En busca del manotazo salvador Gobierno sigue apostando a UPM y al capital multinacional

El ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, dijo esta semana en el programa Inicio de Jornada de Radio Carve que el ferrocarril se realizará “con UPM o sin UPM”. Al mismo tiempo, confirmó que en el mes de octubre se realizará un llamado para otorgar la licitación de las obras del llamado “ferrocarril central”. Dijo que las empresas privadas están trabajando junto a los equipos técnicos para implementar la obra. Señaló que las empresas están recorriendo las vías para conocer el estado de las mismas. Rossi defendió la instalación de la tercera planta de celulosa porque “le dará un salto grande al conjunto de la actividad económica del país”. Es pertinente recordar que, cuando era oposición, el Frente Amplio se oponía a las plantas de celulosa, ahora, en su tercer gobierno, está jugado completamente a la instalación de la tercera planta, la segunda de la empresa finlandesa UPM. También se refirió a la lentitud que presentan los proyectos desarrollados a través de la Participación Público-Privada (PPP), mecanismo que, sin embargo, defendió y dijo estar de acuerdo. Las PPP, es decir la privatización, han sido una de las principales banderas del progresismo para hacer obra pública. En este mecanismo intervienen las empresas privadas en el diseño, planificación y ejecución de las obras. Al no haber un proyecto de país productivo a la vista, la instalación de la multinacional parece ser la única salida a la crisis que vive el oficialismo de cara a un nuevo período electoral que se avecina. Para instalarse, UPM le exige al gobierno una cierta infraestructura que implica un gran endeudamiento y un dinero que el Estado no tiene. UPM está dando vueltas cerca del anzuelo, por eso el oficialismo, desesperado, busca apurar los trámites y mostrar cierto avance para que el gran capital, la última salida, no escape.