Lavalleja PIRARAJÁ: UNA VISITA PRESIDENCIAL SIN CALOR POPULAR

por Aníbal Terán Castromán

El Consejo de Ministros realizada este lunes 27 de noviembre en esta pequeña localidad, no despertó entusiasmo entre sus pobladores.

Pudo haber sido un acontecimiento multitudinario, rodeado de calor popular, pero resultó ser una visita protocolar para tratar asuntos administrativos en la que el gran ausente fue el pueblo. El presidente Vázquez y su numerosa comitiva componían por lo menos el 50% de la concurrencia. El resto eran funcionarios públicos obligados a asistir, autoridades departamentales cuya presencia también era de rigor, buen número de periodistas y muy poca gente que pudiera definirse como “ciudadanos de a pie”. A poco metros de la carpa donde se desarrolló el consejo de ministros este lunes 27 de noviembre, en la pequeñísima localidad de Pirarajá, departamento de Lavalleja, un modesto parlante emitía una proclama elaborada por militantes de UP que viajaron desde Treinta y Tres, cuyo texto era el mismo que se le iba entregando mano en mano en la forma de un volante de confección casera. Nadie rechazó el volante y cuando terminó el acto, no se veía uno solo de ellos tirado en el piso, pues tampoco nadie lo desechó. El ministro Ernesto Murro que fue uno de los primeros en llegar, se detuvo discretamente a escuchar la voz que salía de aquel parlante sin hacer gestos ni comentarios, pero oyendo atentamente los argumentos de la proclama. Entre otras cosas el mensaje ponía en evidencia el desencuentro entre las estadísticas del gobierno en materia de desempleo e ingreso salarial promedio, y la realidad cotidiana de los uruguayos. Mientras se desarrolló el consejo de ministros, Pirarajá siguió su vida normal, pues la mayoría de los vecinos optaron por no acudir. Observando esa indiferencia ante la presencia del gobierno en pleno en una localidad para la que la sola llegada de un helicóptero como el que transportó a Vázquez ya sería motivo de admiración y considerando que la flota de vehículos oficiales seguramente fue el más grande despliegue automotriz de los últimos tiempos, me interesé en averiguar por qué la mayoría de los lugareños no alteró su rutina para siquiera curiosear en la Plaza Roma, que así se llama extrañamente el principal espacio público de Pirarajá. Lo que sigue es la transcripción de algunas respuestas que recogí:

Este joven trabajador decidió quedarse a tomar mate en el frente de su casa ubicada a escasos 50 metros de la plaza donde estaba el presidente Vázquez. Cuando le pedí que me dijera el motivo expresó: “Es una cosa que están haciendo bien al pedo. Yo no me molesto en ir porque vienen a hablar de cosas de otros lugares. ¿Qué descentralizan con esto? Nada. Cerraron el Juzgado acá, ahora están por cerrar el Banco de Varela que es el pueblo más cerca que tenemos, falta que cierren la Comisaria, la Policlínica y la Escuela y ya está, se termina el pueblo. Y el tema de que hay poco trabajo y mal pago todavía…”

Estos vecinos ni siquiera cruzaron la calle para ir a ver al Presidente. Prefirieron quedarse charlando entre ellos en un comercio a pocos metros de la carpa presidencial, por las razones que me explicaron de la siguiente forma: “Muchos no creemos en esto porque no se consigue nada y como venir a la carpa a hacer acto de presencia es al santo cuete ¿No? Perdón por la expresión….” “A mí me desilusionó este gobierno, fui frenteamplista pero hoy por hoy la verdad es que no….. Ya el Frente es como los demás partidos, prometen villas y castillas y después se olvidan, y esto lo que están haciendo es un circo para mí, politiquería barata nada más.” “No solo este pueblo sino todo el país está desilusionado con este gobierno. Resulta que los anteriores eran corruptos, por eso el pueblo no los quiso más, pero éstos son más corruptos que los otros. Como que está todo el mundo desilusionado. Y escuchar los números que hace Bonomi… son totalmente distintos a la realidad.. ¿Qué bajó el delito? No, en seguridad hemos retrocedido una enormidad y eso lo ve todo el mundo menos él… Además de sufrir por la falta de trabajo y por todo lo que está pasando…todavía hay que sufrir por escucharle las mentiras a este gente que nos gobierna, sinceramente deprime.”

Este vecino pasó de largo por la plaza y al preguntarle qué pensaba de esta visita presidencial, me dijo: “Yo de política no entiendo nada, pero lo que si me llama la atención que haya tan poca gente. Gente del pueblo mismo… muy poca… Yo lo que necesito es trabajo, hace tres años que estoy parado. Mucho plantar árboles que eso no da trabajo, y los campos que antes eran ganaderos han desaparecido, está todo plantado de árboles. En vez de ir para delante, está yendo todo para atrás..” Son varios los testimonios similares que pude recoger. Me fui de Pirarajá con la sensación de que este consejo de ministros fue un gasto inútil y un ejemplo de lo que le sucede a los gobiernos cuando pierden contacto con la realidad en que vive el pueblo.