Las cifras del gobierno: 1 de cada 6 niños no pueden satisfacer las necesidades mínimas en Uruguay

Casi el 8% de los uruguayos está por debajo de la línea de pobreza que establece el Instituto Nacional de Estadística, mientras se considera que casi 1 de cada 6 niños en nuestro país no pueden satisfacer las necesidades. Uno de cada mil uruguayos no tiene suficiente dinero siquiera para alimentarse todos los días según las consideraciones oficiales mínimas, y entre los niños la cifra asciende a 6.

En el norte del país están los niveles más preocupantes de pobreza, mientras que en la capital donde se encuentra la mitad de la población llegan a superar el 11%. Además de los tristes indicadores de pobreza e indigencia infantil, las mujeres y la población afrodecendiente siguen siendo más pobres en Uruguay que el resto. Los primeros casos son lo que el INE denomina pobreza, mientras a los segundos le llama indigencia. Estas cifras frías y que por su denominación no se acercan siquiera a reflejar la realidad que vive el pueblo uruguayo, son realmente terribles. En el imaginario colectivo, un indigente no puede sostener los costos básicos para mantener un hogar, por lo que para alimentar a la familia y cumplir con las necesidades mínimas del día a día, termina en la calle. Sin embargo las cifras de indigencia que se manejan se refieren a quienes ni siquiera pueden comer lo mínimo todos los días. El contador y profesor universitario Luis Freda demostró días atrás con números oficiales que con el aumento proyectado para el año que viene del salario mínimo, una mujer con 2 hijos a cargo solo pueden alimentarse todos los días y pagarse el boleto para ir a trabajar. El año pasado, la línea de pobreza se ubicaba en el entorno de un salario mínimo nominal. Si ser o no un indigente es un indicador de poder comer o no todos los días, el salario mínimo es un salario literalmente de hambre. Cerca de medio millón de uruguayos perciben hoy un salario menor a $ 15.000, cifra a la que se proyecta llevar el salario mínimo para el año que viene. Según cifras de enero, el ingreso medio per cápita en el Uruguay se ubica apenas por encima de $21.000, lo que implicaría que promedialmente en la actualidad nadie podría alimentar a su familia y pagar por ejemplo un alquiler. Pero hablamos de cifras medias; la realidad es más escalofriante. Cerca de 1 millón de trabajadores ganan menos que $20.000. Si bien los indicadores de indigencia y pobreza registran los menores niveles en las personas mayores a 65 años, basta recordar que 300.000 jubilados ganan menos de $12.000 para sacar nuestras propias conclusiones. Astori sigue hablando de crecimiento y el gobierno hace cadenas sobre logros y conquistas.