Trabajadores del Maciel víctimas del derecho privado en la Salud: Flexibilización y precarización la
- La Juventud Diario
- 7 oct 2017
- 6 Min. de lectura

Los trabajadores del Hospital Maciel denunciaron ante la Comisión de Legislación del Trabajo del Parlamento, que con la excusa de “evitar la burocracia, las auditorías y los llamados públicos” para resolver en ciertas ocasiones la “necesidad a la hora de contratar”, es una forma de “flexibilización y una precarización laboral, porque se trata de una tercerización y una precarización laboral”.
Desde el sindicato sostienen que se avasalló derechos laborales vinculados a la maternidad, y hoy tienen problema con presentismo, antigüedad y área cerrada en las áreas de CTI y diálisis. Falta de pago e irregularidad en los mismos, donde se juega con la necesidad del trabajador para aceptar rebajas; a igual tarea, distinto salario; y a tareas permanentes, contrataciones precarias que generan inestabilidad laboral, son algunas de las preocupaciones de los trabajadores, con una Comisión de Apoyo que por Ley de Presupuesto no debería existir más, pero el Directorio de ASSE lo mantiene, atropellando trabajadores y acumulando litigios judiciales.
Comisión de Apoyo de ASSE
Este organismo que se rige bajo el derecho privado “surge como una necesidad a la hora de contratar, para evitar la burocracia, las auditorías y los llamados públicos, y que en un sentido muy reducido puede ofrecer una solución a ese problema”, explicó a los legisladores el presidente de la Comisión Interna del Hospital Maciel, Óscar Aires, quien consideró que “no obstante, no deja de ser una flexibilización y una precarización laboral, porque se trata de una tercerización de los servicios asistenciales” y puntualizó que “con el correr del tiempo hemos logramos confirmarlo en lo que tiene que ver con el cumplimiento de la normativa vigente”. Aires ejemplificó que hace poco tiempo tuvieron “problemas con la ley de nocturnidad y el horario maternal, porque las compañeras se cambiaban al horario diurno, como indica la ley, pero no se pagaba la nocturnidad”. Es bueno recordar que en tiempos que está instalada la Investigadora de la gestión de ASSE y un sinfín de irregularidades e ilicitudes en la administración de los servicios de salud del Estado, por Comisión de Apoyo se respaldó los procedimientos del Dr. Toriani, ex director del Hospital de Rivera que fue removido de su cargo por tremendas irregularidades justamente en la contratación de personal. También responde a Comisión de Apoyo el escándalo de un escrito rechazado por el Tribunal de Apelaciones de Trabajo respecto a un juicio que intimó a ASSE a pagar más de 342 mil pesos a una trabajadora por incumplimientos e irregularidades durante su contratación. El texto contenía más de 100 errores en 11 páginas de extensión del documento, y el Tribunal lo desestimó por “inentendible, plagado de faltas de ortografía garrafales, errores de sintaxis, de tecleo, excesivo uso de abreviaciones con incoherencias absolutas, con un lenguaje inapropiado”.
El salario, sustento del trabajador
La delegación de trabajadores del Pasteur que concurrió al parlamento estuvo compuesta por el presidente de la Comisión Interna; Óscar Aires, las militantes Orly Salles y Victoria Varela; y Grisel Ríos y Cristina Ponce, trabajadoras de diálisis; y denunció problemas específicos que atraviesan los trabajadores de CTI y del servicio de diálisis. “En CTI, a partir de un acuerdo del año 2014, se comenzó a pagar por transacción, cada 18 meses, los rubros de presentismo, antigüedad y 20% por área cerrada. Esto último se dio a partir del Decreto N° 123 del año 1993, en el que se establece que se debe pagar un 20% por área cerrada. Se pagó en una oportunidad por transacción, cada 18 meses, y luego la Comisión de Apoyo manifestó que no se iba a pagar porque ya estaba incluido en el salario. Esto lleva a que los trabajadores se vean obligados a iniciar un litigio a raíz del que el abogado termina percibiendo una parte de lo que le corresponde al compañero. Muchas veces, se convoca a los compañeros para ofrecerles una cifra menor a la que corresponde y la necesidad lleva a que se termine aceptando”, explicó Aires. El presidente del sindicato preguntó “que si está vigente el decreto y la Justicia ha fallado en varias ocasiones, por qué se continúa con el incumplimiento de la norma y por qué se opta por un tipo de pago que perjudica a los trabajadores. Pensamos que se debería regularizar y pagar mes a mes, como corresponde”, planteó. La trabajadora de diálisis Cristina Ponce señaló que “las transacciones por las cuales percibimos el 20% no tienen aportes a la seguridad social. Cuando nosotros reclamamos al Hospital Maciel ese 20% cada 18 meses, nos pagaron en dos instancias, pero no aportamos a la seguridad social. Esto me preocupa por mí y por mis compañeros, porque es un monto significativo de nuestro salario que no va a ser tenido en cuenta cuando nos vayamos a jubilar. Al día de hoy, el 26% del sueldo no aporta; es mucho”, denunció.
Tareas y salarios
A igual tarea, igual salario; es una reivindicación histórica de los trabajadores. “En CTI y en diálisis tenemos a 2 compañeros haciendo la misma tarea, pero cobran distintos sueldos, con una diferencia que puede ir de $ 10.000 a $ 15.000, dependiendo de si se es auxiliar de enfermería o licenciado. Entonces, se genera un ambiente de trabajo bastante complicado en un área crítica en la que es necesario estar bien”, consideró Óscar Aires. Orly Salles por su parte planteó una fuerte preocupación en un aspecto referido a lo asistencial. “Una ordenanza del Ministerio de Salud Pública habilita a que en todos los centros de diálisis del país -en este caso, nos referimos al del Hospital Maciel- un auxiliar de enfermería trabaje con cuatro pacientes”. Actualmente y desde los comienzos de la hemodiálisis en el Uruguay, un auxiliar de enfermería atiende a tres pacientes. Salles sostuvo que “en nuestro país, la asistencia de diálisis es muy buena: estuvimos y seguimos estando en los primeros lugares del mundo”. Pero lo cierto es “que algunas empresas ya están pensando aplicar la ordenanza del Ministerio a que hice referencia. Debemos tener en cuenta que en el mercado hay multinacionales. Hasta ahora, se ha cumplido el sistema de que un enfermero atienda a tres pacientes, pero la Ordenanza N° 459 del MSP habilita a que en los centros de diálisis el enfermero trabaje con cuatro pacientes. Esto nos preocupa por 3 aspectos fundamentales”. Salles puntualizó que “es importante que el paciente esté seguro”, “lo que esta medida significaría emocionalmente para el enfermero y la recarga laboral que conllevaría”, y “la pérdida de puestos de trabajo”.
Todo al revés
Presupuestaciones siguen en el olvido, mientras la Comisión de Apoyo sigue en pie, olvidando la determinación presupuestal de terminar con ella. El presidente de la Comisión Interna del Maciel explicó que “en cuanto a las presupuestaciones, cabe decir que en la ley de presupuesto anterior se otorgaron los recursos para que al año 2015 la Comisión de Apoyo no existiera más, pero eso no se cumplió y, además, siguió ingresando gente por ese mecanismo. Eso se extendía hasta diciembre de 2010 y luego se votó una prórroga hasta diciembre de 2015. Sin embargo, en 2016 y en 2017 siguió ingresando gente por Comisión de Apoyo. Esa gente no tiene fecha de presupuestación y tenemos compañeros que hace 20 años que pertenecen a la Comisión de Apoyo, pero no han sido presupuestados”.
Lo de ASSE no se entiende
Grisel Ríos, trabajadora de diálisis sostuvo que producto de “las situaciones difíciles” que enfrentan, los pacientes resultan “rehenes”, “porque cuando creemos que desde el punto de vista laboral todo está bien, pasa algo”. “¿Por qué hay tercerizaciones en el Estado? ¿Por qué tenemos una Comisión de Apoyo para poder entrar a trabajar? ¿Por qué no dejamos atrás el número de comisiones? Son 05, 068 y podemos seguir hasta la 5020; no sé. Es un absurdo, porque estamos generando una distorsión en el grupo de trabajo, debido a que todos tenemos diferentes condiciones laborales, y eso está mal”, sentenció Ríos.
La salud no puede ser pública y privada
La reforma de la salud que realizó el Frente Amplio al llegar al gobierno terminó en el Sistema Nacional Integrado de Salud, que complementa la prestación de servicios públicos por parte del Estado, con los prestados por empresarios privados que persiguen el lucro a través de la salud. La Unidad Popular sostiene ideológicamente la Investigadora que puntualmente apunta a la gestión de ASSE, con una confrontación de fondo al SNIS, reivindicando un sistema único, nacional y público de Salud. Más allá de los discursos y la defensa de las autoridades en escritorios frente a las cámaras, la realidad muestra como la privatización está metida dentro de la propia ASSE y afecta directamente a trabajadores y usuarios. La trabajadora de diálisis Grisel Ríos enfatizó ante los legisladores que “no podemos seguir con una línea privada y, al mismo tiempo, ser de Salud Pública y de ASSE. Es como hacerse trampas al solitario”. “Nuestro trabajo siempre decae, porque somos seres humanos y tenemos que trabajar doce o dieciocho horas para poder tener un salario razonable, a fin de poder subsistir. Eso está mal y nosotros queremos mejorarlo. No queremos seguir corriendo de un lado a otro, tratando de resolver problemas, porque si uno va a la 105 hay que resolver un problema y si se va al Maciel hay que solucionar otro. Esto es horrible y la situación recae en el usuario, a quien nosotros tratamos de salvar en el día a día, pero es difícil”, reconoció Ríos.
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