No hay peor ciego que el que no quiere ver: Solo el gobierno no reconoce la terrible crisis de emple
- La Juventud Diario
- 19 dic 2017
- 5 Min. de lectura

Lo dice la izquierda, lo dice la derecha, lo dicen los trabajadores… cierran las grandes industrias, que ya casi no quedan. Cierran los pequeños emprendimientos, cierran los pequeños establecimientos, cierran los tambos. Los pequeños productores se funden trabajando. Ciudades enteras se convirtieron en desiertos, solo quedan los jubilados… y otras van por el mismo camino. El gobierno sigue apostando a la reconversión, a instalar fibra óptica, arreglar celulares y habla de grandes ideas, grandes polos logísticos y zonas francas… pero la gente desesperada no tiene dónde ni cómo trabajar.
Cierres
Los trabajadores de Fanapel van a estar hoy en la Comisión de Legislación del Trabajo; las soluciones han sido muy pocas luego del cierre de la planta industrial. Pero en Colonia, además de Fanapel cerró Ecolat, cerró la ex Los Rumbos empresa de dulces. La textil puerto sauce que iba a poner punto final en enero al centenario emprendimiento devenido en cooperativa, adelantó su liquidación para fines de este mes, la última textil que quedaba en el departamento. Previamente había cerrado Pressur, recientemente el canal 8 de Rosario. El impacto de todo esto ha sido mayúsculo, y se suma los cierres de tambos, muchos tambos, lo que incrementa la pérdida de fuentes de trabajo también en el campo.
Crisis
Nibia Reisch, diputada del Partido Colorado por el departamento, oriunda de Nueva Helvecia, planteó en el Parlamento la profunda preocupación que hay en Colonia en materia de desempleo. Respecto a la cooperativa textil Puerto Sauce, informó que “el cierre que estaba pronosticado para el 31 de enero se adelantó para el 31 de diciembre”. “Es el cierre de la textil de la ciudad de Juan Lacaze”, explicó, “una de las 2 grandes fábricas que tenía esta ciudad”. “La primera cerró hace pocos meses, Fanapel y ahora esto. Y han ido cerrando fábricas en todo el departamento de Colonia”, aseguró Reisch. La legisladora manifestó que “estamos muy preocupados por la situación del desempleo”, y aseguró que “discrepamos con las cifras del gobierno que da un 5,8% ó 6% de desempleo”. “Basta andar por todas las ciudades del departamento para ver que no es el reflejo de la realidad”, desafió. La diputada helvética denunció que se “están cerrando fábricas de gran porte y están cerrando pequeñas empresas; están cerrando establecimientos rurales… ha cerrado mucho tambo también, y eso con todo lo que conlleva: pérdida de fuentes laborales en forma directa, más todo lo que se genera de pérdida de fuentes laborales en forma indirecta también”. A raíz de todo esto, Reisch advierte que “se está sintiendo una crisis importante en el departamento desde el punto de vista social y económico”. “Yo vivo en Nueva Helvecia por ejemplo, y el cierre de Ecolat y Pressur, de tambos y de pequeñas empresas se siente notoriamente; uno ve que la dinámica comercial ha disminuido, y los propios comerciantes nos dicen que es así. Y lo mismo en todas las ciudades; en Rosario, en Carmelo, en Colonia”, manifestó. Consultada acerca de lo que se manifiesta desde el gobierno y el oficialismo de que Colonia está cambiando la matriz de ser un departamento industrial a un departamento de servicios, la diputada colorada explicó que “nosotros somos un departamento de servicios, pero no es que sea generalizado en todo el departamento”, sino que “está concentrado Colonia, Carmelo y la zona de Nueva Helvecia”. En lo que debe ponerse el ojo, es que “estamos perdiendo es la matriz productiva”. “Lamentablemente también en el campo vemos que hay establecimientos, tambos que es la tercera generación de tamberos que están cerrando porque no le dan los costos, y hoy por hoy en muchos casos, por más que sean productores muy cuidadosos con sus cuentas y sus inversiones, se están fundiendo trabajando”, lamentó. “¡Muchos productores en Colonia se están fundiendo trabajando, siendo prolijos en el manejo de su dinero!”, exclamó. Nibia Reish sostiene que “hay pequeños productores que están trabajando a pérdida y ya no lo pueden hacer más, y están poniendo sus tierras a la venta con la incertidumbre de qué van a hacer en un futuro, porque encontrarte que tenés 60 ó 65 años, unas pequeñas cuadras de campo que podías sobrevivir pero ahora no, una jubilación baja y tenés que vender el campo que en poco tiempo esa plata la invertís en la compra de una casa en la ciudad por ejemplo…”.
Calcar
Por su parte, el diputado por el Partido Nacional del mismo departamento, Edmundo Roselli, oriundo de Carmelo informó en el Parlamento que la empresa láctea Calcar atraviesa una situación bastante complicada. Roselli explicó que Calcar arregló con sus trabajadores un pago salarial para este mes bastante extraño: en vez de pagar a principio de mes, les pagó el día 10 el 70% del salario, y el 30% restante se comprometió a pagarlo hoy, 20 de diciembre. Así difirió el pago de los salarios, porque se habla de la posibilidad de que Calcar termine cerrando. Para el legislador, si Calcar cierra, Carmelo se va a volver un desierto como Juan Lacaze. Roselli comunicó al pleno que iba a referirse “al tema Calcar”. “Todos sabemos que la industria láctea sufre un mal momento; la empresa Calcar de nuestra ciudad en Carmeloestá atravesando un momento muy difícil. Es de las pocas industrias grandes que están quedando en el departamento de Colonia, ya que Ecolat cerró. Queda Calcar en Carmelo y después tenemos una segunda planta en Tarariras”. El diputado blanco alertó que “tanto los productores como la industria, los que venden servicios a las industrias, están muy preocupados por la situación de Calcar; no así el Banco República y el gobierno, que se le son omisos y le dan vuelta la espalda a la empresa”. “Créame Sr. Presidente, que si a Calcar la perdemos, Carmelo va a parecer un desierto, muy parecido a Juan Lacaze”, denunció alarmado. Roselli informó de la realidad de la empresa registrada este mes en cuanto a los pagos de los salarios. “Ocurrió algo muy importante en estos días, donde la patronal y directores de la empresa Calcar se juntaron con el gremio y los trabajadores, que son 214. El Directorio le propuso a los trabajadores diferir el pago del sueldo en un 70% en 10 días, y el otro 30% en otros 10 días. No les bajan el sueldo, pero sí se lo difieren”. “Estos trabajadores se pusieron el poncho de la empresa y aceptaron el pago diferido en un 70% y un 30%. Estos trabajadores lo que quieren es que la empresa salga adelante, estos trabajadores saben del difícil momento que está pasando la industria”, manifestó el diputado. Más bien uno entiende que no les quedaba otra opción, pues son los pocos que conservan su fuente de empleo en el departamento.
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