Páginas de mi diario 20 de agosto

Por Gonzalo Abella Integrante del Coordinador Nacional de UP

No conozco Corea del Norte. Sólo sé lo que dice la prensa, pero el problema es que desconfío mucho de la prensa. Porque sí conozco Venezuela, y sobre este país sí puedo afirmar con toda responsabilidad que Almagro miente, que la CNN miente, que los canales de TV del Uruguay mienten. De Corea del Norte sé que su pueblo llevó a cabo una heroica lucha contra el imperio japonés durante la Segunda Guerra Mundial. El imperio japonés, aliado de Hitler, cometió contra el pueblo coreano una política de exterminio similar a la de los nazis en Europa. Pero de eso no se habla, porque el imperio japonés se pasó de bando y hoy es aliado fiel del imperio que arrojó dos bombas atómicas sobre sus niños y mujeres. Conducido por Kim Il Sun, el pueblo coreano debió defender su suelo de la agresión norteamericana en los años 50.Los yanquis no pudieron derrotarlo en el Norte, pero crearon una república títere en la parte Sur de la península, una república títere erizada de bases yanquis que se llama Corea del Sur. Corea del Norte decidió crear un modelo particular de socialismo que tuvo al menos una diferencia con el cubano: en lugar de integrarse al “campo socialista” decidió apoyarse en sus propios recursos; a esta estrategia le llamaron Zu Che. Otra idea original (que llamaron Son Gun) fue darle gran poder de decisión a las Fueras Armadas, que definen como brazo y cerebro del Partido de los Trabajadores. No conozco Corea del Norte, la RPDK; pero sí se algo muy importante: jamás agredió a otro país, no tiene bases militares en el extranjero, no arrojó bombas atómicas ni sobre población indefensa (como hizo Estados Unidos) ni sobre ningún objetivo militar, ni sobre nada. Su poderío militar es defensivo. Eso sí; puede alcanzar con misiles territorio yanqui, y puede portar en ellos armas nucleares miniaturizadas. PERO NO LO HA HECHO. Lo que sí aprendí es a distinguir entre agresores y agredidos. ES fácil; la gran prensa usualmente lo dice al revés.