De sopetón: Cerró panadería en la Unión y dejó 50 familias en la calle
- La Juventud Diario
- 23 mar 2018
- 4 Min. de lectura



El martes bajó la cortina de forma imprevista la Panadería Fiesta D’Oro, instalada hace varias décadas en 8 de Octubre y Pan de Azúcar y 20 años con este nombre, dejando a 50 familias en la calle, sin su fuente laboral, en un negocio con un potencial comercial envidiable, en un punto de gran concentración de gente, como lo es esa zona de la Unión. Los trabajadores, que ante irregularidades en los pagos habían conformado el sindicato un par de meses atrás para estar unidos a efectos de normalizar la situación, se encuentran hoy en una vigilia las 24 horas del día custodiando los bienes como garantía de poder cobrar lo que les corresponde. Desde que cerró las puertas el martes al término de la jornada, hasta el momento nadie ha dado la cara frente a los trabajadores, quienes por lo tanto tampoco tienen certezas que la patronal se presente en la instancia que tienen el próximo lunes en la Dinatra.
Tras 2 décadas de actividad, esta panadería y confitería que según reconocen los propios trabajadores, clientes y vecinos “trabaja muy bien”, fue vendida hace un año, y los nuevos dueños han llevado adelante una mala administración al frente del negocio. El resultado: “nos dejaron a todos afuera”, dijo Patricia, una de las trabajadoras que se encontraba realizando la vigilia cuando La Juventud se hizo presente en la mañana del viernes en las afueras del comercio. “No nos comunicaron nada, nosotros no sabíamos”, explicó Patricia. “El martes fue el último día que trabajamos, y el miércoles cuando vinimos estaban las puertas cerradas. No vino nadie a decir qué había pasado”, agregó. Desde entonces, los trabajadores se rotan en turnos de 6 horas para cubrir las 24 horas del día custodiando la puerta del comercio “para evitar que se lleven las máquinas, porque nosotros queremos asegurarnos cobrar lo que tenemos que cobrar”, desde licencias y otras liquidaciones hasta los propios sueldos adeudados. Patricia, Cintia, Daniel y Carlitos eran quienes cumplían la guardia en la mañana del viernes. Llevaban cerca de 6 años trabajando en la Fiesta D’Oro cuando se precipitó su cierre, aunque hay trabajadores que estaban allí hace 20 años. “Desde mayo no nos depositaban el dinero en el cajero; nos empezaban a pagar el sueldo el día 10 y lo terminaban de pagar el 22, el 25. Como veíamos que esto no andaba bien y había poca mercadería, decidimos armar un sindicato para estar todos juntos”, manifestó Patricia. En teoría la panadería sería vendida nuevamente, incluso se llegó a hacer una reunión entre los dueños, los supuestos compradores y una delegación del sindicato, donde “los dueños nuevos dijeron que no les molestaba el sindicato, que de hecho lo armamos solamente para cobrar en fecha, como corresponde. No estamos exigiendo nada fuera de lugar; lo único que queríamos era estar todos juntos para proteger nuestro trabajo y nuestro salario”. El lunes hay una audiencia tripartita en la sede del Ministerio de Trabajo para hablar de las liquidaciones. “Quizás la hayan vendido y vengan los nuevos dueños con otra gente a trabajarla”, especulan los trabajadores. Pero lo cierto es que no saben nada acerca de los planes de la empresa, ni de su propio futuro. Algunos llevan 20 años trabajando allí. “Esto no está bien, no es saco a 50 personas y traigo otras, es un atropello a los derechos de los trabajadores”. “Nosotros acá no queremos perder la fuente laboral”, manifestó Patricia. Según los trabajadores, los dueños son conocidos en el sector; son dueños de la panadería Montecristo en la calle Colonia del centro montevideano, y de varias franquicias de La Pasiva. El grupo se encuentra unido, se turnan para cubrir las guardias, hacen colectas para pagar el ómnibus y hasta ahora se resuelven por sus propios medios el alimento, la yerba y el agua caliente. Pero en pocos días el desgaste es mucho; el frío, el nerviosismo y la incertidumbre, estar las 24 horas custodiando, ir al Ministerio por las liquidaciones, y nadie de la empresa da la cara. “Nadie ha venido a dar la cara” instiste Patricia, al extremo que “dejaron a un guardia adentro encerrado con llave; tenemos pertenencias nuestras adentro que no las podemos sacar porque no ha venido nadie y no podemos entrar”.
El país real, el de los trabajadores
Mientras el PitCnt hizo un paro parcial el jueves y llamó a una movilización defendiendo las políticas del gobierno y pidiendo que se profundicen y no se permita prevalecer los intereses de “unos pocos” pertenecientes a otros sectores de la sociedad, los trabajadores de la Fiesta D’Oro realizaron una manifestación frente al local en pleno 8 de Octubre y Pan de Azúcar, que contó con el apoyo de los sindicatos de la “Mesa del Pan”, quienes están acompañando la pelea que dan los trabajadores. Los sindicatos de Bimbo, de La Sin Rival y de Pangiorno se hicieron presentes en solidaridad con las 50 familias que quedaron en la calle. “Nosotros estamos peleando por nuestros derechos, no está bien que nos saquen así, sin decirnos nada”, manifiesta Patricia. “Somos gente racional, sabemos la realidad del país: si nos dicen muchachos, esta es la última semana que se trabaja, nosotros entendemos, porque es la situación que hay en todos lados. Pero esto no es lo que está pasando”.
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