Editorial: Ante el “peculado” en ANCAP Nuevos desafíos para los trabajadores

Uno de los grandes temas que siguen planteados en la política nacional, tiene que ver con los objetivos que define una política popular y el necesario camino de transformación social que se debe transitar para la que se abra una perspectiva antimperialista y revolucionaria en nuestro país, que logre dar respuesta firme y concreta a los problemas derivados de las políticas de privatizaciones, de endeudamiento externo y de perdida de la soberanía en nuestro país. En estos años hay quienes piensan que rebajando los programas populares se puede avanzar, y eso en política ha sido bautizado de distintas formas de acuerdo a quién impulse la política de gobierno. En estos días con el pedido de procesamiento del ex Vicepresidente de la República, Raúl Fernando Sendic, una nueva onda expansiva ha ido apoderándose de la sociedad uruguaya, en muchos planos todavía incrédula de lo que ha sucedido en todo este tiempo, especialmente con ANCAP, pero que ahora ello proviene de la actuación del Poder Judicial. Es decir, primero fue el parlamento, la investigadora, y la acción independiente de todos los partidos presentando los hechos ante la Justicia, es decir, recorrido de todos los niveles de actuación han sido públicos y transparentes. También el tema que ha puesto al gobierno varias veces contra las cuerdas, de las que todavía no parece haber salido, ha puesto al rojo las relaciones entre los principales grupos políticos del partido de gobierno, que no pueden a esta altura de los acontecimientos ocultar o sacarle algo de presión al tema, que ha toma estado público e involucra a toda la política oficial, y como no puede ser de otra forma a todo el país. En estos años en que por todas partes se buscan nuevas formas de hacer política, lo que debe tenerse en cuenta es que en forma constante es necesario tener presente, las necesidades inmediatas y más sentidas de la población para construir una política. En el caso ANCAP, no sucedió eso, pues estuvieron los votos para una cosa e hicieron otra producto que los resguardos por parte del partido de gobierno han sido inexistentes, el modelo de gestión, los gastos escandalosos y la falta de controles, son siempre el eje de una política de libre inversión y privatizaciones a ultranza. Por ello que lo de ANCAP ha sido el resultado y a la vez víctima obligada por el aventurerismo del ex Vicepresidente de la República, que con la formidable estela de escándalos y “peculados”, ha ampliado la insostenible versión de los acontecimientos que nuevamente pone sobre la mesa una nueva crisis para el partido de gobierno. Se ha ido convirtiendo en un verdadero “talón de Aquiles” de la política del gobierno nacional que no ha podido superar. El pedido de procesamiento por malversación de fondos, que afecta al ex Vicepresidente, ya ha dejado de ser hace un buen tiempo un problema político, y no porque se pretenda a este tema o a los grandes problemas de la política oficial recordarnos que se “viene la derecha”, lo que constituye “tremenda novedad” luego de lo que ha hecho el gobierno a lo largo de toda su política económica de venta de la tierra a capitales extranjeros , aumentando el endeudamiento externo y manteniendo la impunidad. Hoy más que nunca es necesario el rumbo fijo, derecho para el pueblo, y sin dejar a la soberanía y a los pobres por camino, ante los ofrecimientos de poder, oro y fama, tal como sucedió en el cuento Rodríguez, del “Paco” Espínola. Sí nuevamente por la liberación nacional y el socialismo, hay que se avanzando hacia nuevas metas, las necesita nuestro país y los trabajadores.