Editorial: El debate sobre el género

En estos días se intensifican las movilizaciones de diferente motivo que involucran a la mujer en la vida social y productiva de la sociedad actual ,y ello hace evidentemente cada vez necesario, expresar y difundir las ideas del movimiento femenino en general y como este tiene necesariamente una base conceptual diferente, de acuerdo a la posición social que se ocupe y en la actividad que esta tenga. Sin duda que en nuestra sociedad, existen elementos que deben tener en cuenta, que es el contexto socio económico que ha sido dejado de lado en los últimos tiempos en la medida que el enfoque se ha ido estrechando a las relaciones estrictas entre los dos géneros subordinando el enfoque de la lucha entre las clases, o más aun, intentando que éste desaparezca. El rol de la mujer se puede estudiar desde las sociedades más antiguas, hasta las actuales, observando cual ha sido el curso de los acontecimientos hasta el presente. El país hoy está conmovido por la violencia social existente, y también sobre la violencia que sufre particularmente la mujer. En las últimas décadas del siglo pasado, podríamos decir que a partir de los años 60, el incremento de la participación en la vida productiva, social y política, no fue un fenómeno que acontecimientos internacionales en el plano de la lucha de clases en los países capitalistas desarrollado y también en los países atrasados en su desarrollo económico y social. El capital tuvo otras necesidades en el proceso productivo, y necesito incorporar a la mujer a la producción, para invitarla a “ser libre” en la vida social incorporándose al mercado de trabajo con salarios menores a los existentes. En realidad, ello provocó un nuevo conflicto, que fue que al tener la mujer el papel reproductivo, las tareas domésticas no desaparecieron, y la explotación se hizo más amplia y violenta, al no contemplarse sus nuevos derechos. También el nuevo hecho que debe tenerse en cuenta es que la conciencia crítica sobre estos problemas es necesario entenderlo en la masividad que adquiere el movimiento del género que va incorporando lo que sugieren otras clases que no pertenecen a los trabajadores. Uno de los temas hoy reside en que muchas demandas y reformas que se han producidos, referidas por ejemplo a las cuotas electorales, a nuestro juicio reducen el papel histórico de la mujer como hacedora de la historia tantas veces probada en lo que decíamos al principio que viene desde la historia y también nos llega a nuestros días. Ni el hombre, es igual a la mujer, ni la mujer al hombre. En todo caso tenemos necesidades diferentes, que la política y los amplios movimientos sociales deben resolverlas. También es cierto que así como existen enormes barreras sicológicas que son propias de la política burguesa dominante, muchas veces estas son las que crean la base para la explotación mayor de la mujer y sus efectos discriminatorios que reproducen un tipo de violencia social que se incrementa. En nuestro país el año que pasó solo la fábrica FRIPUR, dejó más de 900 puestos de trabajo en su inmensa mayoría trabajadoras sin trabajo luego de un tremendo negociado, y de salarios mal pagos y condiciones cuarteleras de producción. De todas formas en el día de la mujer trabajadora deben tenerse en cuenta estos temas muy concretos para que las demandas que más duelen no se diluyan en otras que no dejan de ser importantes pero no son las fundamentales. Los capitalistas en Estados Unidos, prendieron fuego la fábrica de las demandas de las mujeres textiles con ellas adentro, también aquí se necesita memoria para entender el presente, en nuestro país, no se puede camuflarlo.