Cooperativa Salinas 98: El gobierno no da solución a cooperativa de vivienda y ahora los amenazan co
- La Juventud Diario
- 9 feb 2018
- 4 Min. de lectura

El Banco Hipotecario los abandonó, la empresa constructora se fue, las casas quedaron sin terminar, nunca les dijeron cuánto era la cuota y ahora les quieren rematar las casas. Una perla más que demuestra que los planes de vivienda del gobierno progresista no ofrecen soluciones reales para los trabajadores uruguayos.
Los habitantes de la Cooperativa de Vivienda Salinas 98 vienen luchando desde hace años. Hoy atraviesan una situación realmente angustiante. Es que, tras no obtener respuestas del gobierno, sus casas corren peligro de ser rematadas y ellos desalojados. La cooperativa está ubicada en la intersección de la Ruta 87 y calle Ceibo, se compone de 24 viviendas que albergan a unas 200 personas. Las viviendas fueron construidas en el año 1998 con una vida útil de 20 años, pero no se utilizaron los materiales adecuados. La Juventud dialogó con Carlos Figueroa, presidente de la Cooperativa, quien explicó que, poco antes de culminar la construcción de las casas, tanto la empresa constructora como el instituto que los asesoraba y el Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) abandonaron la obra y las dejaron sin terminar. Eso produjo que muchas de las casas tuviesen problemas estructurales como roturas, enormes goteras, rajaduras, baños sin terminar e inundaciones los días de lluvia intensa. Figueroa contó que, en aquel momento, el BHU no pagó la última cuota del préstamo para terminar las casas y la empresa constructora se retiró sin terminar las viviendas. “Nosotros veníamos haciendo denuncias en el BHU de que las casas no estaban en condiciones que se habían requerido. La empresa se retiró y dejó las casas sin terminar y con todos los vicios de construcción que nosotros denunciábamos. Los socios se tuvieron que hacer cargo de la terminación de las casas colocando puertas y haciendo pozos negros”, relató. Los vecinos quedaron desatendidos por el BHU y la Agencia Nacional de Vivienda (ANV). Figueroa explicó que, cuando la ANV comenzó el Fideicomiso 1, alrededor del año 2010, empezó a intimar a los vecinos para pagar sus deudas, producto de que nunca se les indicó cuánto era el monto real a pagar. “Nosotros queremos saber el valor de la cuota y ellos no nos quieren dar absolutamente nada. De hecho, el diálogo está cortado. Nosotros queremos pagar, queremos saber cuánto es el monto pero no hay ningún vínculo de diálogo con la ANV ni con el Ministerio (de Vivienda) ni con la Comisión de Vivienda del Parlamento”, remarcó. En abril de 2017 presentaron una carta a la Comisión de Vivienda del Parlamento donde explicaban que a la cooperativa nunca se le dio el “Fin de Obras”, y aclaraban que las casas nunca fueron terminadas por parte del Banco Hipotecario. Además, agrega la misiva, nunca se le entregó la última parte del préstamo otorgado para la construcción de la misma (pendiente desde 1998). Señalan allí que los defectos edilicios con los que las casas fueron entregadas son muchos y acotan que el Banco Hipotecario nunca realizó las inspecciones correspondientes. Los techos se llueven y las tejas tuvieron que cambiarse por estar mal colocadas, los baños de las viviendas tuvieron que hacerse nuevamente porque la empresa constructora no unió los caños y las fugas en la cocina y los baños eran constantes. Señalan que los pisos de cerámica fueron cotizados con materiales de primera pero se colocaron materiales de muy menor calidad. Aclaran en la carta que las casas fueron terminadas por los propios miembros de la Cooperativa con fondos propios y mantenidas celosamente por ellos. La situación actual de las casas es regular, pese a que los miembros de la Cooperativa le han realizado mantenimiento permanente, pero la vida útil de las tablas y maderas con la que se construyeron ya están alcanzando el máximo de su vida útil. Según la ANV, la deuda de núcleo habitacional (deuda más intereses y colgamientos) supera los 200 mil dólares, monto que supera el valor de cada vivienda y es una cantidad de dinero que ninguna de las familias de la Cooperativa puede pagar. Teniendo en cuenta que una parte del préstamo nunca se entregó y la obra nunca fue finalizada ni fiscalizada por parte de Banco Hipotecario, que fueron los miembros de la Cooperativa quienes finalizaron las obras sin tener que hacerlo porque las empresas constructoras se retiraron sin terminar, la cooperativa Salinas 98 propuso a los legisladores que “la ANV sanee toda la deuda con la cooperativa con novación” y que se tace cada unidad y se cobre el 25% del valor en 10 años. Figueroa dijo que desde la ANV les han dicho que los problemas edilicios son de los socios de la cooperativa y no de las instituciones involucradas en la construcción. Como solución les han propuesto que hagan un juicio.
El remate
Los vecinos están preocupados porque el remate de alguna de las viviendas de la Cooperativa puede darse en cualquier momento. “Todas las casas hoy en día están en proceso de remate, las 24 casas. Nos vienen haciendo el trabajo psicológico porque ya se mandó una casa a remate y se paró el remate como se pudo. Yo veo que no hay voluntad de ellos de arreglar el tema, solo nos quieren cobrar”, puntualizó. Figueroa ellos tienen voluntad de pago pero no encuentran una apertura al dialogo por parte de las autoridades de vivienda. Aclaró además que las otras cooperativas de vivienda de la zona también tienen problemas similares.
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