Paysandú: Vecinos trabajadores quieren acceder a la vivienda propia pero no pueden
- La Juventud Diario
- 6 feb 2018
- 3 Min. de lectura

Desde abril de 2016, hace ya casi 2 años se encuentran paralizadas las obras de la cooperativa de vivienda sindical Cisvvt (Cooperativa de Integración Social de Viviendas de Vecinos Trabajadores) ubicada en 33 Orientales y Antonio Estefanell (Paysandú); un emprendimiento para resolver el acceso a la vivienda propia a 4 decenas de familias, pero que no les ha traído más que problemas y disgustos, motivos por los que ya han desistido más de 25 socios.
La cooperativa está endeudada a niveles extraordinarios con empresas y barracas. “Tesorería” cometió un desfalco por unos 4 millones de pesos; pero además han padecido los problemas que sufren todas las cooperativas bajo este sistema, demoras y entregas descoordinadas e insuficientes de los materiales. O bien recibían menos materiales de los que precisaban, o no recibían los que complementaban el mismo trabajo, o recibían materiales para etapas posteriores pero no tenían para realizar lo previo; esto provocó infinidad de robos y destrozos de estos materiales por parte de delincuentes de la zona. La reducción de los afiliados, afectó la mano de obra disponible para realizar las tareas. Según informó El Telégrafo, se han mudado seis familias al barrio sin terminar, presionadas por el costo del pago de alquiler, a la vez que su presencia en el barrio permite vigilancia para evitar robos y vandalismo, como rotura de paneles y hurto de focos. La integrante de la directiva del grupo, Claudia Borcovsky, indicó que esta fue la primera cooperativa sindical que se instaló en Paysandú, y que “el primer problema que tuvimos fue la entrega insuficiente y descoordinada de materiales por la empresa Calomil, como a las otras cooperativas, lo que ha sido determinante para perder tiempo y horas de trabajo, porque no se ha podido armar en tiempo y forma las casas”. “Por los problemas se han bajado muchos socios y quedamos solo 15”, agregó con justificada amargura, a la vez de señalar que “en este momento tenemos parada la obra y lo que estamos haciendo son reparaciones para que no se deterioren las casas y mantener el predio. En realidad la obra está parada desde abril de 2016, es decir desde hace casi dos años. El principal problema fue el desabastecimiento de materiales, que al comienzo anduvo muy bien, enviando estructuras, techos, paredes, y el Ministerio iba pagando a medida que se iba armando. Pero luego la empresa enviaba materiales sin ton ni son, haciendo que fuera prácticamente imposible ir armando las casas y llegó un momento que no mandó más”. “Eso generó una deuda, porque al no mandar materiales no podíamos avanzar, no se cobra y no se les puede pagar. Además mandaban materiales en forma tan desordenada que hasta hoy tenemos algunos guardados que no se pueden utilizar porque van luego de una etapa anterior para la que no nos mandaron lo necesario, y ellos ya lo tienen como deuda”, consideró.
La plata no está, las casas tampoco
“El problema específico que ha tenido nuestra cooperativa es de orden administrativo, porque tuvimos un robo muy grande de Tesorería. En 2016, cuando se cambió la comisión directiva, que venía manejando la obra, se hicieron elecciones, se hicieron investigaciones, hablamos con los proveedores y nos encontramos con que teníamos deudas por todos lados, de lo que la comisión que teníamos en ese momento no nos estaba informando”, apuntó Borcovsky. “En las asambleas se pedían los estados de cuenta y estaba todo maquillado, se iba estirando y no teníamos acceso a las boletas, porque si hubiéramos tenido la posibilidad los socios en la asamblea lo hubiésemos detectado antes. Se nos decía que ‘estábamos bárbaro’ y la comisión fiscal decía que estaba todo bien. Cuando asumió la nueva comisión nos pusimos a averiguar. Prácticamente ya estábamos debiendo 600.000 pesos al Banco de Previsión Social, que eran los aportes de los capataces y oficiales que teníamos en la obra. Hasta ahora, tras dos años, seguimos pagando un convenio que hicimos con el BPS”. “Pero además las cuotas de aportes no se pueden conveniar, eran de 70 a 80.000 pesos por cuota que de 15 a 20 socios teníamos que juntar con beneficios y con mensualidad”, precisó. (con información de El Telégrafo)
Entradas relacionadas
Ver todoLa posibilidad de aumentos de tarifas y de impuestos había sido negada enfáticamente por el presidente Luis Lacalle Pou durante la...
En estos días es evidente que ante un nuevo aniversario del Movimiento 26 de Marzo, muchas cosas y conceptos se ponen sobre la mesa en...
En los últimos tiempos han ido surgiendo en forma cada vez más amplia problemas y situaciones cada vez más difíciles de atender, con las...
Comments