La esperanza del pueblo sirio

Por las eliminatorias rumbo al mundial de Rusia 2018, Siria está jugando un mano a mano ante la selección de Australia. El pasado jueves en el partido de ida disputado en Malasia (debido a que la selección siria no puede jugar en su país por el conflicto existente), ambas selecciones igualaron 1 a 1. La revancha se disputará el próximo martes en Sidney. El ganador de esta llave accederá a la repesca intercontinental contra el cuarto clasificado de la zona de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol CONCACAF. En la Clasificación para el pasado mundial disputado en Brasil 2014, Siria había superado en la segunda ronda a Tayikistán con un resultado global de 6:1. Sin embargo, el 19 de agosto de 2011, la FIFA decidió sancionar a Siria con la descalificación del torneo, al haber usado un jugador que no podía ser de la partida en ambos partidos contra Tayikistán. Siria nunca en su historia ha jugado un Mundial de fútbol. Su participación en estas eliminatorias que clasifican al mundial de Rusia del próximo año estuvo en peligro ya que la FIFA dispuso que no podía jugar en Damasco o Alepo, sus sedes locales. Desde ahí tuvieron que deambular por Omán, Catar, Líbano y Macao. Finalmente, tras varios intentos, lograron disputar sus partidos en Malasia. Un pueblo que sufre la locura de las acciones provenientes de occidente sueña con ver a sus deportistas en el mayor evento deportivo mundial.