Editorial: La deuda externa condiciona el recorte presupuestal. El gobierno paga y no paga a los t

Siempre se ha dicho que en determinados momentos parece que “el mundo se hunde cuando una verdad se dice”, más cuando la verdad la dice alguien que está fuera de la política dominante. Lo que pasa en estos días con la Rendición de Cuentas ha dejado por demás claro que la Unidad Popular, ha tenido una conducta coherente con su programa y con las circunstancias que se han producido por momentos complejas para definir situaciones del presupuesto nacional. El gobierno en estos días en el parlamento ha hecho ingentes esfuerzos por alcanzar la mayoría para su política, cosa que al final fue alcanzado y ello está expresando una nueva situación parlamentaria, que está imponiendo una realidad en la política nacional, en la nueva situación que enfrenta la política del gobierno en estos días. Ahora también esta claro que existe una enorme fragilidad en la política del gobierno atravesada por el deterioro de la económica nacional y las demandas de las distintas ramas de los trabajadores que no han sido contempladas por la política oficial. La falta de recursos financieros por el crecimiento global de la política de endeudamiento que se ha sostenido durante estos años, ha puesto al estado y al aparato productivo con falta de recursos y afectando aun más las condiciones de deterioro que hoy tiene toda la vida social. No están lejos los tiempos en que la deuda externa, se había transformado en “deuda soberana”, y en los últimos tiempos esta afirmación gubernamental propia de la concepción de la política financiera del gobierno ha cambiado a tal punto que esta ha cambiado y ha aparecido con fuerza desequilibrando la relación con el PBI, cosa que realmente preocupa a la política del gobierno y principalmente al equipo económico gubernamental, que en los últimos días, lo ha reconocido el gobierno nacional. También es notorio, que la naturaleza de asignación de recursos, nada tiene que ver con el crecimiento de estos, sino que solo hasta ahora se otorgarán si hay votos alguna reasignación, pero no incrementos importantes. Este hecho que es sin duda significativo pero que olímpicamente no se dice, o se dice poco en la vida política, lleva invariablemente a nuevos y mayores deterioros, con el salario, las jubilaciones, la educación y la salud. La prueba de ello es lo que se discute en el parlamento en este momento sobre el salario de los judiciales que fue aumentado por el gobierno, y aun no ha sido pago, por el gobierno por más que el “error” garrafal que cometió lo ha resuelto con una vara distinta, los senadores cobran el aumento, y en la versión oficial los judiciales no han cobrado todavía, creando una situación de consecuencias graves para la vida del país. La crisis de ANCAP y la desaparición de varias empresas nuevas y viejas, condiciona lo que viene sucediendo con el actual presupuesto de gobierno, que precipita aun más su crisis, pues entra en contradicciones sociales y políticas, importantes con los trabajadores de todo el país. El gobierno se ha dedicado a dar respuestas jurídicas y en general abstractas, pero hay que recordar que la carne subió varias veces en las últimas semanas, al igual que otros insumos. Hay que cambiar la política de ajuste, y responder a las amplias demandas sociales que están sobre la mesa y cada día con más fuerza.