Crónicas de la Victoria. El pueblo cumplió y cumplirá otra vez.

Escribe Prof. Andrés Freire

No, no tenemos el gobierno que nos merecemos, casi ningún pueblo lo tiene, pero el nuestro menos que menos. Nuestro pueblo durante décadas se fue preparando para llegar al gobierno y al poder, hubo un intenso trabajo político sindical, con detalles imposibles de señalar todos, una historia de luces y sombras, de intenso trabajo militancia y sacrificio. Donde se utilizaron todas las formas de lucha existentes, con un mismo fin por diversas vías, y finalmente a pesar del pachecato, la dictadura, el terrorismo de Estado, las sucesivas deserciones y traiciones, y el manoseo de la Constitución para evitar el triunfo del Frente Amplio se llegó. Se llegó, y en el preciso momento en que al amparo de un millón de votos y un clima de esperanza colectiva correspondía pasar a una etapa superior, hacer temblar las raíces de los arboles como se prometió, la elite dirigente del partido plebeyo optó por pasarse en forma más o menos inconfesada al bando de los ricos y poderosos de siempre, pasar a disfrutar de las mieles del privilegio que tanto antes habían denostado. PERO EL PUEBLO CUMPLIÓ, no fue el que falló, los que fallaron fueron ellos, y en eso no hubo error, ya lo dice el proverbio inglés que una y otra vez citaba Federico Engels, el postre se prueba comiéndolo, había que dar ese paso para saber que por ahí no andaba la cosa. Y así como a pesar del terror, la traición y la deserción se llegó una vez, se llegará otra, para cumplir con el legado que nos ha dejado el Protector de Los Pueblos Libres. Nunca reneguemos de nuestro pueblo, él y nosotros con él hemos dado enormes batallas contra las potencias oscuras que rigen nuestro tiempo, en las condiciones más terribles se enfrentó por ejemplo al fascismo, y se lo derrotó a medias, ahora falta cumplir la otra mitad, destruir los elementos socio económicos propios de nuestra formación social que le dieron origen. Quedan tareas pendientes, pero NO es empezar de cero, porque existe una historia, un legado y una tradición, pero lo fundamental es que NUESTRO PUEBLO CUMPLIÓ Y COMO LLEGÓ UNA VEZ, LLEGARÁ DE VUELTA. Que este 2018 se enciendan una vez más fogones en el corazón, pero con banderas rojas, verdes y blancas, profundamente artiguista, levantadas del fango y el lodo, porque saben que sí, vamos a hacer el mundo otra vez.