Recibimos y publicamos: Declaración de la Corriente Sindical Clasista en apoyo a pequeños y medianos
- La Juventud Diario
- 22 ene 2018
- 5 Min. de lectura

¡Todo el apoyo a la lucha de los pequeños y medianos productores y a los asalariados rurales!
Este gobierno entreguista y proimperialista, bajo la conducción del ministro Astori, continuista de los gobiernos de la derecha tradicional, ha beneficiado a los grandes terratenientes y monopolios imperialistas, asociados fundamentalmente a los monocultivos sojero y forestal (que hoy ocupan alrededor de un millón de hectáreas cada uno), las plantas de celulosa (que ya serían tres con la segunda que se prevé de UPM), los parques eólicos, las zonas francas, gozando de importantes exoneraciones fiscales. Esto ha generado una gran concentración de la tierra y su extranjerización, a tal punto que más de la mitad de las hectáreas agropecuarias están en manos extranjeras. Estas condiciones, sumadas al alto precio de la tierra y al endeudamiento brutal, perjudican enormemente a los pequeños y medianos productores, que han venido fundiéndose de a cientos cada año. Por ejemplo, en el sector lechero, uno de los más perjudicados, el precio de todo el ganado lechero equivale a la deuda bancaria del sector, entre 350 a 400 millones de dólares, y se registra el cierre de 1500 tambos en estos últimos años. El avance del agronegocio impulsado por el capital financiero internacional ha implicado un desaforado aumento del precio de la tierra y las rentas, y también de los alimentos, lo que sufrimos los trabajadores todos los días, pero los beneficios han ido solo a bolsillos de los intermediarios y latifundistas, no de los chacreros. A la vez, los trabajadores rurales también sufren esta difícil situación, ya que la desaparición de unidades productivas ha agravado la desocupación, manteniéndose además los salarios de hambre, graves problemas de salud por exposición a los agrotóxicos del paquete tecnológico de los agronegocios (sobre todo soja), desconocimiento de la legislación laboral y casos de graves abusos perpetrados por patrones, como los que han salido a la luz últimamente. Estas condiciones han agravado el despoblamiento del campo, cuya cantidad de habitantes hoy representa solo el 5% de la población total. A esto se suma la reciente Ley de Riego, apoyada por el gobierno y la derecha tradicional, la Asociación y la Federación Rural, dominadas, sobre todo la ARU, por grandes terratenientes. Esta ley privatizará y mercantilizará los recursos hídricos, favorecerá la concentración de la tierra, contaminará aún más el ambiente, perjudicando a los pequeños productores y también a los trabajadores del campo y la ciudad. Ante esta situación, pequeños y medianos productores rurales a nivel nacional están generando una importante movilización, con asambleas y caravanas de tractores y otros vehículos en las rutas del país. Reivindican apoyo estatal para seguir produciendo, en ese sentido exigen que se les rebajen las tarifas de electricidad y gasoil, que recientemente aumentaron 3,2% y 4,8% respectivamente. Este nuevo tarifazo, con el cual el pueblo y la producción nacional son recargados, es parte del ajuste que este gobierno desarrolla bajo el supuesto de reducir el déficit fiscal, como lo pauta el FMI, cuando en realidad juegan en ese déficit la deuda externa (más de 50.000 millones de dólares), por la que paga anualmente alrededor de 3.000 millones de dólares de amortizaciones e intereses; las exenciones impositivas al gran capital, de alrededor de 2.000 millones de dólares al año; las AFAP; el déficit del FONASA, etc. Y todavía hay quienes culpan a los trabajadores públicos por el aumento de tarifas, de ninguna manera hay que achicar el gasto social, que este gobierno viene recortando, que por el contrario, debe estar acorde a las necesidades del pueblo, sí hay que eliminar el despilfarro y la corrupción. Fueron los altos precios internacionales de los productos agrarios los que permitieron el boom agrario y el desarrollo del agronegocio. La actual baja de los precios en el mercado internacional hace que se transparente la realidad, el agronegocio implica reforzar la dependencia y el latifundio, agregando la contaminación. El gobierno solo acepta negociar con “las gremiales” para deslegitimar al movimiento que surge de los verdaderos productores, y ofrece refinanciaciones que una y otra vez hacen ganar tiempo a los grandes productores pero a los pequeños y medianos cuando las logran, les generan una asfixiante deuda. Para que el movimiento sindical pueda influir en esta lucha, debe levantar un programa que atienda las necesidades urgentes de los pequeños y medianos productores; aislando a los latifundistas, al capital especulativo en el agro y a la derecha reaccionaria. Son estos sectores reaccionarios, apoyados en los medios de desinformación, los que impulsan el discurso de “bajar el costo del Estado” para presionar al gobierno a profundizar el ajuste fiscal. Por eso desde el clasismo debemos plantear claramente que se hacen necesarios precios sostén para los productos destinados al mercado interno, que garanticen la renta básica al pequeño y mediano productor y su permanencia en el campo, y el abastecimiento a precios razonables a la población. También es preciso finalizar con el atraso cambiario que encarece en dólares la producción nacional y subsidia las importaciones de productos agropecuarios e industriales que podrían producirse en el país; lo que no significa de ninguna forma devaluaciones bruscas que puedan generar que la inflación recaiga sobre los trabajadores y sectores medios. La solución a esto es el cambio múltiple, como herramienta para asegurar el control estatal del cambio de divisas y orientar la producción. Esta herramienta ya tiene antecedentes en nuestro país y favoreció a la industria y el trabajo nacional, por algo fue eliminada por el gobierno blanco a principios de los 60, cuando se firmó la primera Carta Intención con el FMI. Es así que desde la CSC apoyamos la justa lucha de pequeños y medianos productores y trabajadores rurales, promoviendo un programa que los una junto a los asalariados de la ciudad, para aislar a la oligarquía rural, latifundista, que a través de sus organizaciones gremiales y políticas aprovecha las medidas de los más desfavorecidos del campo para sacar tajada. Cuando hay que unir al pueblo tras un programa de soberanía, defensa de las fuentes de trabajo y la producción nacional, el oportunismo en la conducción del movimiento sindical llama a defenderse del “avance de la derecha”, y “las gremiales del campo” llaman a profundizar el ajuste fiscal, quedando así el gobierno y la oligarquía con las manos libres para sentarse a “dialogar” cómo seguirán exprimiendo al pueblo. Es esta misma política proimperialista y antipopular del gobierno, que atenta contra los pequeños y medianos productores la que arremete también contra la clase trabajadora, una política que profundiza la dependencia de nuestro país, su sujeción a la división internacional del trabajo, socavando nuestra soberanía nacional. Es necesaria la unificación de las luchas y por tanto llamamos al movimiento sindical a apoyarlos.
¡¡Defender las fuentes de trabajo y la producción agraria e industrial nacional!! ¡¡A firmar y movilizarse contra la Ley de Riego!! ¡¡Basta de extranjerizar la tierra!! ¡¡Reforma Agraria!!
Corriente Sindical Clasista
22 de enero de 2017
Entradas relacionadas
Ver todoLa posibilidad de aumentos de tarifas y de impuestos había sido negada enfáticamente por el presidente Luis Lacalle Pou durante la...
En estos días es evidente que ante un nuevo aniversario del Movimiento 26 de Marzo, muchas cosas y conceptos se ponen sobre la mesa en...
En los últimos tiempos han ido surgiendo en forma cada vez más amplia problemas y situaciones cada vez más difíciles de atender, con las...
Opmerkingen