Entrevista al ec. José Rocca: Lo que salió a decir Astori sobre la deuda es una gran mentira
- La Juventud Diario
- 30 ago 2017
- 8 Min. de lectura

El economista José A. Rocca realizó un análisis de las principales situaciones que atraviesan los países de la región en materia económica. Respecto a la reforma laboral brasilera, sintetizó que “básicamente lo que hay es un desconocimiento de la ley de 8 horas; y también se plantea flexibilizar los despidos. Una serie de medidas que van más que nada apuntan a atraer capitales desde el exterior”. Acerca de la política monetaria argentina consideró que “el gobierno argentino está en un grave dilema, hasta dónde aplica las políticas monetaristas y hasta dónde la aplicación a rajatabla de esas políticas puede llevarlos a un descalabro electoral ahora en las próximas elecciones parlamentarias”. En tanto en nuestro país, denunció que sentenció que directamente estamos frente “a lo que yo llamo la cuarta tablita”. A continuación el desarrollo de estas consideraciones realizadas en entrevista con Efraín Chury Iribarne para Mañanas de Radio, programa que se emite por CX36.
BRASIL
Ante la reforma laboral que impulsa el gobierno de Michel Temer en Brasil, el economista José Antonio Rocca señaló que entorno a ella “básicamente lo que hay es un desconocimiento de la ley de 8 horas”. “Los límites horarios se ponen semanalmente o mensualmente, la cantidad de horas que supuestamente el trabajador está a disposición de la empresa. También se plantea flexibilizar los despidos, o sea, facilitar el despido de trabajadores quitándole subsidios al trabajador o lo que se le debe pagar por despidos arbitrarios. Una serie de medidas que creo que van más que nada en el plano de atraer capitales desde el exterior. En lugar de darse hoy por hoy una puja entre las grandes empresas por mercados o por lo que ha sido la competencia capitalista históricamente entre empresas, lamentablemente se está dando una competencia entre países, a veces entre Estados, a veces entre departamentos dentro de un mismo Estado, para ver quién concede más facilidades al inversor extranjero y por esa vía atraer a ese inversor. Se parte de la idea de que el capital extranjero de todo tipo siempre es bueno para la economía, tema absolutamente discutible -yo creo que en muchos casos no lo es-, y por lo tanto para atraer a ese capital vale todo. En definitiva exoneraciones fiscales, rebajar leyes laborales, permitirles que destrocen el medio ambiente. Dentro de esa búsqueda de atraer a esos capitales, se promueven aperturas totales, desregulación laboral, una serie de beneficios para el inversor. Que en este caso, a mi modo de ver, su impacto sobre los costos industriales, los costos empresariales, va a ser mínimo. Porque hoy por hoy ya los costos salariales dentro de las empresas representan un 10% un 20% en casi todos los países, por el grado de automatización, por lo que implican a veces otro tipo de costos. Entonces una disminución de los costos laborales no afecta demasiado lo que llaman la competitividad del trabajador. Creo que más que nada lo que está haciendo Brasil es dar una señal al mercado internacional como una forma de atraer capitales. Y esto enmarca también lo que ha sido el golpe de Temer, las raíces, el cangrejo debajo de la piedra. Digamos que Temer fue nombrado para hacer el trabajo sucio. Y bueno, después ganará Lula de nuevo en las elecciones de 2019 o quien sea, pero ya el trabajo más sucio fue hecho, y de alguna forma el que ascienda tiene las manos más libres para seguir desarrollando las políticas de entrega. A mi modo de ver el gobierno de Lula también ha sido políticas de entrega, más suave pero entrega al fin, de la economía brasilera. Lo que hay es una discusión si las medidas que se toman son graduales o son de choque -hablando mal y pronto-, pero la dirección, el rumbo es más o menos el mismo. Por algo Temer además era el vicepresidente de Lula, vamos a entendernos, no es un golpe externo a lo que era el gobierno brasilero.
Por allí vienen las raíces de estas reformas.
Y también una especie de búsqueda o de justificación del por qué están fracasando todos estos modelos de apertura externa total, de entrega total, porque alguna justificación hay que dar, y siempre lo que falta es la otra medida. La crisis en Brasil es la consecuencia para la justificación ideológica que trata de dar el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional. Los responsables de la crisis tratan de justificarla por el hecho de que los trabajadores ganan mucho, hay poca flexibilidad laboral, eso no permite a los empresarios desarrollar su política. Hay también un elemento de justificación del fracaso de lo que son las políticas instrumentadas por estos organismos”.
Respecto a la repercusión en el Uruguay, y las condiciones en las que se da el trabajo en nuestro país a manos de las empresas multinacionales, Rocca considera que “en muchos casos es legalizar una situación de hecho, en el propio Brasil pasa en parte eso también”. “Yo lo veo más que nada como un mensaje para las trasnacionales y los especuladores financieros de que vale todo, dentro del marco de esas políticas de atracción de capitales del exterior, de cualquier tipo. Porque el efecto práctico va a ser limitado, muy jorobado para los trabajadores que conservan sus derechos obviamente. Pero los que conservan sus derechos son una franja bastante menor dentro de todo el espectro laboral. Y aquí ya se ve que inmediatamente comenzaron con ‘miren que nosotros no lo vamos a hacer, pero la competitividad de Uruguay puede verse afectada’. Lo cual es una gran mentira también porque Uruguay con Brasil es complementario más que competidor. Uruguay a Brasil le exporta productos primarios, no le exporta productos industriales. Fundamentalmente Uruguay lo que le exporta a Brasil es arroz, carne a veces, productos primarios en general. Y en definitiva los productos importados desde Brasil, esto no va a afectar, afecta mucho más el tipo de cambio que esta reforma laboral lo que pueda hacer la competencia con esos productos importados de Brasil. Que además también, en gran parte son productos en muchos casos tropicales que aquí no se generan, y en el caso industrial son las mismas compañías que trabajan en Uruguay y en Brasil se importan a sí mismas. O sea que tampoco en ese plano hay mucho efecto. Pero ya salieron muchas veces a decir ‘que la competitividad’, ‘que el efecto hacia Uruguay’, ‘que nosotros no lo vamos a hacer pero…’, ‘Uruguay no está pensando en eso pero…’ Ya se empieza a tirar el tema sobre la mesa, y en esas cosas uno siempre tiene que tener cuidado, porque son muy ladinos”.
ARGENTINA
Consultado acerca del propósito real que está manejando el macrismo en torno al comportamiento monetario y particularmente al comportamiento del dólar, José Rocca considera que “el gobierno argentino está en un grave dilema, hasta dónde aplica las políticas monetaristas y hasta dónde la aplicación a rajatabla de esas políticas puede llevarlos a un descalabro electoral ahora en las próximas elecciones parlamentarias”. “En algunas formas están moderando la aplicación de algunas políticas. Y en cierto modo también están dejando flotar el dólar sin aplicar a rajatabla la receta monetarista. Pero de todas formas se están endeudando. Digamos, todo lo que hizo el gobierno de los Kirchner para sanear la economía argentina en el largo plazo y disminuir la deuda, aquí se está revirtiendo, se está acelerando el proceso de endeudamiento externo del gobierno argentino. Lo cual marca también esa situación monetaria en la cual está creciendo el precio del dólar pero con cierta moderación, no a través de un salto; que creo es lo que pretendería en principio el gobierno argentino, para después sí plancharlo. Pero para quitarles el poder adquisitivo a los trabajadores argentinos, precisaría una devaluación un poco más fuerte. Pero me parece que no se animan a hacerla por los efectos electorales. Por otro lado está el tema de que quieren obtener la mayoría parlamentaria absoluta para poder aplicar también tranquilamente una reforma del tipo brasilera, que es lo que termina allí jugando. O sea, para también flexibilizar aun más el mercado laboral. De todos modos el trabajador argentino no es el mismo que el brasilero; hay otra fuerza sindical, por lo menos latente, se aplique o no en muchos casos, pero que está allí”.
URUGUAY
Por su parte, consultado acerca de la fluctuación del dólar en nuestro país, el economista Rocca sentenció que “aquí está directamente es lo que yo llamo la cuarta tablita”. “Yo creo que hubo una, la tablita tradicional en la década de los 70. Después hubo otra aplicada en el gobierno de Lacalle desde mediados de los ‘90 hasta la crisis del 2001 - 2002. Hubo otra aplicada por el gobierno del Frente que se extendió hasta el 2012 - 2013, allí un poco hubo una semi ruptura. Y ahora a raíz del descenso del dólar en Brasil, vieron la oportunidad de aplicar aquí nuevamente una cuarta tablita desde mediados del año pasado -yo diría desde mayo o junio del año pasado-, de utilizar nuevamente el dólar como ancla de los demás precios. Lo cual tiene un costo enorme desde el punto de vista de futuro, porque implica un aumento brutal de la deuda pública que se viene generando, implica pagar tasas de interés que por más que salió Astori a decir que lo que paga Uruguay es mínimo, un 3% real dijo, es una gran mentira porque en términos de evolución del dólar lo que Uruguay está pagando son 12, 13, 14, 15% en dólares, lo cual es una barbaridad por la deuda en pesos. Pero la pesificación de la deuda es un atractivo para que los tenedores de dólares vendan dólares, el dólar baje y se lo presten después esos pesos al Estado uruguayo. O sea, los privados venden dólares para prestarle pesos al Estado uruguayo, porque Uruguay les paga un buen interés por eso. Y al vender esos dólares, de hecho hacen bajar el precio del dólar. Por eso es que el dólar no sube todo lo que debiera de subir, en un mercado libre como ellos están promoviendo. Pero forma parte a mi modo de ver, de una cuarta tablita que ha fomentado nuevamente otro pequeño boom del consumo. De los viajes al exterior, de una fortaleza artificial del peso uruguayo que ha generado mayor importación de automóviles nuevamente, un aumento del crédito al consumo que se sigue gestando, que también lleva a que esto es como una carrera, el que pierde el pelotón se va quedando y empieza ya la morosidad, empiezan ya una serie de problemas y es cada vez más grave. Bueno, la cantidad de gente con más de dos tarjetas ha aumentado… todo ese tipo de consecuencias que llevan las tablitas. Pero mientras Brasil siga con su política de contención del valor del dólar, también forma parte de esa flexibilización laboral que decíamos, tengamos en cuenta ahí un elemento que no se puede olvidar. El dólar en Brasil pasó en un año de 4,20 a 3,10. Algo muy pocas veces visto en un país del sur. Digamos, una revalorización de la moneda local de esa magnitud y en un escenario de una crisis brutal que vive Brasil además. Brasil con los recursos naturales que tiene, con el proceso privatizador que ha llevado adelante, el ingreso de capitales externos. En Brasil todo es en grande, por lo menos en lo que son nuestras escalas. El ingreso de capitales especulativos a Brasil, el proceso privatizador en Brasil, la entrega de recursos naturales en Brasil, es muy en grande. Y obviamente, todo ese ingreso de capitales provocó un descenso del valor del dólar. Reitero, un descenso del valor del dólar increíble en términos de razonamiento económico abstracto. ¿Qué quiero decir con esto? En un país que lleva 3 años sin crecer, en un país con una enorme deuda, en un país con graves problemas sociales, en un país con gran inestabilidad política, se fortalece la moneda local. Y se fortalece en un nivel casi increíble para un país dependiente, para un país del sur; de un entorno de 4 reales por dólar pasa a un entorno de 3, más o menos, para tratar de simplificar algo que puede ser bastante confuso porque estamos hablando de temas financieros bastante complejos. Pero en definitiva, es increíble en términos de análisis económicos puros. Obviamente lo que está en juego allí es una privatización total, una desregulación total del mercado laboral y una atracción de capitales total de todo tipo que ha llevado a niveles especulativos también absolutamente asombrosos, que es lo único que puede justificar un descenso del valor del dólar en Brasil como lo ha habido. Pero obviamente, ese descenso del valor del dólar en Brasil pega en Argentina y pega en Uruguay”.
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