LOS JÓVENES APOYAMOS A LOS PEQUEÑOS PRODUCTORES
- La Juventud Diario
- 20 ene 2018
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Sin dudas la pasada semana se vio marcada por el enorme crecimiento que han tenido las movilizaciones de productores agropecuarios a lo largo y ancho del país. Movilizaciones heterogéneas, en las que están presentes desde el pequeño productor familiar castigado por la política entreguista del Frente Amplio hasta el gran estanciero, principal beneficiario del modelo neoliberal del FA. Es sumamente importante tener en cuenta esta heterogeneidad en el conflicto agropecuario, porque la presencia de los grandes latifundistas, que como siempre tratan de sacar tajada de las luchas ajenas, no hace más que simplificarle las cosas al gobierno; los latifundistas dividen las aguas en el marco de la clase trabajadora, su presencia crea la falsa imagen para los trabajadores urbanos de que el conflicto es un conflicto de oligarcas contra el gobierno, cuando la realidad y los números fríos del sector agropecuario nos muestran todo lo contrario. Los Jóvenes del 26 del Movimiento 26 de Marzo respaldamos, al igual que toda nuestra organización y la Unidad Popular, las luchas de los pequeños productores rurales. Son los pequeños productores agropecuarios un pilar fundamental para la economía uruguaya y sus verdaderos encadenamientos productivos, son, aunque el gobierno quiera mostrar lo contrario, un aliado sumamente importante en la lucha de clases de la clase trabajadora de la ciudad. El modelo económico del Frente Amplio desde que Tabaré Vazquez asumió su primer gobierno dista mucho de un modelo de izquierda orientado a la soberanía nacional y la defensa de los intereses de la clase trabajadora. Este modelo económico no muestra ninguna diferencia sustancial con el llevado adelante por Blancos y Colorados, no muestra ninguna diferencia con aquel modelo contra el cual, por allá por 1999, miles de productores agropecuarios se movilizaron. ¿Donde está la diferencia? En 1999 el FA y el PIT-CNT apoyaron el conflicto y se pusieron del lado de los productores; hoy se dieron vuelta de la peor manera y tachan de oligárquica a la protesta. Tachan de oligarcas a las familias de productores lecheros que quedaron en la calle, a los campesinos que sobreviven con un ingreso muchas veces menor que un salario digno. Cabe preguntarse entonces, ¿A quien defiende el FA? Para no caer en los ya clásicos engaños del gobierno frentista, citemos algunos datos estadísticos que muestran claramente como el modelo llevado adelante por el gobierno ataca a los pequeños productores y favorece a los latifundistas y a las transnacionales. Según el último Censo agropecuario (de 2011), la cantidad de establecimientos agropecuarios se redujo un 21,6% respecto al 2001, por lo que queda bastante claro que no han sido pocos los productores que debieron abandonar su actividad. Desde 2001, y en solo una década, la población dedicada a actividades agropecuaria se redujo 43,7%. Exacto. Bajó prácticamente a la mitad la cantidad de gente empleada en el agro: ¿Como negar esta caída en los puestos de trabajo rurales? El mismo censo revela un dato todavía más alarmante: en una decada desaparecieron más de 12.000 productores a lo largo del país, en tanto en el mismo periodo el promedio de hectáreas por predio rural pasó de 287 a 365. La conclusión en este caso es obvia y respalda el reclamo de los pequeños productores: el modelo del FA perjudicó la producción familiar favoreciendo a los latifundistas que lograron adaptarse y quedarse con las tierras de los establecimientos más pequeños. Este proceso de concentración de la tierra en desmedro de los sectores populares ha ido de la mano con la extranjerización y el aumento exponencial de la renta y los precios de la hectárea de tierra. Entre 2000 y 2016 el precio promedio de la hectárea pasó de USD 500 a USD 3500. Según datos de investigadores de la UdelaR, hoy las transnacionales son dueñas (directamente, sin testaferros) de 1.641.000 hectáreas, aproximadamente el 10% de las tierras productivas de nuestro país. Para dimensionar la importancia de esto último, hay que considerar que en 2013 habían registrados 21.645 productores familiares en Uruguay, y sus tierras sumaban 1.690.000 hectareas. Estamos hablando entonces de que los 27 conglomerados transnacionales más importantes en nuestro país (los dos más grandes son UPM y Montes del Plata) controlan la misma cantidad de tierra que todos nuestros productores familiares (recordemos que más de 12.000 productores desaparecieron en el periodo). A estas hectáreas de tierra propiedad directa de las transnacionales, habría que sumarle aquellas cuyos propietarios se desconocen y que muy probablemente sean estos grupos de capitales extranjeros. Resulta paradójico que el “gobierno de izquierda” que supuestamente iba a apoyar los intereses de la clase trabajadora haya extranjerizado y concentrado la tierra más que cualquier gobierno anterior, y con suma sinceridad el nuevo ministro de ganadería declara que van a seguir desapareciendo los pequeños productores rurales porque eso es una tendencia mundial y Uruguay no tiene la capacidad financiera para apoyar la producción agrícola. Habría que explicarle al ministro que Uruguay parece tener capacidad financiera de sobra para subsidiar y exonerar a todas las multinacionales que se instalen en el país, por lo que sería simplemente cuestión de redestinar los subsidios y exoneraciones actuales en función del país que queremos. ¿Queremos, en la práctica, subsidiar la producción de las multinacionales que NO emplean casi trabajadores locales o queremos fomentar los encadenamientos productivos intensivos en mano de obra que se derivan de la producción local? Es esencial que los trabajadores de las ciudades entendamos que el 83% de los productores rurales no alcanza la canasta básica familiar, que la contradicción principal no está en la contradicción campo-ciudad como nos quiere hacer pensar el FA si no en la contradicción explotados-explotadores. En palabras del diputado del 26 de Marzo Eduardo Rubio: “No dejarnos entrampar en la lógica del gobierno es fundamental, y pensar con nuestra propia cabeza y a partir de nuestra concepción del mundo es fundamental para ubicar claramente las contradicciones. Y si no partimos de la base que lo que está en crisis es el modelo, y que por eso saltan todas estas contradicciones que afectan a distintos sectores de clase; y si no entendemos que entre esos sectores hay sectores que son realmente imprescindibles para un proyecto de liberación nacional en este pueblo. No digo todos, digo sectores que hay allí, y que si no entendemos eso, va a ser difícil que podamos desarrollar esa propuesta política nuestra como alternativa real” Apoyar el reclamo de los productores no es apoyar a la oligarquía, no es hacerle el juego a la derecha sino todo lo contrario. Los Jóvenes del 26 de Marzo apoyamos estos reclamos porque al igual que los pequeños productores los jóvenes somos los más afectados por la política del FA, que nos está dejando un país controlado por las transnacionales y totalmente funcional al sistema capitalista. La derecha es el propio gobierno.
CONTACTO: Mail: jovenes26m@gmail.com Facebook: juventudveintiseisdemarzo
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