vida social ser honesto, sin embargo desde que se hacen las leyes también se ha dicho que estas se violan o se trampean por los intereses diversos que tienen las clases que luchan por mantener sus privilegios, conservarlos a capa y espada, o sencillamente convertirse en una víctima inconsciente o consciente de los nuevos y viejos parásitos que engendra el capital en los tiempos que mandan los bancos y las grandes compañías que controlan los mercados mundiales. Hoy la llamada corrupción económica, parece ser la nueva vedette y la carta de presentación de la gestión económica que es parte de la instalación de políticas de privatizadoras, que se desarrollan en distintas direcciones y que son aplicadas de acuerdo a quien convenga en el desarrollo de capitalismo bajo el influjo de las políticas de privatizaciones que parecen ser necesarias para las políticas de liquidación del estado, de gestión de la sindicatos que crean condiciones para la acción de grandes empresarios. Cuando el Frente Amplio no era gobierno y estaba en la oposición, el Dr. Vázquez, acuñó una consigna que residía en un viejo dicho popular, que afirmaba que se podía “meter la pata pero no la mano en la lata”, en un importante intento de rescatar valores éticos sobre todo en como pararse ante los despropósitos existentes en aquella época en los partidos tradicionales. Claro que una vez llegado el Frente Amplio al gobierno, y llevar adelante una amplia política de privatizaciones, de crecimiento geométrico del endeudamiento externo, y de abrir las puertas a la venta de las mejores tierras para las compañías extranjeras, la complacencia ante las exigencias del capital extranjero y los bancos internacionales hizo que esa moral también fuera cambiando, siendo más complaciente con los procesos de privatizaciones y corrupción que se producían en los dirigentes del Frente y sus nuevos asociados del capital nacional e internacional. Procesados en la intendencia, procesados en la ex PLUNA, y ahora nuevos procesados en ANCAP, con enormes escándalos nacionales y regionales van provocando una situación inocultable provocando a los ojos de los trabajadores, un enorme descontento, que provoca algunos llamativos reacomodos de las propias fuerzas políticas del gobierno que pretenden coexistir con la política económica y al mismo tiempo criticarla como si estuvieran en la oposición o como si ello nada tuviera que ver con ellos. Lo cierto es que en la medida que los dineros indebidos pasan a convertirse en parte de la política de gobierno las crisis empieza a volverse en algo endémico de todo el sistema, en donde allí indefectiblemente en la medida que no se tienen en cuenta las demandas salariales, el trabajo o las jubilaciones dignas, o temas como la educación y la salud, todo comienza, a ponerse en duda. Lo cierto es que la corrupción de la mano de las políticas del capital financiero y también del formidable invento de las tarjetas corporativas tiene en jaque al gobierno donde sus dirigentes no pueden dar explicaciones serias, pues el espejismo de la revolución digital los ha aprisionado de las cosas más poderosas que tiene el capitalismo, que es el dinero, la compra y venta enel mercado de las mercancías a lo que hay que incluirle también las conciencias. La lata ya casi no existe para guardar dinero, pero el nuevo juguete de los progresistas es la tarjeta corporativa para usar los dineros públicos pues claro, en sus gastos de representación estos no comen lo que lleva a la mesa un jubilado o un trabajador oriental.
Entradas relacionadas
Ver todoLa posibilidad de aumentos de tarifas y de impuestos había sido negada enfáticamente por el presidente Luis Lacalle Pou durante la...
En estos días es evidente que ante un nuevo aniversario del Movimiento 26 de Marzo, muchas cosas y conceptos se ponen sobre la mesa en...
En los últimos tiempos han ido surgiendo en forma cada vez más amplia problemas y situaciones cada vez más difíciles de atender, con las...
Comments