Editorial: La OEA más Relaciones Exteriores; contra Maduro Nin y Almagro juntos, contra la Asamblea

En estos días todos los días nuevas y mayores revelaciones se producen en el alineamiento del gobierno nacional en las instancias decisivas que se producen en relación al proceso que vive la República Bolivariana de Venezuela. Luego de un sostenido asedio que se ha mantenido desde los sucesivos gobiernos norteamericanos contra éste país, a partir del proceso de cambio que se ha producido en las orientaciones de la política en éste país, bajo las orientaciones de su histórico Comandante Hugo Chávez. Claro que a pesar de los caminos de participación popular y de cambios importantes en la distribución de la propiedades de los recursos naturales como los hidroacarburos, las reformas educacionales, los recursos naturales estratégicos y la situación geopolítica de gran importancia, la reacción oligárquica e imperial no ha tardado en expresarse en forma continua tendiente a frenar el proceso, de cambios populares y democráticos que han inquietado a Washington a la OTAN, y a sus amigos de la OEA y las oligarquías fascistas al sur del Río Bravo. En el día de ayer en una amplia entrevista televisiva al ministro de Relaciones Exteriores Rodolfo NinNovoa, luego de explicar larga y detalladamente la posición del gobierno nacional, en el tema, de pretender explicar cómo es que nuestro país no debe inmiscuirse en los asuntos internos de ningún país, siguiendo los conceptos de las leyes internacionales que rigen el comportamiento jurídico y político internacional. Aunque lo más increíble, de todo ello es que acto seguido el ministro de exteriores del gobierno uruguayo llamó a abstenerse en la próxima elección sobre la instalación de la Asamblea Constituyente, que propone el gobierno de Maduro, en los próximos días. En realidad lo del gobierno uruguayo no es nuevo, tampoco la posición de su ministro de exteriores, que en su visión liberal, conservadora y orientadora a una política de libremercado se ha expresado como un firme militante de la marcha hacia el libre juego de la inversión privada y del comercio internacional. Claro que el rumbo de la política en Venezuela ha trascendido largamente las líneas peligrosas que marca Washington, los mandaderos de la OEA, y el escudo militar que levanta el Comando Sur, diciéndole a la oposición de derecha, sigan adelante que aquí estamos. Claro que una Asamblea Constituyente, es un paso significativo que da el proceso, ante el intento del nuevo golpe técnico del congreso de éste país, por parte de la ultraderecha venezolana. Por ello es que la derecha internacional protesta, se rebasan los límites de la democracia tradicional, y se producen nuevos cambios en la política de éste país y se abre un nuevo camino de integración popular en la Asamblea Constituyente. No son los mismos procedimientos, que se produjeron en su momento contra Chávez, pero en los objetivos son los mismos, frenar la voluntad de independencia de Venezuela, con respecto a la política norteamericana. Aunque todos los días el gobierno uruguayo da pasos por demás sugestivos en la instrumentación de la política exterior, en el gobierno de Mujica fue Almagro, y en el del Dr. Vázquez Nin, con la variante que el primero está en la OEA, con sus tropas de vanguardia co dirigiendo contra Maduro y el Comando Sur, las operaciones contra Venezuela y particularmente llamando a votar en contra o abstenerse en el plebiscito próximo. En fin, Relaciones Exteriores, junto a la OEA, haciendo manito de la mano ahora contra Venezuela Bolivariana. Los dos del riñón del gobierno del FA, la seudoizquierda a la orden del día… aunque se sacan la careta.