Se cierra el círculo del agronegocio Agrotóxicos, semillas transgénicas y maquinaria: una transnacio
- La Juventud Diario
- 11 abr 2018
- 10 Min. de lectura

“Agrotóxicos, semillas transgénicas y maquinaria: la híper concentración del poder sobre la alimentación humana”. Así definió el demógrafo Guillermo Macció en su trascendente columna con María de los Ángeles Balparda en Mañanas de Radio, programa que se emite por CX36, donde explica cómo “se ha cerrado un mercado que antes se empezó por la semilla transgénica, después fue por los agrotóxicos y ahora va por la maquinaria”.
Macció dio a conocer opiniones de productores suizos sobre lo que está pasando con la concentración del mercado. “Estamos en una situación en la que un bando de las corporaciones tiene la herramienta, la máquina, el aplicador, que son todos los fabricantes de maquinaria agrícola que son 3 en el mundo y del otro tiene lo que se va aplicar, la semilla, lo transgénico, los insumos químicos para que crezcan los cultivos. La mayor preocupación que tenemos es que no existen reglas para frenar la actividad de los monopolios agro industriales, ni tampoco medir y evitar impactos en las economías, el ambiente y los sistemas alimenticios globales o la salud humana”. El destacado demógrafo manifestó que esto significa que “en Bangladesh, en México, en Nicaragua, en Uruguay, comemos la misma chatarra porque son los que manejan las semillas, que son los mismos que manejan los tractores, que son los mismos que producen los tractores, que son los mismos que manejan los precios, que son los mismos que producen los agrotóxicos. Es una transnacionalización en las trasnacionales. Más arriba todavía”, concluyó. A continuación, el desarrollo de este tema crucial para comprender por dónde debe pasar la lucha de los pueblos en la actualidad.
El mercado del agronegocio
GM: Se han producido una serie de acontecimientos que marcan el camino patético en el que se dirige la humanidad sometida al comercialismo y mercantilismo internacional. Por eso lo llamé “agrotóxicos, semillas transgénicas y maquinaria”: la híper concentración del poder sobre la alimentación humana. Sucede que una cantidad de empresas nacionales de Europa y de los Estados Unidos se han fusionado, por ejemplo la Bayer de Alemania se juntó con la Monsanto y formaron un consorcio; la Dow Chemical se fusionó con la Dupont, la Syngenta de Suiza con la ChemChina de China, la BASF de Alemania con otra compañía alemana, Bayer y Monsanto a su vez tienen el monopolio de insumos agrícolas. Entonces lo que está sucediendo es qué significado tiene esta concentración nunca vista, la extensión de la propiedad privada monopólica sobre ámbitos comunes de la humanidad, el ámbito común de la humanidad es la alimentación básica. Y la alimentación básica para dar una cifra: el 70% del mercado de pesticidas queda en manos de sólo 4 compañías multinacionales. Dos terceras partes del mercado global de semillas, que son la materia prima para la producción de cereales está en manos de 4 empresas y son ellas por encima de los gobiernos. No importa lo poderosos que sean, manejan el precio, el suministro, el abastecimiento, la escasez, entonces hay una transformación radical en la pregunta básica ¿qué comemos? Es patético, porque hay un control absoluto de micro organismos de semillas, extensión de latifundio. Por otro lado, como si fuera poco, 4 gigantes de la agroindustria mecánica se han fusionado para controlar el monopolio de la fabricación de maquinaria agrícola, entonces nos tenemos que dar cuenta que el mercado de maquinaria agrícola, el mercado de semillas, el mercado de fertilizantes y agrotóxicos está prácticamente en manos de 3 ó 4 grandes marcas que controlan toda la producción de alimentos de una porción muy importante del planeta. Esa es la realidad que estamos viviendo en estos momentos. Es muy importante tomar en cuenta, seguirlo y pelear contra esta cosa, porque los gobiernos nacionales nos han pasado por arriba, los productores suizos son los que están más preocupados porque ellos, siendo muy conservadores en la conservación del stock de las semillas de un cultivo para el año siguiente, se ven ahora privados de ese mecanismo ancestral de mantenimiento de la seguridad alimentaria. Y la seguridad alimentaria pasa a depender de 5 o 6 grandes multinacionales y en consecuencia depende del precio y la conveniencia que exijan los grandes monopolios.
El hambre y la alimentación
MAB: Hay una campaña permanente a favor de esa forma de producción, de lo transgénico, de este tipo de semillas manejadas genéticamente, porque se dice que es la forma de tener la cantidad de alimentos necesarios, porque de lo contrario no alcanza, que son los argumentos más viejos, más estructurales. GM: Se puede refutar rápidamente porque en este momento hay en la humanidad una población que está por encima de millones y millones de personas que se mueren de hambre, porque no tienen acceso al mercado de semillas. Antes la semilla no era objeto de mercado, el productor, el agricultor guardaba una porción de las mejores semillas para la cosecha siguiente. Ahora eso se perdió porque la semilla transgénica no es almacenable, no es fértil de una temporada para otra, hay que comprarla en el mercado y en consecuencia ese mecanismo de sobrevivencia alimentaria ha sido perdido.
MAB: Hay que reconocer Guillermo que este tema del que estás hablando que tiene que ver con los alimentos, es un tema en común de toda la humanidad y tiene que ver también con la Demografía. GM: Claro, por supuesto. Porque la lista que se muere de hambre pasa a la lista de la mortalidad. Y la gente que se muere de hambre hoy es mucho mayor que la que jamás se conoció en la historia de las grandes hambrunas, porque es una hambruna crónica del sistema no de un cataclismo, es un estado de una parte importante de la humanidad que está absolutamente excluida, que el único destino que tiene es morirse de hambre. Voy a leerte y leerle a la audiencia opiniones de productores suizos sobre lo que está pasando con la concentración, dice: “Estamos en una situación en la que un bando de las corporaciones tiene la herramienta, la máquina, el aplicador, que son todos los fabricantes de maquinaria agrícola que son 3 en el mundo y del otro tiene lo que se va aplicar, la semilla, lo transgénico, los insumos químicos para que crezcan los cultivos. La mayor preocupación que tenemos es que no existen reglas para frenar la actividad de los monopolios agro industriales, ni tampoco medir y evitar impactos en las economías, el ambiente y los sistemas alimenticios globales o la salud humana”. Esto quiere decir que en Bangladesh, que en México, que en Nicaragua, que en Uruguay, comemos la misma chatarra porque son los que manejan las semillas, que son los mismos que manejan los tractores, que son los mismos que producen los tractores, que son los mismos que manejan los precios, que son los mismos que producen los agrotóxicos, entonces es una transnacionalización en las trasnacionales. Más arriba todavía. Y dolorosamente hay que decir que los países que están más sometidos a esa regla de mercado son en América Latina, México y Uruguay, porque hay una sola marca de tractores, una sola marca de aplicador, una sola marca de cosechadora, hay un solo tipo de transgénico para la soja, para el maíz y así sucesivamente, entonces vamos a la uniformidad de la alimentación chatarra en el planeta, sin contar los que están totalmente incluidos.
MAB: Permanentemente se nos dice no hay nada malo con los transgénicos, no hay nada comprobado. GM: No hay nada comprobado por los que les pagan por decir eso.
MAB: ¿Les pagan para que no comprueben? GM: Exacto.
Semillas transgénicas – agrotóxicos – maquinaria
Lo que quiero trasmitir es que se ha cerrado un mercado que antes se empezó por la semilla transgénica, después fue por los agrotóxicos y ahora va por la maquinaria. Es decir cuando uno entra en ese negocio el drama que le pasa a un uruguayo le está pasando a un mexicano, le está pasando a un suizo, porque las opciones de mercado para uno y otro son exactamente las mismas. Y por supuesto que la fijación del precio de los granos está fuera de los productores y los demandadores, son otros. ¿Esta concentración misma qué significa? Primero la extensión de la propiedad privada monopólica sobre ámbitos comunes de la humanidad, el ámbito común de la humanidad es la alimentación básica, la humanidad no puede sobrevivir si no come, resulta que ahora la uniformidad de la comida se ha extendido casi universalmente en el tipo de granos, en el tipo de tóxicos, en una cantidad de cosas y no hay diversidad, eso altera la diversidad cultural con lo cual el sentido de nación va siendo sustituido por el sentido de mercado. Es mucho más dramático de lo que uno imagina desde el punto de vista del sentido de la alimentación humana. Es decir esos enormes consorcios que tienen más poder que un Estado, son los que manejan el bienestar o el malestar, el hambre o la miseria de una buena parte de la humanidad. Y que además significa una extraordinaria expulsión del campesinado rural de pequeña escala, porque ese hombre no puede comprar la maquinaria simplemente tiene que arrendarla, la arrienda a un empresario que a su vez es dependiente de la marca que compra, porque eso cuesta cientos de miles de dólares, y la tiene que pagar a crédito; ese señor para sobrevivir tienen que cosechar el producto de 15 o 20 chacras en la zafra para poder pagar la cuota de la maquinaria y ese señor ni siquiera es un habitante rural sino un habitante urbano que trabaja por contrato en las chacras. Hay una tercerización del levante de las cosechas mecanizada de la cual es dependiente el productor primario, es dependiente el que tiene la maquinaria porque la tiene que pagar con trabajo y no deciden. Las decisiones están hechas porque la máquina para cosechar tal tipo de producto con tal tipo de grano, acumularlo de tal tipo, de tal manera, es decir, los esclavos modernos contemporáneos en estos países -en los que se incluye Uruguay- son los productores y los intermediarios, están puestos así. En el Uruguay estuvo el auge de cultivar alfalfa para dar de comer al ganado que se iba en los barcos, se producía alfalfa para los barcos, cuando se suspendió la exportación de ganado en pie temporalmente, quedaron en los galpones y en los molinos stock de cientos de miles de fardos de alfalfa que se comían los ratones y las ratas, esa es la verdad. Hay que entender que el productor, el intermediario ha perdido todo tipo de autonomía porque tiene que comprar lo que le venden, tiene que comprar lo que le imponen y tiene que vender al precio que le fijan, es un esclavo del mercado, la nueva esclavitud.
Sin autonomía
GM: Para que la audiencia se tome una idea, yo dije 70% del mercado de pesticidas de todo el mundo está en manos de 4 compañías y 2/3 partes, el 66% del mercado global está entre Bayer y Monsanto, Dupont de Francia, China National Chemical, Syngenta y Basf de Alemania, 4 fábricas en el mundo son las que manipulan las 2/3 partes, el 66% de las semillas que plantan en el planeta tierra, tan simple como eso y tan dramático, por eso cuando se habla de crisis alimentaria en realidad son cuestiones de negocio, el agro negocio tiene que convertirse en una mala palabra sinónimo de miseria y de migración. Pero los uruguayos tienen que reaccionar, porque ya están en esa bolsa de países absolutamente dependientes, que no dependen ni del Ministro de Ganadería ni del presidente de la Cámara de Arroz ni de nada de eso, viene de otra dimensión que ni siquiera pueden alcanzar.
MAB: Estamos hablando de temas de cantidades, de dimensión, que son las que cambian la esencia del asunto, como pasa con el eucaliptus, no es que el eucalipto es malo en sí sino que es malo el monocultivo. GM: Justamente, las dimensiones y la dependencia de la tecnología. Hoy el grado de autonomía que tiene un productor es casi mínimo, porque si no se anota con tiempo para el reparto de semillas en la zona de él, donde vive, en la compañía agropecuaria que vende la semilla no consigue semilla. Es decir está prisionero de un mercado sumamente rígido, no tiene autonomía de decisión de qué va a plantar, cuándo, cómo ni qué simplemente y cuando va a levantar la cosecha. Se tiene que inscribir con el que tiene la maquinaria para tener un turno, una fecha de colecta, de recolección que le sea conveniente, si llovió, hubo mal tiempo o hubo problemas y bueno tiene problemas. Es decir que hay una dependencia absoluta de actores externos que vienen desde la semilla en los centros de poder, hasta el que levanta la cosecha ahí en el campito, entonces es un hombre que perdió la libertad frente a la acción sobre la tierra, es gravísimo eso.
La comunidad científica
MAB: Una consulta sobre cosas que estás hablando, vos mencionabas el papel de las grandes empresas, nombrabas a la Bayer entre ellas, nosotros el año pasado recibíamos información que nos sorprendió mucho, sobre un proyecto conjunto de la Facultad de Ciencias y de Química de la Universidad de la República, patrocinado el proyecto por Bayer Uruguay que es un laboratorio móvil y nosotros nos enterábamos de la existencia de esto cuando ellos informaron que terminaba una etapa, un año entero de viaje del laboratorio móvil que anduvo por todo el país, permitiéndole a los niños acceder a la ciencia, experimentar, se planteaban como objetivo llegar -se plantean porque esto sigue- a pequeñas localidades del Uruguay, pero a uno le da un poquito de miedo el pensar que sea la Bayer la que lo promociona, no creo que promocione cualquier cosa. GM: Primero la Bayer se acaba de fusionar con Monsanto por si fuera poco, ahora el consorcio se llama Bayer Monsanto con el acuerdo de la Unión Europea, Alemania y Estados Unidos, van a los pueblos y claro que hacen difusión científica. También ayer estuvimos en Montes del Plata en Conchillas y con gran publicidad se está anunciando que se va a iniciar en abril el ciclo de visitas guiadas a las plantas para mostrar la maravilla que es Montes del Plata, entonces es la publicidad para proyectarse sobre la comunidad y ganar cierto grado de simpatía para las cosas menores, pero las mayores son las que cuentan. Está bien la difusión científica pero no es una difusión científica neutra, está orientada a captar adeptos desde muy temprana edad. Los niños reciben esos conceptos, de la estrategia de formación y crear simpatías hacia los nuevos procesos productivos, porque son los eventuales y futuros consumidores. Es perverso todo esto. Tiene una parte de educación, información y formación pero es funcional al sistema productivo que se ha implantado.
La formación científica
MAB: Complica el hecho de que la propia Universidad de la República esté en este proyecto. GM: Por supuesto que sí, yo conozco muchos casos de profesionales universitarios que trabajan en Universidades que tienen contratos por 5 o 6 mil dólares y para mantenerlos tranquilos nada más, el precio de que no molesten.
MAB: Sí claro. Yo recuerdo que hace más de 20 años llamó un día a esta radio un ingeniero agrónomo para decir, que tuviéramos en cuenta el tema de la formación de los ingenieros agrónomos, por el lado que ya viene el paquete de cuál es el programa, qué materia hay que enseñar, todo junto con los productos. GM: Claro, antes el lema de la Universidad era formar profesionales liberales, hoy los profesionales son corporativos, se forman para trabajar en tal lugar, al punto tal que las universidades japonesas y algunas alemanas son financiadas por determinados grandes consorcios y la Universidad es el satélite que forma los científicos que la empresa necesita y encaminado a eso aparecen universidades como la de la empresa que ya en su nombre dicen lo que son.
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