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Movimiento social por vivienda y trabajo: Trabajadores suman fuerzas para luchar por vivienda popul

  • Foto del escritor: La Juventud Diario
    La Juventud Diario
  • 5 ene 2018
  • 5 Min. de lectura

Una vivienda digna es un derecho constitucional para cualquier ser humano y el sueño de muchos trabajadores uruguayos. El Plan de Vivienda Popular por Construcción Pública será una realidad gracias al apoyo popular que recibe de centenares de familias trabajadoras a lo largo y ancho del país.

La lucha por la vivienda popular se ha hecho carne entre el pueblo trabajador. Luego de presentado el Plan Nacional de Vivienda Popular en julio de 2015, varios movimientos y grupos de trabajadores se nuclearon en diferentes puntos del país para apoyarlo y llevarlo adelante. Al movimiento “Quiero comprar mi casa”, que se ha desarrollado en varios puntos del país, se sumó el “Movimiento social por vivienda y trabajo”. La Juventud dialogó con Susana Roseimo, vecina de la ciudad de Dolores, quien es madre soltera y trabaja de costurera, contó cómo surgió el movimiento por vivienda y trabajo en su ciudad. “Fue algo extraordinario haber traído el proyecto de vivienda popular a Dolores. La gente se fue sumando cada domingo. Pedían información para saber lo que era”, explicó Susana. Actualmente ya son unas 300 familias las que integran este movimiento en Dolores. Cuando se enteraron sobre la aprobación del Plan de Vivienda Popular en la Comisión de Vivienda de Diputados, la noticia fue tomada con mucha alegría por estas familias. “La alegría fue enorme. Se lloró, se gritó. Fue una felicidad tremenda. Ahora lo que nos queda es hacer bastante ruido para ser oídos en todos lados y para que el proyecto se apruebe. Hay que empujar para seguir la lucha”, relató Susana. Los trabajadores tienen esperanza. Es que conseguir una vivienda propia y en condiciones dignas es una empresa que se vuelve cuesta arriba para muchos trabajadores uruguayos. Susana es oriunda de Artigas. Tiene 53 años, tres hijos y alquila casa. “Nos enamoramos del proyecto”, dice emocionada, y agrega: “la gente tiene la ilusión de tener su casa”. El movimiento se financia con rifas y bonos colaboración. Utilizan ese dinero para hacer pancartas y para poder pagar los pasajes cuando realizan una actividad de difusión del proyecto. Ya están planificando venirse a Montevideo el día que se estudie el Plan de Vivienda en el plenario de la Cámara de Diputados. En Mercedes este movimiento también está trabajando intensamente. Marlen Moreno es vicepresidenta del “Movimiento social por vivienda y trabajo” y vive en la capital del departamento de Soriano. Cuenta que el trabajo comenzó en el mes de abril de 2017, cuando tuvieron una reunión con el diputado Eduardo Rubio y conocieron el proyecto. Luego fueron realizando actividades para juntar fondos haciendo un trabajo a puro pulmón. Desde la venta de comida hasta bonos colaboración han servido para aportar a los fondos del movimiento. Marlen contó que en la primera reunión había unas 25 personas, pero actualmente integran el movimiento más de 200 familias de Mercedes. Señala que existen muchas personas mayores que necesitan vivienda en su ciudad y que también hay muchas madres solteras que no tienen su vivienda. Trabajar en una cooperativa de vivienda es algo muy complejo para madres solteras que además necesitan trabajar para ganar su salario. Por eso el Plan de Vivienda Popular presentado por la Unidad Popular en el Parlamento es tan conveniente para muchas de estas personas.

El proyecto

La iniciativa presentada por la Unidad Popular en 2015, establece que, entre otras cosas, el Estado se haga cargo de la construcción de viviendas a través de la Agencia Nacional de Vivienda y destine un presupuesto del 1% del PBI. También establece que se construya en tierras improductivas e inutilizadas de cualquier organismo público que sean aptas para el desarrollo del Plan. El Estado realizará todas las obras de agua, saneamiento y servicios públicos necesarios para asegurar el desarrollo pleno de la vida. Al mismo tiempo se establece que el Estado garantice la instalación de otros servicios como el acceso al transporte, a centros educativos y de salud. ¿Quiénes pueden acceder al plan? La iniciativa establece que serán beneficiarios del plan las personas o núcleos familiares cuyos ingresos nominales sean iguales o menores a veinte Bases de Prestaciones y Contribuciones (unos 70 mil pesos). No se fija límite de edad alguno para acceder al plan. El proyecto plantea que no se tendrán en cuenta los antecedentes crediticios y financieros, incluso los contenidos en bases de datos, de los integrantes del núcleo familiar. Tampoco se exigirá ahorro previo alguno. Los beneficiarios pagarán una cuota equivalente al 10% de los ingresos del núcleo familiar. Para el acceso a la vivienda se priorizarán los núcleos familiares que posean alguna de estas características: jefatura de hogar monoparental; integrantes discapacitados a cargo; niños, niñas y/o adolescentes a cargo; contar con personas mayores de sesenta años de edad; contar con personas afectadas por enfermedades raras; contar con personas afectadas por enfermedades crónicas o con personas pacientes oncológicas. En cuanto a las características de la vivienda, se establece que la superficie habitable de una vivienda no será inferior en ningún caso a 50m2. Toda vivienda tendrá además, como mínimo, un cuarto de baño y el o los ambientes adecuados a las funciones de cocina, comedor y estar diario. Los techos deberán asegurar la impermeabilidad y la aislación térmica mínima que fijará la reglamentación. Los muros exteriores deberán impedir la entrada de humedad, asegurar la aislación térmica mínima que fije la reglamentación, y presentar superficies interiores resistentes, sin fisuras y susceptibles de mantenimiento higiénico. En cuanto a los pisos, estos deberán ser suficientemente duros para soportar el uso sin desagregarse y admitir el lavado o el lustre. Los dormitorios y ambientes de estar, comedor o cocina, tendrán vanos de iluminación cerrados con materiales transparentes o traslúcidos, adecuados para mantener una iluminación natural suficiente. Todos los ambientes tendrán condiciones de ventilación e iluminación natural o sistemas de ventilación artificial que garanticen las condiciones higiénicas del aire y la eliminación de olores. Se establece que toda vivienda dispondrá de agua potable distribuida por cañerías hasta el cuarto de baño y la cocina. El baño estará equipado como mínimo, con un lavatorio o pileta para el aseo personal, una ducha o bañera y un inodoro con descarga de agua instalada. La cocina tendrá por lo menos una pileta con canilla. Cuando la vivienda esté ubicada en un centro poblado y exista red pública de agua potable a distancia razonable, la instalación mencionada estará obligatoria y exclusivamente conectada a la red pública. Se detalla que toda vivienda dispondrá de un sistema de desagües para la evacuación de las aguas servidas. Cuando la vivienda esté ubicada en un centro poblado y exista red pública de alcantarillado en el frente del predio, la instalación de la vivienda se conectará obligatoriamente a la red. Cuando no se cumplan las condiciones anteriores, se autorizarán otros sistemas. Toda vivienda ubicada en un centro poblado, si existe red pública de energía eléctrica a distancia razonable, contará con una instalación de iluminación eléctrica conectada a la red pública y dotada, como mínimo, de una luz por ambiente.


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