Columna Los muertos de mi felicidad
- La Juventud Diario
- 16 feb 2018
- 4 Min. de lectura

por Yanko Silva
“La dictadura perfecta es un muerto, otro cadáver lo que tenemos, para ganarle a la historia no hay precio, ni la deshonra, ni el buen comercio. Que baile el pueblo y descubra en el aire su vocación de ser nadie, miro el futuro y descubro en las calles, tanto fantasma del hambre...”
¿Qué tal si tuvieras la posibilidad de cambiar la realidad de las cosas, si pudieras hacer una sola acción que modificase los resultados de la historia? Por ejemplo hoy se habla mucho del cambio climático y hay miles de personas, aunque no las suficientes, que intentan hacer pequeñas acciones para que la realidad y sus resultados inminentes tengan un rumbo diferente. Tomemos un ejemplo y hagamos de cuenta que traemos al presente a Adolf Hitler con su régimen Nazi, al papa Gregorio IX creador de la Inquisición en nombre de Dios y Augusto Pinochet colaborador del Plan Cóndor para fundamentar la Dictadura de Chile, los ponemos a los tres juntos durante treinta días y los alimentamos apenas con lo justo para sobrevivir. Podríamos imaginarnos de qué podrían hablar, sus glorias, sus ideas de acabar con todo por el bien del todo y así estaríamos por horas, pero lo fundamental sería observar como sus cuerpos y sus mentes en parte estarían denigrados digamos por unos quince días y por los quince restantes reduciríamos su ración tan solo a un trozo de pan y un vaso de agua. Cualquiera podría decir que estas acciones no se ajustan a una ley determinada e incluso se pensaría de tortura hacia ellos, pero puedo asegurar que no se trata de eso, además treinta días en contraposición a los hechos que muestra la historia sobre ciertos personajes es un número insignificante. A los últimos quince días sumémosle archivos televisivos no manipulados, basados en la historia sobre sus acciones y observemos cuáles serían sus reacciones. ¿Asombro, dolor, tristeza o placer? De hecho nunca podríamos saberlo, lo único que podríamos especular es que verse a ellos mismos en su miseria y en como la historia va a recordarlos, quizás genere en ellos un cambio, porque toda persona debería tener la oportunidad de hacerlo. Luego de eso devolverlos a su tiempo y esperar que los hechos actuales repercutan favorablemente desde su pasado. Entonces serían diversas las modificaciones que esto causaría. Entonces aquí vine la pregunta; ¿mejoraríamos la historia o no? ¿Qué hace que una persona pueda cambiar el rumbo de sus ideas luego de un acontecimiento tan traumático? ¿Qué pasa por la mente de un torturado mientras lo único que ve es celdas y desesperanza? ¿Cuál es su objetivo, que lo impulsa a seguir con su causa? ¿Hasta qué punto su silencio tiene honor? ¿Cuánto puede soportar el cuerpo...y la mente? Luego que salimos de la dictadura hubo un comprendido silencio, pero después de eso perduró por muchos años y se luchó bajo la consigna del Nunca Más, hasta que alguien dijo que debíamos dejar atrás eso, que no construía a las nuevas generaciones, mientras estas crecían en la ignorancia y se abastecían de diferentes servicios de distracción, hasta que esos medios supuestamente democráticos y libres lograron manipular la verdadera historia y los resultados son muy visibles en nuestro diario vivir. Hoy en día se puede saber quizás de muchas cosas, pero pocas veces se habla de ello en las altas esferas donde la elite es quien mueve los hilos de la marioneta, haciéndonos creer que aquellos que se jugaron sus vidas por la libertad del pueblo hoy son solamente fantasmas olvidados. Sí hay muchos que reclaman Justicia pero cuando el poder se maneja desde los lugares privilegiados, siempre esas voces son silenciadas con el supuesto avance del país. Y a tal punto se ha manipulado la información que se llegó a decir aquí y en los altos lugares del mundo que en nuestro país está erradicada la indigencia. Yo en lo personal no concibo eso, cuando en realidad se fomenta al desinterés y se promueven planes de supuesta contención que por supuesto paga el pueblo. Es muy lindo decir algo que no es porque ese pequeño acto generará una forma diferente de inversión, los que escuchan esa noticia y mueven los grandes capitales desvían su mirada hacia nosotros y vienen con sus grandes empresas con sueldos de hambre y que no hacen más que contribuir en su mayoría a la destrucción del todo. Los obreros para sobrevivir y llevar un ingreso digno mientras son en parte cómplices de ese progreso devastador y siguen aplaudiendo a quien les consiguió mejor salario aunque la realidad sea otra y de un supuesto crecimiento en la construcción se caiga abajo la mano de obra y hasta se contrate la misma en negro con inmigrantes que jamás se les ocurriría meterse en un sindicato. Podríamos tirar la red y hablar durante horas de cómo todos contribuimos a ese modelo de supuesto crecimiento y después salimos a pancartear por la tierra... si bien las intenciones de muchos sean buenas. Y aquí el resumen; ¿Qué hace que alguien que estuvo con el fango hasta el cuello y viera a su pueblo morir de hambre en todos los sentidos, luego llegue a los altos mandos y sea el que maneja el látigo haciendo sonar sus botas cuando alguien les escupe la verdad en la cara?
Entradas relacionadas
Ver todoLa posibilidad de aumentos de tarifas y de impuestos había sido negada enfáticamente por el presidente Luis Lacalle Pou durante la...
En estos días es evidente que ante un nuevo aniversario del Movimiento 26 de Marzo, muchas cosas y conceptos se ponen sobre la mesa en...
En los últimos tiempos han ido surgiendo en forma cada vez más amplia problemas y situaciones cada vez más difíciles de atender, con las...
Comments