Jesús Oviedo (Quiero Comprar Mi Casa): 40.000 personas luchando es la expresión clara de la necesida
- La Juventud Diario
- 13 dic 2017
- 4 Min. de lectura

El martes se dio un paso importantísimo en la lucha por la vivienda, en particular en el camino de hacer posible el Plan Nacional de Vivienda Popular. La Comisión de Vivienda de diputados aprobó por mayoría el proyecto de ley presentado por el diputado de la Unidad Popular, Eduardo Rubio, luego de 2 años y medio de haberlo presentado.
Para hacer posible esta victoria, fue decisivo el papel que jugaron las organizaciones sociales durante estos casi 3 años, transitando un largo camino de trabajo y de lucha para ampliar la base social que respalde e impulse el proyecto, presionando así para que legisladores de todos los partidos hagan lo propio en el plano político. Igual de decisivo será el papel que jugarán los movimientos de lucha por la vivienda, los sindicatos y otros gremios, para que la Cámara de Diputados y posteriormente la de Senadores aprueben el Plan Nacional de Vivienda Popular, y que pueda asignarse recursos con este destino ya en esta próxima rendición de cuentas, que incluirá los dineros para 2019 y también para 2020. Una de las organizaciones sociales que está desde el inicio en la defensa y promoción de este proyecto, es el movimiento Quiero Comprar Mi Casa, que tiene más de 20 agrupamientos en todo el país. Jesús Oviedo, integrante de Quiero Comprar Mi Casa en Montevideo, señaló que lo ocurrido el martes en la Comisión de Vivienda fue “un hecho importantísimo, histórico diríamos”. “Después de casi 3 años de haberse presentado el proyecto de ley por el diputado Rubio de la Unidad Popular, hemos transitado un largo camino de trabajo, de lucha. A lo largo y ancho del país hemos encontrado una receptividad enorme de la gente”. Para Jesús, es “la expresión clara de la necesidad de acceso a una vivienda digna, miles de familias”. Jesús Oviedo calcula que hay unas 40.000 personas nucleadas en torno a esta lucha. En un cálculo grueso, hay unas 25 agrupaciones en todo el país, que le llegan promedialmente a 300 ó 400 personas. “Estamos en el entorno de 10.000 personas protagonizando esta lucha por la vivienda en todo el país, si tenemos en cuenta la composición del núcleo familiar, ronda las 40.000 personas”. El militante de origen sanducero pero radicado en la capital y con vasto trille en las luchas populares, valoró que es “un proyecto de ley de estas características, presentado por una fuerza política nueva si se quiere en el escenario político, pero vieja en cuanto a su experiencia y su larga trayectoria en la lucha social y política, trabajando incansablemente en favor de las causas populares”. Jesús recuerda que “el proyecto se presenta luego de 8 meses de haberse conformado esta organización social, y lo abrazamos inmediatamente por lo que lo impulsamos y trabajamos incansablemente por él”. En estos casi 3 años, el movimiento social dio un salto importantísimo, en crecimiento y nuevos niveles de organización, con cantidad de agrupamientos en todas partes, tras centrar su trabajo en impulsar la aprobación del Plan Nacional de Vivienda Popular. Consultado por los principales atributos del proyecto que entusiasman a la gente a organizarse y luchar por su aprobación, Jesús no dudó en considerar que “lo esencial está en su nombre: popular. Si vamos a la definición de qué es popular, la accesibilidad que ofrece a miles de familias sumergidas por los salarios bajos, no olvidemos que hay 900.000 trabajadores percibiendo por debajo de los $ 30.000”. “Personas que naturalmente no tienen capacidad de ahorro previo, que no encajan en ninguno de los 15 ó 16 planes de vivienda que han impulsado los 3 gobiernos del Frente Amplio que se vienen sucediendo”, explicó. “Dentro de esa accesibilidad se destaca el pago de la cuota de valor 10% del ingreso familiar. Está el beneficio que significa para las familias monoparentales, las madres solteras, mujeres que… lo hemos conversado incansablemente con legisladores, intendentes, ediles y concejales de todo el país, la imposibilidad de encajar por ejemplo en los planes de Fucvam”. “No dejamos de reconocer una institución histórica en América Latina, pero como las cosas han cambiado, la situación socioeconómica ha cambiado muchísimo, una mujer sola con hijos a cargo que tenga que trabajar, es imposible que pueda hacer horas en una cooperativa. Además el tema del ahorro previo; hoy en día en una cooperativa de Fucvam no baja de los $ 12.000 de cuota, y tengamos en cuenta que hay más de 300.000 trabajadores que ganan menos de $15.000. Y si de mientras tienen que pagar alquiler, ¡imposible!”, aclaró Oviedo. También resaltó “que no sea excluyente estar exento de registro en el clearing de informes, que también es un asunto muy discutible”. “Las características de esas futuras viviendas, que sí son viviendas dignas y no esa “solución” entre comillas como se ha ofrecido a la gente, emulando aquello de vender espejitos con brillo. Porque sacar a una familia que está en un asentamiento y ponerla entre 4 paredes y un techo ya se dice que es una vivienda digna, y está muy lejos de ello”, denunció. Se pretende que el Plan Nacional de Vivienda Popular entre en Cámara en marzo o abril para definir sí resultará o no siendo ley el proyecto que da solución a decenas de miles de uruguayos. Para Jesús, “lo del martes en la Comisión supone la culminación de un ciclo, de una etapa. Y a partir de ahora comienza otra, una nueva etapa que supone redoblar esfuerzos, diseñar nuevos planes de trabajo apuntando más que nada a abrir esa brecha que nos permita lograr el voto del oficialismo. Si bien es cierto que muchos ediles y varios diputados del Frente Amplio en el interior del país se han mostrado proclives a votar, y reconocen la importancia y las características de este proyecto de ley en beneficio de la gente; ocurre que -sabemos- por disciplina partidaria si el Ejecutivo determina que lo voten negativo, lo votarán negativo supongo. Pero hay casos aislados como el diputado Darío Pérez, que el martes demostró el coraje suficiente para quebrar esa brecha… y como él, hay varios que se han manifestado”, reconoció. Jesús Oviedo concluyó que “entonces ahora supone justamente el trabajo en esa dirección, de redoblar los esfuerzos, de hablar con esa gente, de plantearle nuestras demandas, nuestros argumentos, nuestros fundamentos, paralelo al trabajo social que vienen realizando muchos compañeros en el interior, otras organizaciones sociales que se han sumado, sindicales, de jubilados… todo eso supone un impulso importantísimo para lograr ese ansiado voto en la Cámara Baja”.
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