Columna: La Fuerza de Choque

por Yanko Silva

Cualquier lector viendo ese encabezado podría pensar que voy a hablar de esos vanagloriados oficiales y sus mandos medios que hacen todo lo posible para mantener el orden en alguna situación que se salga de control sobre todo si es un reclamo hacia los que tienen la batuta del poder. No, no es el caso y mucho menos sabiendo que la policía y sus diferentes comandos en toda Latinoamérica y resto del mundo, en su mayoría y por los acontecimientos descritos con anterioridad, son los que cuidan los intereses de los grandes corporativos y de los gobiernos entreguistas sin muchas veces importarles la verdadera realidad que sufra el pueblo. A las pruebas de la historia me remito. Preste mucha atención señor de las alturas porque si no lo sabe yo se lo voy a contar. Nacida en Florencia el 12 de mayo de 1820, Florence Nightingale vino al mundo sin saber su importante misión, la sanadora. Creadora del primer modelo conceptual de enfermería fue ella la que dio todo por los demás y sin mucha retribución más que la del beneficio de sus pacientes, quien fuera conocida como ¨La Dama de la Lámpara¨. En su luz es que hoy habitan todas las que a lo largo de la historia han adquirido su conocimiento y han perfeccionado a través del tiempo todas aquellas técnicas que por muy rudimentarias que fueran en sus comienzos, fueron y son el pilar del paso entre la vida y la muerte. Puerta de Emergencia, Pediatría, Maternidad, Block Quirúrgico, Ambulancia, Morgue, son algunas de las cosas que una ¨Auxiliar de Enfermería¨ hace a diario, aunque podríamos detallar un poco más la labor. Para ser una ¨Auxiliar de Enfermería¨ se debe contar con conocimientos de: psicología con el paciente, dar inyectable, sacar sangre y saber el trabajo administrativo de rotular bien todo, asistir en laboratorio, instrumentista para una operación, pesar y medir a un bebé, tener empatía con el usuario, curar una herida, bañar a un enfermo, darle de comer a un lisiado, cuidar que los bebes no se mueran en un CTI, ayudar en trabajos de parto, asistir a un baleado, a un accidentado, a alguien que intentó suicidarse y no le salió bien, controlar y/o curar a una persona privada de libertad sin importar lo que haya hecho, debe saber interpretar una placa de rayos X, entender la letra casi ilegible de un médico, saber leer un electrocardiograma, manejar los diferentes sistemas de computación de ingreso de datos, visitar a domicilio y hacer seguimiento, entrar en la casa de cualquier persona sin saber si le puede pasar o no algo malo, reanimar a alguien donde sea que esté quien la necesite, soportar el maltrato por lo general de los mandos medios, soportar el mal trato muchas veces del usuario, trabajar en un manicomio, ponerle las gotitas a una persona operada de los ojos, subirse a una ambulancia y quedar a la suerte de lo que depare la ciudad, aguantar el llanto de la violada, ponerle el hombro al golpeado, coordinar con diferentes sectores metodologías de trabajo, hacer cartelería informativa para un centro de salud, apegarse al dolor que siente alguien en una quimioterapia, ser la mano firme de las mujeres que traen en el abandono sus hijos al mundo, ser quien ponga la pomada en los moretones de quien recibe violencia doméstica, saberse las historias clínicas de todas las camas, o mejor dicho de aquellas personas que están en esas camas, saber cómo tratar al que murió, llevarse los gritos a su casa del que vino con extremas quemaduras, ser la carne de cañón de cualquier puerta cuando anuncia luego de varias horas de espera que el médico no atiende más, que ya no hay más números, atender a varios médicos al mismo tiempo, atender a las cientos de personas que todas quieren ser la primera en la lista, mientras adentro está esperando otro paciente para tomarse la presión, llamar por teléfono a las familias para coordinar visitas, saberse las mañas de cada médico, correr hasta el archivo para buscar una historia clínica de un paciente que llegó a último momento, comerse las puteadas de los que están horas esperando a ser atendidos y quizás me falten saber muchas cosas más por no trabajar en la salud. A todo esto ella debe tener quizás atrás una familia que cuidar, mantener, educar y llevar adelante con las tareas del hogar, marido, hijos, madre y padre, problemas familiares como todos los hay y momentos de descanso cuando éstos son los felices. Entonces señor de las alturas, ¿prestó atención a todo esto? Porque además de todo eso existen los reclamos, las luchas por los derechos dignos que merece dicho trabajo y que hasta el día de hoy no se reconoce como debiera ser. Prestó bien su atención, porque me imagino que ha tratado con varias de esta especie que nació allá por el 1820; un pilar fundamental entre la vida y la muerte de las personas. Mi pregunta es: ¿qué pasa que no se reconoce con un sueldo digno a tantas tareas realizadas? ¿cuál es el problema cuando usted dice prácticamente que el país está gorgoteando y nadando en su estabilidad hacia la victoria? ¿por qué cuando se habla de la salud solo se refiere a la infraestructura edilicia? ¿Acaso no existe la justicia? ¿Qué más justicia social que esa? Me parece que los cálculos son peores que los de la vesícula, porque en un país que está en constante crecimiento los pilares deben ser bien sostenidos y no esclavizados hasta que no quede nada de jugo en sus venas, (en algún momento hablaré de la educación también), pero me extraña que usted en su posición de profesional no entienda que sin estas capaces nada funcionaría, quizás si dejara de amedrentarlas con lo de ¨auxiliar¨ y las empezara a llamar como corresponde todos los hilos se soportarían mejor y no habría que estar haciendo nudos y remiendos cada vez que se necesite a una de ellas, sí, obviamente me refiero a las ¨Enfermeras¨ porque en general saben mucho más que usted. No hay que desmerecer, comencemos a valorar.