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Contador Dardo Arigón: Un tarifazo que beneficia al gran capital

  • Foto del escritor: La Juventud Diario
    La Juventud Diario
  • 11 dic 2017
  • 5 Min. de lectura

En su columna quincenal, el contador Dardo Arigón se refirió al tarifazo que aplica el gobierno y a quienes beneficia. A continuación, publicamos parte de su intervención:

“Vimos el anuncio del aumento de tarifas a partir del 1° de enero. Las naftas un 9.8%, gas oil 4.8%, UTE 3.2%, OSE y ANTEL 6.5%. Vemos que en el trasfondo se intenta resolver el déficit fiscal de la misma manera que se resolvió en las décadas anteriores, con mayor imposición a trabajadores y pasivos, quienes son los más perjudicados con este aumento de tarifas. Un déficit fiscal que es creciente, es decir que, en lugar de reducirse aumenta a pesar de que la recaudación de impuestos también es creciente. Vemos entonces que hay un problema administrativo, hay un problema de orden. Con relación al aumento de UTE, de un 3.2%, es evidente que, con la producción de energías alternativas, fundamentalmente energía eólica, los costos de la energía se redujeron. Esto quedó de manifiesto en los cálculos del PIB, cálculos oficiales del PIB, que aumentó porque aumentó la producción de este tipo de energía y aumentaron las comunicaciones. Este aumento fue tan importante que contrarrestó la caída de sectores como la construcción, la industria y el agro. O sea que, vemos que hay sectores que se están beneficiando con la creación de energía y sectores que, no solamente no se benefician, sino que se ven perjudicados porque, si la energía genera aumento del PIB, se tiene que reflejar necesariamente en las tarifas. Entonces vemos que con esta producción de energía, se está beneficiando a quienes la producen. Por ejemplo, propietarios de molinos eólicos que cobran la energía aunque esa energía no se utilice por parte de UTE. Tienen el cobro de la energía asegurado. O sea que, vemos que con este cambio en la matriz energética, se beneficia a los grandes inversores pero no se beneficia a la población. Esto, claramente, va en contradicción con aquello que se decía de que la torta estaba creciendo y se estaba repartiendo. Sí, se está repartiendo pero entre el gran capital. La propuesta del Directorio de UTE había sido una reducción del precio de la tarifa en un 5%. Esto surgía de los estudios realizados por la administración de UTE, bueno, esto no se tuvo en cuenta y se aumenta un 3.2%. Con relación al aumento de naftas, tenemos que recordar que entre los años 2011 y 2013, el barril estaba a 100 dólares. En ese momento, en el año 2013, la nafta tenía un precio de $30. Hoy tiene un precio de $46. O sea que, la nafta en entre 2013 y 2017, aumentó un 50%. Este es un aumento que está reflejando la inflación. O sea que, la nafta aumentó de acuerdo a la inflación teniendo en cuenta el precio del 2013. Este aumento de la inflación está de acuerdo aproximadamente con aumento del precio del dólar, que fue también de un 40%. O sea que, la nafta en este período aumenta de acuerdo a la inflación o de acuerdo al precio del dólar. Y este precio es como si el barril siguiera costando 100 dólares, como costaba en el año 2013. Pero, en el año 2017, el barril comenzó costando 55 dólares y cayó luego a 44 dólares. Actualmente, está a 61 dólares el barril. O sea que, el barril cayó un 40% en su precio en dólares. Es decir que las naftas, que están aumentando de precio como en la época en que el barril estaba a 100 dólares, deberían de haber tenido una reducción de precio, por la reducción del precio del barril; porque cuando cayó de 55 a 46, en ningún momento se produjo una reducción en el precio de las naftas. O sea que, queda en evidencia que el precio de las naftas es muy alto en relación a la evolución del precio del barril desde 2013 hasta hoy. Se ha publicado un informe oficial donde se demuestra que desde el año 2004 hasta el 2018, las tarifas en sus precios reales se han reducido. Esta es una demostración oficial que han hecho en estos últimos días. OSE aumentó, pero en el caso de la ciudad de Mercedes aún no conocemos todavía los análisis químicos de la calidad del agua corriente, a pesar de los aumentos que han habido. A esta conclusión de que las tarifas caen, las autoridades llegan teniendo en cuenta de que los salarios reales aumentaron en ese período un 68%. En primer lugar, no publican cómo realizaron el cálculo, que eso es muy importante para saber si el cálculo es correcto o no. Sólo dicen que es en comparación con los salarios reales. El salario real no lo podemos considerar para compararlo con la variación de las tarifas, porque, el salario real es un índice, o sea que es un promedio donde se consideran los salarios que efectivamente se pagan y la inflación. Pero, cuando consideran los salarios que se pagan en el país, tenemos que considerar que en este período, los salarios se vieron incrementados por algunos sectores como los trabajadores de las zonas francas, que tienen mejores ingresos; trabajadores que están en la soja, que tienen mayores ingresos; y trabajadores de otras trasnacionales que se han instalado en el país. O sea que, no es que los menores salarios hayan tenido un importante aumento, sino que, se han incorporado a la economía nacional sectores con mayores salarios. Inclusive, salarios de empresas públicas que, de acuerdo con informaciones que tenemos en este último tiempo, hay salarios de los directores que son elevadísimos. O sea que, están considerando un promedio de salarios que no es el que refleja la situación de los sectores de menores ingresos. Por otro lado, el IPC, si nosotros estamos enfocando a los sectores de menores ingresos, que son la mayoría de trabajadores y pasivos del país, el IPC está distorsionado, porque los sectores de menores ingresos consumen bienes de producción nacional, y el IPC se calcula como un promedio de los precios de producción nacional y de los precios de los bienes importados, estos últimos están con los precios casi congelados porque el dólar está casi congelado. Es decir, el dólar en 2005 terminó a 24 pesos y hoy está a 29 pesos. O sea que, esta medida, para calcular la evolución de las tarifas reales, no es de ninguna manera aceptable, y en cambio sí es aceptable que, en el caso de los combustibles, el precio del barril cayó un 40%. Y en cuanto a la energía producida por molinos eólicos y paneles fotovoltaicos, todo eso implica una reducción que se tendría que ver reflejada en las tarifas. Se sigue en la misma línea tradicional de que hay que reducir el déficit fiscal cobrando más impuestos y aumentando las tarifas en forma abierta, porque no tienen manera de demostrar que las tarifas no aumentan. Complementario con esto tenemos el problema de los cincuentones que, si bien se habla de que en 30 años serían 3000 millones de dólares, de lo que se tendría que hablar es solamente del costo anual que implicaría que estas personas pasaran de las AFAPs al BPS. Solamente del costo anual que es lo que le permite a la población ver qué costo tiene para el BPS. En cuanto al fideicomiso y la tasa de interés de la que se habla, se entiende que, con el dinero que está depositado se va a incrementar por el interés que está cobrando, o sea que, el aumento de la jubilación se va a producir por la tasa de interés y no por un costo del Estado. Igual esa discusión es colateral. Al trabajador, cuando se va a jubilar, hay que pagarle lo que le corresponde, no que se diga que es mucho y que hay que recortarlo o que el Estado no puede pagarlo. Lo que se habla del reparto de la torta no existe. Tenemos ejemplos todos los días de que la torta se está repartiendo para los sectores de mayores ingresos. En este caso, la torta se está repartiendo para las AFAPs y no para el trabajador”.


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