Deportes: Carlos Caszely, una historia que merece ser contada
- La Juventud Diario
- 8 jul 2017
- 4 Min. de lectura

Nació el 5 de julio de 1949 en Santiago de Chile. Carlos Caszely es un ex futbolista que comenzó su carrera en el club Colo-Colo. Con solo 17 años debutó en el primer equipo. Jugó 6 temporadas en la institución. A los 24 años viajó a Europa para continuar su carrera en España. Defendió la camiseta del club Levante y del Espanyol. Permaneció 5 años en ese país y luego retornó a Sudamerica regresando a su club Colo-Colo, donde estuvo durante siete temporadas más. Fue cinco veces campeón del torneo chileno de fútbol y obtuvo tres copas locales, convirtiendo 208 goles. Es el máximo goleador en la historia del club. Supo vestir la camiseta de la selección chilena y participó de los mundiales de 1974 en Alemania y 1982 en España. Se convirtió en el tercer goleador histórico de la selección detras de sus compatriotas Marcelo Salas e Iván Zamorano. Se retiró en el año 1987 jugando para el club Barcelona de Ecuador. Luego de abandonar la práctica del deporte estudió periodismo, se recibió y durante muchos años se desempeñó como periodista deportivo y comentarista en transmisiones de fútbol en radio y televisión. Además es Profesor de Educación Física y estudió Administración de Empresas. Pero la vida de Carlos Caszely tuvo un destaque que fue mas allá de una pelota de fútbol. Durante la década de los años 70, bajo el gobierno de Salvador Allende, se mostraba cercano a la Unidad Popular, apoyando al sector comunista que existía dentro del partido. Defendió sus ideas aunque ello le pudiera costar la vida. Pero el golpe de Estado que se registró en su país en 1973 por las Fuerzas Armadas capitaneadas por Pinochet, derrocando al gobierno de Salvador Allende dando inicio a una sangrienta dictadura, significó un gran problema para él. Fue en ese momento que decidió irse a jugar a España. En relación a su partida un día Caszely declaró: “Sabía lo que se venía encima. Tenía miedo. No por mí, sino por mis amigos y por mi familia. Sabía que estaban en peligro por mis ideas”. Desde Europa continuó su lucha y el trabajo por la vuelta de la democracia. En Chile la dictadura era consciente de la admiración que Caszely había despertando en la gente, por lo que no querían enfrentar a un adversario tan popular que tenía el régimen. Cuando la selección chilena se clasifica para el Mundial de 1974, Caszely era incluido en la lista pese a diversas voces contrarias. En la despedida del seleccionado chileno que viajaba rumbo a Alemania, Pinochet, junto a otros altos cargos de la Junta de Gobierno, acudió a saludar al plantel. Allí el dictador saluda a todos los futbolistas uno a uno, pero Caszely decide no estrecharle la mano, lo que significaba todo un desafío, y hasta casi una sentencia de muerte... Sobre éste hecho Caszely manifestó: “Tenía miedo, pero era lo que tenía que hacer”. El mundial de Alemania no fue nada fácil para el plantel de jugadores. El propio Caszely declaró tiempo después: “No pudimos difrutar porque estábamos como prisioneros en Alemania, rodeados todo el día de militares. Nuestro bus no tenía los colores de Chile para pasar desapercibidos y evitar posibles atentados”. Debido a su actitud ante Pinochet y su lucha por la recuperación de la democracia para su país, Caszely debió soportar una guerra personal y profesional por parte del régimen. Sus participaciones en la selección chilena eran sistemáticamente criticadas en su contra por el periodismo servil al poder militar. Varias personas de su entorno familiar fueron también perseguidas y torturadas por los demonios de turno. Tiempo después en el año 1988 durante un programa de televisión electoral de la campaña por el plebiscito en el que se debía votar por la continuidad o no del dictador Augusto Pinochet al frente del país, en el momento que debían exponer su mensaje los partidarios del NO, apareció delante de las cámaras una señora llamada Olga Garrido. Ella era una de las víctimas del terrorismo de estado llevado adelante por Pinochet y sus colegas. Olga Garrido dijo ser una de las tantas victimas de la cruel dictadura, y decidió contar su experiencia frente a los millones de televidentes que seguían el programa. “Fui secuestrada de mi hogar y llevada a un lugar desconocido. Vendada, fui torturada y vejada brutalmente”. Olga Garrido agregó que era la primera vez que contaba lo que había sufrido y que no lo había hecho antes por respeto a sus hijos, a su esposo y a su familia. Al terminar su relato cerró con la frase: “Por eso voto NO” Tras la desgarradora historia contada, apareció también frente a las cámaras el propio Carlos Caszely, quien dirigiendose al público expresó: “Yo también voto NO”, y esta linda señora es mi madre”... La escena tuvo una repercusión enorme a lo largo y ancho del mundo. Años después de éste hecho, Carlos Caszely manifestó: “Para mí fue una tremenda alegría que Chile dijera ‘NO’ al dictador. Era el ‘NOo’ a muchos años de horror. En la selección no se hablaba de eso, pero sabíamos que la gente desaparecía, que había torturas y que las violaciones a los derechos humanos eran habituales en nuestro país. Con el paso del tiempo puedo decir que estoy orgulloso de haber ayudado a que mi país volviera a la democracia...”
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