Treinta y Tres: UN CASO QUE NO PUEDE QUEDAR ASÍ

José Enrique Sierig tiene una historia laboral que empezó en un tambo siendo un niño de 12 años, luego pasó a trabajar en chacras y otras tareas hasta que con su hermano lograron armar un horno de ladrillos, negocio que abandonó en el año 2007 para ingresar a una fábrica donde cinco años después sufriría un accidente laboral del que aún no ha podido recibir una indemnización.

Por Aníbal Terán Castromán

Los hechos se desencadenan cuando el 30 de noviembre de 2012, le ordenaron entrar a limpiar una máquina y estando en su interior, por error alguien la puso en marcha, circunstancias en las que sus dos pies quedaron atrapados por rodillos que le ocasionaron graves lesiones. Estuvo más de un año en tratamiento médico, salvándose apenas de la amputación del pie izquierdo. Tras una serie de intervenciones quirúrgicas, finalmente pudo volver a Treinta y Tres para intentar retomar su vida, con secuelas que le limitan severamente para caminar, y por supuesto, para trabajar. Según su testimonio, Sierig se vio perjudicado por la falta de aportes al BPS durante los cinco años anteriores al accidente. El mismo día en que ocurrió el accidente, la empresa lo afilió, con lo que los papeles no reflejan la realidad que él fácilmente pudo demostrar en el juicio laboral que inició reclamando sus haberes atrasados. Sin embargo, este trabajador nunca cobró el dinero que la Justicia marcó como el monto que le corresponde. Su caso en principio estuvo en manos de un abogado del PIT/CNT que decidió no representar al trabajador, por lo que pasó por otros tres abogados hasta que se logró el veredicto a su favor fechado el 11 de noviembre de 2015, de lo que ya han pasado más de veinte meses.

José Enrique Sierig estará ofreciendo detalles de estos hechos, este sábado 2 de setiembre en LA VOZ DE LA UP, audición que se emite a partir de las 08:30 por Perfil FM, 90.9, señal que se puede captar por aire o por internet.